Todos los que hayáis leído cómics alguna vez os habréis preguntado sobre el pasado o las motivaciones de algunos personajes secundarios o de los que se habla menos… Siempre hemos querido saber todos los detalles de la vida de nuestro personaje favorito, pero en una serie coral eso suele ser algo complicado. Pues esta vez no es así, Florent Maudoux nos vuelve a recordar que él es un tipo diferente, que quizás se inspira en muchas cosas, pero que las desarrolla como nadie. Así pues, vamos a echarle un ojo a Funeral: Fortunate Sons, el primer número de uno de los spin-off de la aclamada Freaks’ Squeele.
Vale, he hecho un poco de trampas… Funeral es uno de esos típicos personajes que termina recibiendo su spin-off, por lo oscuro de su pasado y personaje y por lo enigmático que puede llegar a ser. Pero habrá otros spin-off de secundarios que realmente no tienen tanto peso dentro de la historia como Valkyria.
La serie principal de Freak’s Squeele es tan inmersiva que nunca me he llegado a preguntar cómo es el mundo fuera de la universidad y creedme que eso, viniendo de mí, es muy extraño. Siempre hablo del trasfondo y de la “mitología” de las series, pero no es el caso de Freaks’, siempre he tratado la historia tal y como es, sin pensar en lo que sucede fuera de las paredes donde estudian nuestros protagonistas.
Nos encontramos en un mundo cruel, casi medieval y repleto de caballeros, doncellas y… tullidos. Se nos explica que en este mundo, cuando alguien nace, lucha por la supervivencia, alzándose victorioso y perfecto o perdedor y tullido. Cuando un niño es perfecto suele vivir entre lujos y con más medios que los demás, quienes tendrán que vivir una dura vida en campos de entrenamiento o confinados a trabajos forzosos.
Fortunate Sons es el primero de una serie de volúmenes que nos conducirán por toda la vida de Funeral, desde su nacimiento hasta que se convierte en profesor de la universidad que vemos en Freaks’ Squeele. En este primer tomo podremos hacernos una idea del mundo en el que Funeral (Pretorius) vivió sus primeros años. De hecho su nacimiento será lo que le marcará de por vida, pues por la ambición de su madre verá su perfección truncada y acabará lisiado de por vida. En un nacimiento normal solo uno de los dos individuos que emergen puede ser perfecto, pero no es el caso y Pretorius, el segundo, también lo hace… La consejera de la madre y la misma deciden que eso no es bueno para el futuro de ambas y mandan tirar al niño a los cerdos. El cirujano que atiende el parto lo salva y se hace cargo de él, ahora lisiado.
Pretorius, a medida que crece y aprende, tiene curiosidades que solo puede satisfacer con otros niños de su edad y termina haciéndose amigo de su hermano (obviamente sin saber que lo es) y de los amigos de este. Gracias a esta atípica amistad los niños pijos y con poder conocen la situación real del reino: los lisiados y el abandono de la sociedad. Por otro lado, Pretorius aprende un sinfín de conocimientos destinados solo a los nobles perfectos, incluso a tocar el piano, como podemos ver en la serie original… Los dos amigos/hermanos desarrollan una relación que va mucho más allá de la mera amistad e incluso hacen un ritual de hermanos de sangre (los típicos que se ven en las películas americanas, cortándose en las manos y juntándolas donde está el corte).
Como siempre, soy bastante críptico con la historia y solo os muestro las 4 pinceladas básicas para no destrozaros la sorpresa. Y de eso se trata al final, de una historia repleta de sorpresas, con una premisa bastante predecible pero con un desarrollo totalmente novedoso y original. Las traiciones y las intrigas serán el motor del cómic, al más puro estilo Juego de Tronos, con ambiciones tan grandes que durarán una vida entera para ser completadas. Florent Maudoux ha cambiado el registro por completo, con una historia muy oscura, con muy poco humor y complots por doquier. No se pueden hacer comparaciones con la serie madre, pues ni tan siquiera parece que sucedan en el mismo mundo, debido al gran salto temporal entre una y otra. Me fascina cómo el autor consigue unir ambos mundos y que formen parte de la misma historia, con aires tan distintos. Está claro que no es un guionista al uso aunque a primera vista pueda parecer que sus homenajes en realidad son copias, aunque solo hace falta leer un par de páginas para darse cuenta de que tiene algo distinto y que lo explota en cada viñeta. Desconozco lo que pueda pasar en los siguientes números, pero me atrevo a decir que será espectacular.
Este es el momento en que mi ego sube y pienso que el señor Maudoux escuchó mis súplicas para que añadiese color a su obra. Sí, la serie de Funeral es a todo color. Bueno, quizás solo a colores oscuros y sepia… Para darle más matices a la historia y localización imagino que la inclusión de los colores era casi un requisito indispensable. El resultado no podía ser mejor, aunque sucede como con el guion: a primera vista parece algo plano y monótono, pero al adentrarte en las viñetas te das cuenta que nada está hecho por casualidad y que los colores escogidos tampoco. A pesar de la inclusión del color, Maudoux sigue jugando muchísimo con las sombras de forma magistral, añadiendo más intriga a la acción. El dibujo es lo que menos podemos comentar, pues el estilo entre manga y americano sigue presente en todas las páginas aunque estoy seguro de que Maudoux se ha permitido la licencia de pasar más tiempo detallando a los personajes. Al igual que la historia, el dibujo es más crudo y añade algún desnudo que otro además de sangre y mutilaciones, algo que en la serie original era menos explícito.
Me resulta curioso que Dibbuks haya traído antes la serie de Funeral que la de Rogue… Quizás sea debido a los derechos, pues el dibujante de esta última es distinto, aunque son elucubraciones mías. Lo que está claro es que Dibbuks ha encontrado un material de primera para editar, con un artista prolífico como es Florent Maudoux y con esa cabeza tan llena de buenas ideas. La edición es muy parecida a la original francesa, con la cubierta en rústica y relieve, muy parecida a la edición de Freaks’. Esta vez contamos con unos tomos más finos, de 88 páginas pero a todo color. El tomo cuesta 15€, a mi parecer un precio ajustado por el material ofrecido. Solo hay una pega en todo esto y es un pequeño fallo de corrección en una frase en una página concreta de la primera mitad del tomo, aunque a mí me gusta destacarlo es algo normal y natural que sucede en la mayoría de las ediciones de cómics.
Funeral tiene una historia sólida y original, un dibujo potente y una edición cuidada. No es una obra perfecta, pero entretiene como pocas, siempre manteniendo la tensión y terminando el tomo con una ilustración espectacular. Florent Maudoux es un gran artista y guionista que nadie debería menospreciar. Aunque no leáis Freaks’ Squeele podéis haceros con este cómic, pues al estar tan alejadas en el tiempo no guardan relación directa y lo entenderéis a la perfección. La espera del quinto tomo de Freaks’ será mucho más llevadera con el primer tomo de Funeral. A los escépticos solo me queda deciros que le deis una oportunidad, porque Florent Maudoux engancha cosa mala.
[xrr rating=4/5]