A veces el lector adulto tiende a dejar de lado algunos relatos porque suelen ir ligados de la típica coletilla “recomendado para todos los públicos”, por lo que erróneamente se cree que el contenido de dicha historia carecerá de un argumento suficientemente interesante o capaz de llamarnos la atención. Pero entre dichas obras orientadas a todos los lectores tenemos excelentes joyas, como es el caso de Mouse Guard, una obra ganadora del premio Eisner en 2008, cuyo éxito ha traspasado las fronteras del cómic llegando incluso a los juegos de rol y vaticinándose en el horizonte un futuro film.
El origen de este cómic se remonta a febrero de 2006, cuando David Petersen, un escritor asentado en Michigan que solía dedicarse a los cuentos infantiles, decidió publicar el primer número de la “Guardia Ratón” (Mouse Guard en inglés). Viendo la buena aceptación que tuvo dicho primer número, continúo publicando de forma más o menos bimestral la continuación del primer arco argumental, llamado Otoño 1152, concluyendo este en Enero de 2007 con la sexta entrega.
El planteamiento de Mouse Guard nos cuenta una historia épica, llena de valentía y de constantes valores morales, los cuales se convierten en el pilar fundamental de la Guardia Ratón. En ella se nos presenta una tierra imaginaria que se muestra paralela a la humana, por lo que en el año 1152 sus habitantes se encuentran en plena edad media. La salvedad de los pobladores de dicho mundo es el hecho de que son ratones inteligentes, capaces de vivir como los seres humanos de aquella época, aunque como es lógico, sus ciudades y fortalezas estará limitadas al tamaño de estos animales. Por otro lado, mientras que en las historias fantásticas se recurren a seres mitológicos como dragones, trolls, etc para personalizar situaciones a las que temer, Petersen no añade ningún otro elemento fantástico a su obra, por lo que las amenazas a las que se someten los pequeños héroes serán muy reales: búhos, serpientes, cangrejos… los cuales se convierten en auténticos “dragones” para estos diminutos roedores.
El primero de estos seis capítulos que componen este volumen se llama “En la barriga de la bestia”, y en él se nos cuenta como Lieam, Kenzie y Saxon son enviados en busca de un ratón que comerciaba con cereal, el cual se dirigía a la ciudad de Barkstone, pero lamentablemente jamás llegó a su destino. Esto lleva a Gwendolyn, líder de la Guardia Ratón, a enviar a tres de sus mejores ratones en busca del desaparecido, aunque en su aventura, se toparán con un hecho bastante escalofriante: el comerciante iba a desvelar los secretos de la ciudad de Lockhaven a alguien. Tras este suceso, los tres guardianes se dirigirán a Barkstone en busca de explicaciones, intentando conocer quién estaría tras los intereses de tomar la ciudad residencia de la Guardia Ratón.
Por otro lado, y de forma simultánea, el segundo relato que lleva por título “Entre las sombras”, nos muestra como Gwendolyn ha enviado también a otro guardián, Sadie, hacia la región costera, cuyo puesto de vigilancia se llama Calogero, en busca de Conrad, un miembro de la Guardia Ratón que no ha enviado ninguna noticia desde hace una estación. En su misión, veremos como Sadie deberá enfrentarse a los temibles seres que residen en las zonas costeras, los cangrejos, unos animales que comparados con el tamaño de un ratón pequeño, podrían destrozarlo. Esta historia arrojará nueva información acerca de los traidores que pretenden hacerse con el control de Lockhaven, lo que llevará a que dichos relatos se vayan explicando de forma intercalada, para que el lector conozca poco a poco la oscura trama que asola a este diminuto mundo, llegando a un climax final en que se dará el grueso de la acción.
Tanto el dibujo como el guion ha sido realizado íntegramente por David Petersen, hecho que favorece la obra en ciertos aspectos, pero que puede ser perjudicial en cuanto al desarrollo de otros. Por ejemplo, toda la obra luce como su autor la había ideado en su cabeza, con unas increíbles ilustraciones y una historia cautivadora de principio a fin, manteniendo la uniformidad que Petersen quería, pero en su contra, tenemos que tal vez la narración de algunos hechos cueste un poco más entenderlos, debido a que el autor está más acostumbrado a crear ilustraciones que acompañen a una narración, en lugar de narrar toda la historia en sí. Aun así, he de decir que tras concluir la lectura de toda la obra, el resultado final es excepcional, dejándonos la sensación de haber leído algo diferente al resto, con ganas de continuar los relatos de estos diminutos seres.
En cuanto a la edición que Norma Editorial ha publicado en nuestro país para este primer volumen, esta se basa en la edición coleccionista americana, teniendo además de una lujosa presentación con sobrecubiertas y un tamaño de 20x20cm, un compendio final con numerosos extras, entre los que encontramos ilustraciones, mapas y guías que sirven para sumergir al lector en este diminuto mundo habitado por ratones inteligentes. Mouse Guard es desde luego una obra totalmente recomendable para todo tipo de público, que hará las delicias de los más pequeños y sorprenderá gratamente al público adulto.