Michael Whelan. Portadista, dibujante, ilustrador, pintor… ha estado presente a lo largo de nuestras vidas (para los maduros como un servidor) aunque hasta ahora no supiéramos quién es. Seguramente, muchos de nosotros hemos visto sus dibujos e ilustraciones en infinidad de medios, principalmente en portadas de libros de ciencia ficción, pósters, etc… es fácil adivinar que esas imágenes nos habrán causado una sensación indescriptible que hemos dejado pasar. Y sin embargo continuamos sin darle la menor atención hasta que llega el día (siempre llega un día en que…) que por alguna misteriosa razón, observamos lo que antes pasaba inadvertido y prestamos especial atención. Ahí es cuando descubrimos el arte de Whelan.
Eso me sucedió a mí mientras leía “Las Corrientes del Espacio” de Asimov. Después de ver las portadas de otros libros del mismo autor, me decidí a contemplar la portada de este título en concreto, donde aparecía un hombre vestido de negro con estilo simple, cubierto con una capa blanca cuya mitad arropaba su cuerpo y la otra mitad ondeaba al viento. El hombre, de aspecto regio, miraba al infinito sujetando un gran reloj de arena. Al fondo, el espacio, una nebulosa, los colores de las estrellas contra el negro vacío, como si el tiempo se detuviese en algún punto del Universo y el hombre allí situado, inmortal, casi un dios, observara el paso de cometas, soles y fenómenos cósmicos, como si cuidara de que todo estuviera en su orden.
Pensé que sería un simple artista a quien habían encargado algunos dibujos para portadas, o simplemente, unas postales que habían usado para estos libros al reflejar sutilmente una característica del argumento. Pero, ¿por qué me hacían sentir esos dibujos como si estuviera asomándome a una ventana orientada al infinito? Decidí buscar este nombre en internet.
El contenido de las obras de Whelan no deja de ser más variado: desde los ya citados escenarios de ciencia ficción con planetas lejanos, naves interestelares, alienígenas y paisajes oníricos y surrealistas que se sitúan en el más lejano de nuestro futuro y dimensiones desconocidas, hasta escenas mitológicas de dragones o personajes medievales. En ellos Whelan impregna de un magnetismo metafísico cada detalle. De corte realista, sus obras adquieren vida propia y nos transportan tan lejos que no podemos dejar de contemplarlas. Se pueden recorrer con la vista tantas veces como queramos que cada vez descubriremos una nueva impresión, una sensación diferente, como de un libro que se lee una vez tras otra y no deja de sorprender.
Según el autor, ha dotado desde el principio a sus ilustraciones de su visión de la religión, la metafísica, el misticismo, experiencias cercanas a la muerte, con simbolismos plenos de emociones que nos revelan nuestras preocupaciones, nuestro interior. Pero lo que nunca va a faltar en sus escenas, son los sentimientos humanos con sus defectos y virtudes, su naturaleza. Este artista, ganador de 15 premios Hugo, puede presumir de poder disfrutar en vida del mito que ha creado en torno a sus creaciones.
Michael Whelan es un artista nacido en 1950 en California, descendiente del pintor Rubens y de Samuel Morse, creador del alfabeto Morse. Desde los diez años, inspirado por sus lecturas de ciencia ficción y Ovnis, temas que le apasionaban, comenzó a dibujar de forma casi autodidacta y con gran éxito en su entorno, por lo que colaboró artísticamente en el instituto con carteles e ilustraciones de eventos. Su padre también sabía dibujar, y a pesar de que no estaba del todo de acuerdo, apuntó a su hijo a clases con el artista Phillip J. Steele, clases que le cambiarían la vida. Finalmente, entró a estudiar Arte en la Universidad.
Lo sorprendente es la rapidez con la que Whelan saltó al estrellato. A partir de 1974, y a raíz de presentar unos portafolios a representantes de arte, en pocas semanas ya tenía encargos para Convenciones de Ciencia Ficción y Cómics, incluso trabajó para Marvel. En dos años sus ilustraciones atraían ya a coleccionistas y Whelan exponía en salas de arte. A partir de entonces elaboró encargos para cubiertas de novelas de ciencia ficción, y en 1977 ganó sus primeros premios: World Fantasy y revista Locus, como mejor artista profesional.
En 1979, ya casado con su esposa Audrey, publicó su primer libro de arte, “Wonder Works” y comenzó a vender copias impresas de sus trabajos elaborando un catálogo. En los años ochenta trabajó para Stephen King y National Geographic, ganando premios Hugo y exponiendo en galerías de arte de varios estados norteamericanos, a mayor escala. No obstante, su reputación se vio todavía más acrecentada debido a las portadas para las obras de Isaac Asimov, Lovecraft y Arthur S. Clarke. En este panorama, Whelan aceptó realizar la portada para el álbum “Victoria” de Michael Jackson, quien admiraba a Whelan. Tras acabar los ochenta realizando portadas para discos del grupo metal “Sepultura”, en los noventa decidió dedicarse a su trabajo personal, pues desde hacía pocos años, tras crear una de sus obras más espectaculares titulada “Avatar”, no había tenido tiempo para satisfacer sus propias ideas. Y terminaron los noventa con problemas de salud y la muerte de su padre, además del estrés creado por tanto trabajo, la venta online de sus obras, las exposiciones…
En el 2000 le diagnosticaron cáncer de próstata del que se recuperó rápidamente. La primera década del 2000 ha continuado siendo para Whelan y su familia tan fructífera como las anteriores, y después de muchos años, volvió a trabajar para Stephen King dibujando las portadas para la saga de “La Torre Oscura”. Curiosamente, Whelan rechazó encargos para ilustrar “El Señor de los Anillos”. En 2007 fue invitado de Honor en la primera Convención de Ciencia Ficción de Japón, adonde se dirigió con su mujer. Y en 2009 la sorpresa del artista fue en mayúsculas cuando le comunicaron su inclusión en el Salón de la Fama de la Ciencia Ficción, en Seattle, junto a clásicos como Mary Shelley, H. G. Wells, Ray Bradbury o Steven Spielberg. Y en el campo de los videojuegos, tuvo el honor de crear su versión de Deathwing o Alamuerte, un personaje de “World of Warcraft”.
Podéis encontrar a Michael Whelan en internet fácilmente, pero os paso algunas direcciones. Y para finalizar, una excelente galería como ejemplo de sus obras, de diversos temas. Que conste que me ha costado mucho dejar de elegir imágenes, pues la mayoría de ellas es digna de aparecer y divulgarse.
–Web Oficial The Art of Michael Whelan
–Tumblr Oficial Michael Whelan
–Facebook Oficial Michael Raymond Whelan
Algunas Obras Recopilatorias
–The Art of Michael Whelan, edición limitada
–The Dark Tower VII, edición limitada
–Dragonwriter: a tribute to Ann McCaffrey and Pern
–Knowing Darkness: artists inspired by Stephen King
–The Vanishing Tower, con dos ediciones diferentes: para coleccionistas y para coleccionistas con dibujos a lápiz
Premios Principales
-15 premios Hugo entre 1980 y 2002, y un premio Super Hugo no oficial como mejor artista de los últimos 50 años, otorgado en 1992.
-Tres premios Fantasy World Awards.
-12 premios Chelsey de la Asociación de Artistas de Ciencia Ficción y Fantasía.
-Premio DESI a la Exelencia (Diseño Digital).
A decir verdad hay que mirar la obra de este artista desde el punto de vista totalmente subjetivo. Quizá a cada uno de nosotros nos inspire una sensación o idea diferentes. Con 40 años de trabajo a sus espaldas, Michael Whelan todavía es joven para seguir sorprendiéndonos con sus dibujos, hacernos volar y descubrir siempre algún aspecto personal nuevo que nos conmueva.
“He estado interesado en las imágenes de la fantasía desde la primera infancia y toda mi obra es, en su nivel más fundamental, sobre la creación de un “sentido de la maravilla””. Michael Whelan