Últimamente he leído muy buenos cómics, algunos infravalorados (los cuales pasaban por las estanterías de las librerías especializadas sin pena ni gloria) y otros siendo su contrapartida (se hablaba de ellos como si fuesen obras maestras y no dejaban de ser un buen cómic con una buena historia, pero para nada se les podría catalogar como tales obras). Pues bien, el otro día me encontraba mirando la sección de cómics antiguos de una tienda que usa el mismo nombre que el principal villano de Batman y descubrí un pack de 3 cómics llamados simplemente 1985. En ese momento, al cogerlos en mis manos noté un brillo extraño en sus letras y una terrible sensación que me obligaba a comprarlos, por lo que así lo hice.
Cuando llegué a casa me tumbé en la cama y comencé su lectura, para darme cuenta al de unos pocos minutos de que tenía en mis manos un cómic especial, diferente y a su vez cotidiano, era una sensación extraña pero que me incitaba a leerlo sin parar.

Con este extraño argumento, Mark Millar nos vuelve a sorprender, narrando lo que ocurriría si los malvados seres del Universo Marvel viniesen al mundo real y empezaran a atacar un pequeño pueblo de EEUU. He de decir que pese a que el dibujo de Tommy Lee Edwards no sea de mi estilo, sabe plasmar de una manera realista el caos y el miedo que estos generarían entre la población, haciéndonos partícipes de ese terrible espectáculo, llevándonos a la mente de su protagonista y viviendo los momentos con la misma desesperación que él.

El porqué de llamarse 1985 tiene su base en que además de que es la época en la que se supone que ocurren los principales hechos narrados en la historia, según su guionista eligió ese año porque fue uno de los mejores a nivel cómic, donde pudimos ver el desenlace del crossover por excelencia Secret Wars o la saga Crisis en Tierras Infinitas.
Sinceramente, si queréis disfrutar de una bocanada de aire fresco en lo referente a cómics y leer algo diferente, buscad esta miniserie de 3 números que se editó en 2009 y leedla, pero hacedlo con la misma ilusión que su protagonista, tomándoos vuestro tiempo para saborear cada viñeta.




