De la mano de Panini Comics nos llegó el pasado mes de mayo la más reciente creación de Ed Brubaker y Sean Phillips: Fatale.
¿Quién no conoce a Brubaker y a Phillips? Son uno de los mejores equipos creativos que podemos encontrar actualmente en el mundo del cómic. De su mano han salido obras maestras como Sleeper, publicado por Wildstorm, Criminal e Incógnito, publicadas bajo el sello Marvel Cómics.
Sin embargo, Fatale es ligeramente diferente a las anteriores obras de Brubaker y Phillips. Esto es debido a que esta se publica bajo el sello Image, con todo lo que ello conlleva: libertad creativa, cero presiones, etc.
Teniendo todo lo anterior en cuenta, podemos afirmar sin temor alguno que esta obra es puro Brubaker, ya que al publicar bajo una editorial independiente como Image, no tiene que edulcorar su obra, puede traérnosla directamente como salió de su imaginación; Phillips, por su parte, no tiene la presión que conlleva publicar con una gran editorial como Marvel y puede desarrollar su dibujo sin temor.
Fatale narra dos historias a la vez -una de ellas en el presente y la otra en el pasado- con suma maestría: la primera comienza con Nicolas Lash asistiendo al funeral de Dominic Raines, antiguo amigo de su padre, donde conoce a una mujer que se hace llamar Jo, que afirma que su abuela y Raines estuvieron enamorados. Lash descubre una extraña historia que parece girar alrededor de Jo y Dominic Raines.
La segunda historia está situada en los años cincuenta, donde un joven periodista llamado Dominic Henry ‘Hank’ Raines se encuentra a la caza de dos policías corruptos: Walter Booker y Lannie Dalton. Para darles caza se apoya en la información de Josephine, una extraña mujer que desea acabar con Booker, a pesar de ser su amante, para conseguir un preciado objeto. Sin comerlo ni beberlo, Hank se enamora de Josephine y se ve envuelto en una monstruosa historia que estará a punto de acabar con él.
El guion de Brubaker es, como siempre, sublime. Consigue mantenernos pegados a la historia sin pestañear, ya que la intensidad nunca decae; al contrario, va aumentando a medida que pasan las páginas. Brubaker de nuevo consigue hacer que nos sumerjamos en un oscuro mundo de género negro, con la peculiaridad, esta vez, de un añadido: el horror. Por todos los lectores de cómics es sabido que el horror siempre ha sido un género complicado en el otro lado del charco, así que autores muy contados se han atrevido a adentrarse en él dentro de las ‘grandes editoriales’. Esto da aún más mérito a Brubaker, que no solamente se atreve, sino que demuestra que es factible crear una historia que mezcla lo mejor del género negro con lo mejor del horror.
Si bien Brubaker consigue crear una historia creíble y sin altibajos, y unos personajes de ensueño, Phillips es el que consigue insuflar vida a todo el entorno creado por el guionista. El apartado visual de Fatale es oscuro, inquietante, agobiante. Phillips consigue que el lector dé un respingo en su asiento cada vez que aparece Bishop, una criatura sobrenatural que desea hacerse con Jo. Como decía anteriormente, se nota enormemente la influencia que tiene trabajar bajo el sello Image en una obra de estas características, ya que el cómic está repleto de cruentas y sangrientas escenas que harían salivar al mismísimo Hannibal Lecter.
En cuanto a la edición española, Panini Comics nos brinda una edición del Libro Uno de tapa dura con páginas de calidad cosidas al lomo. Además, se nos incluye una acertada introducción al principio del cómic que siempre es de agradecer, especialmente si es un lector que no conoce pareja de autores. Se incluyen también las portadas de los cinco primeros números originales USA que son recopilados en este primer tomo.
En definitiva, la edición es bastante buena y es ofrecida por un ajustado precio de 15€.
Fatale es una arriesgada apuesta de un ya curtido grupo creativo que se deja ver por primera vez en todo su esplendor bajo el siempre liberador sello Image. Es una obra oscura e inquietante con ciertos tintes amorosos visiblemente inspirada por el autor de terror H.P. Lovecraft cuyo ritmo nunca decae, cuyo dibujo logrará sumergirte en una agobiante atmósfera de la que jamás podrás salir y que te dejará con el vello como escarpias, deseando tener el segundo volumen en tus manos. Oda al género negro y de horror.
Posiblemente sea lo mejor que han creado Brubaker y Phillips, y eso dice mucho de esta obra maestra del cómic moderno.
