Cuando vi en el plan editorial de Impedimenta para 2015 que editarían una obra sobre Corea del Sur, se despertó mi curiosidad. Sigue siendo raro, casi insólito, que se hable del país en el que viví un par de años, hace ya bastante, si no es para hablar del conflicto con sus vecinos de arriba, que fascinan a occidente como el fuego a los Neardentales. Sin conocer previamente la obra de Fernando San Basilio, no sabía que me iba a encontrar en ‘Crónicas de la Era K-pop‘. Me esperaba francamente una retahila de tópicos para principiantes o algo peor. No os imagináis lo bien que me sentó saberme equivocado mientras leía esta magnífica novela.
‘Las crónicas de la Era K-pop’ es una visión incisiva y perspicaz de la Corea actual. Es una novela que bien podría ser un libro de viaje, una ficción que desprende realidad por los cuatro costados. Fernández, el protagonista, es un español que ha viajado a Seúl con motivo de la Feria Internacional del Café, pero que decidirá quedarse un tiempo más en el país, observando y dejándose llevar por la cultura del lugar. Con este nexo en común, Fernando San Basilio estructura su obra en cortos capítulos, conversaciones y reflexiones casuales sobre el país, sobre su gente, sobre la obsesión nacional con el café, aunque esto último sea en realidad lo menos importante.
Lo primero que quiero destacar de esta novela es el estilo sublime del autor, que compagina una gran capacidad poética con una manera de narrar muy ligera y amena. Esto, sumado al interés que me causa el tema, hizo que devorara el libro en un par de sentadas y además disfrutara especialmente de la lectura. En una obra en la que el personaje principal es un mero espectador, lo que ve tiene que resultar especialmente atractivo para el lector. Este ha sido mi caso absolutamente. Como pasado expatriado en Corea del Sur, no paraba de encontrar referencias a pequeños detalles del día a día en el país, referencias que no sé si el lector medio español sería capaz de disfrutar al mismo nivel, pero que para mí crearon una familiaridad con los temas, los personajes y los escenarios del libro que me engancharon rápidamente. Fernando no se deja maravillar por las luces de colores y la música ligera del país, busca en los recovecos de la vida cotidiana y remueve conciencias con reflexiones sutiles y muy agudas. ‘Crónicas de la Era K-pop’ es la experiencia del extranjero, del ‘outsider’, en una sociedad compleja e interesantísima, que mira adelante sin remordimientos y abraza al capitalismo más cruel e impersonal; aunque sobre todo es el tamiz, el modo de relatar de Fernando San Basilio, lo que eleva a este libro a compra obligada para todo aquel que quiera descubrir Corea del Sur.
La edición de Impedimenta es de nuevo muy buena. Destaca sobre todo la portada de Tommy Kane, que ilustra una calle cualquiera de la capital coreana, un símbolo del capitalismo más salvaje. El libro tiene un total de 176 páginas a un precio de 16,95 € y viene en rústica con sobrecubierta. Por supuesto, no he encontrado erratas ni faltas de ortografía, aunque sí algún nombre de marca coreano mal escrito, cosa que no considero en absoluto grave, teniendo en cuenta la enorme cantidad de marcas y nombres que se mencionan en el libro.
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[note]La nueva novela de San Basilio (Curso de Librería, Mi gran novela sobre La Vaguada, El joven vendedor y el estilo de vida fluido), uno de los más iconoclastas y visionarios escritores españoles de la actualidad, dotado de un ojo privilegiado para descubrir lo inédito y lo enigmático que reside en lo más trivial de la vida, se asoma con humor y asombro al vibrante universo del enjambre surcoreano.
Una estudiante de la Universidad Yonsei que frecuenta la consulta de un adivino. Un actor de telecomedia que vive con miedo a ser asesinado por los guionistas. Una nonagenaria que vende patitos de madera en las galerías comerciales del metro de Seúl. Una pareja de enamorados con un cupón descuento para degustar el bollo de leche más vendido del mundo. La burbuja de los cafés franquicia en Corea del Sur. Y Fernández, un hombre sin apenas atributos que ha llegado a Seúl para participar en la Feria Internacional del Café y no deja de encontrar excusas para quedarse en el país. Soplan vientos de guerra con el vecino del norte, pronto florecerán los cerezos y el Cumpleaños de Buda está al caer.[/note]
