Nací en Ghost City, Texas, a finales del siglo pasado pero tengo aproximadamente 30 años. Vivo en una especie de agujero espacio-temporal que me permite disfrutar de la última tecnología informática mientras cuido de mis vacas. Soy un hombre joven pero con un pasado largo e intenso, lleno de aventuras. He subido a los más lujosos palacios y bajado a las más humildes cabañas. He conocido el amor, y también la traición. He cabalgado a lo largo de todo el planeta junto a mi amigo JIM, y he recorrido una buena parte del espacio exterior junto a mi colega el extraterrestre “37”.
Esta biografía es la que podemos leer en el Facebook de ‘El Bueno de Cuttlass’; sin embargo 30 años y unas 1000 viñetas han pasado desde que en 1984 Calpurnio publicara en el número uno del fanzine ‘El Japo’ la primera historieta de Cuttlas y ni qué decir tiene que en esa época no existían las redes sociales por lo que es evidente que Cuttlas se ha ido modernizando. Desde ese día le hemos visto en distintos medios escritos como en las revistas especializadas ‘Makoki’ y ‘El Víbora’ o en periódicos como ‘El Heraldo de Aragón’ y ‘El País’.Durante los últimos años podemos encontrar sus planchas en el diario ’20 minutos’ y Panini Cómics ha decidido recopilar las historias del famoso vaquero, las cuales hemos podido ver entre los años 2009 y 2014 en el citado medio digital, publicándolas en un tomo que lleva el título de ‘Cuttlas: el vaquero samurái‘.
Antes de entrar en materia y hablar sobre las características de Cuttlas, es bueno que sepamos algo más de Calpurnio. Su nombre real es Eduardo Pelegrín, aunque como él mismo asegura, su nombre artístico ha pasado a ser el real y el nombre real ha pasado a un segundo plano, pues todos sus amigos y familia le conocen como Calpurnio o ‘Calpur’ que es como le llama su pareja. Este zaragozano nacido en 1959 comenzó a publicar en fanzines en 1983, un año antes de que diera a conocer a su personaje fetiche, a saber, Cuttlas. Además, también es autor del libro y de la exposición ‘Proyecto-X‘ de 1994 y del cuaderno ‘¡Pánico en la Muela!‘
Por otro lado, también ha diseñado y dibujado carteles, carátulas de discos o imágenes de campañas publicitarias en el terreno de las Artes Gráficas.
Por último, en el campo audiovisual, es el escritor y director de los cortometrajes ‘El Bueno de Cuttlas‘ en 1991 y ‘Con cien cañones por banda‘ en 1992, además de participar en la dirección y escritura de los 13 capítulos de 25 minutos de la serie de animación ‘Cuttlas Microfilms‘ producidos por RTVE.
Por si esto fuera poco, en 1997 comenzó su actividad como videojoquey, siendo el realizador junto a Sr. Imbécil de un show audiovisual en vivo titulado ‘Sesión Audiovisual‘, que puede verse en festivales de música y arte electrónico.
En vista de la polivalencia de Calpurnio y el trabajo que lleva a sus espaldas, no hay duda de que sus trabajos reflejarán y transmitirán la genialidad de su autor. Y no hay duda de que Cuttlas es una de sus genialidades.
Hay quien puede achacar a Calpurnio que los dibujos de Cuttlas son demasiado simples, que no tienen ningún mérito y que hasta un niño pequeño puede hacer eso; no obstante, la esencia de las viñetas de Cuttlas no están en el dibujo, sino en lo que es capaz de transmitir en el ‘todo’ que representa cada una de sus planchas. Y es que, al fin y al cabo, hay que reconocerle un mérito aún mayor por lograr contar tanto y tan bueno con tan poco. Este minimalismo que caracteriza al dibujo de Cuttlas en el que tanto su protagonista como los personajes que lo acompañan en sus historias están representados por unos pocos trazos sin ningún rasgo físico y sin cara hace que el hecho de que sus dibujos consigan transmitir sensaciones, emociones o sencillamente, que lleguen a comunicar con el lector sea un tarea bastante ardua. Sin embargo, Calpurnio consigue hacerlo. ¿Cómo? Por los temas que trata en cada una de sus viñetas y por la forma que los trata.
Como comentaba, los temas a los que hace referencia Calpurnio en sus planchas sobre ‘El bueno de Cuttlas‘, resultan interesantes por ser temas de rabiosa actualidad, como la crisis, la tecnología, las redes sociales, las relaciones humanas o la guerra entre otros pero además, la dosis de optimismo y de comicidad que aporta a cada uno de estos temas, hacen que estas historias nos lleguen y a su vez, nos diviertan. Además, cada uno de los secundarios que apoyan las historias de Cuttlas, como su amigo mexicano Juan Bala, su novia Mabel, el general Custer y el marciano 37, hacen mucho más enriquecedoras todas las aventuras y reflexiones de ‘El bueno de Cuttlas’.
Por tanto, recomiendo encarecidamente que os hagáis con ‘Cuttlas: el vaquero samurái’, una obra publicada por Panini Cómics bajo su sello Evolution Cómics que comprende las historietas publicadas en el diario ‘20 minutos‘ entre los años 2009 y 2014, la cual ha sido editada en tapa dura y 240 páginas a un precio de 20€.
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[note]Cuttlas: el vaquero samurái
Vuelve Cuttlas, el vaquero aventurero, a la par que reflexivo, de Calpurnio.
Nacido en 1984, cumple ya ¡30 años! de existencia… CUTTLAS, EL VAQUERO SAMURÁI, recoge las mejores entregas de la serie publicadas en el periódico 20 MINUTOS durante los últimos 5 años.
Cuttlas sigue viviendo escenas de acción y de aventuras, en las que no faltan indios, vaqueros, mexicanos, sanguinarios bandidos, extraterrestres… pero entre batallas y duelos a muerte, Cuttlas filosofa sobre la vida, la tecnología y las relaciones humanas, siempre con humor y con el especial y original tratamiento gráfico que Calpurnio imprime en todas sus páginas.
La edición se presenta dentro del nuevo sello eVolution comics, en tapa dura y de 240 páginas a un precio de 20 euros.[/note]