Los años 90 deben mucho a ‘Dragon Ball‘ en España. Antes de este fenómeno, nadie había creído que una serie de dibujos animados pudiera dar tanto de sí, trascendiendo la cultura hasta llegar a convertirse prácticamente en una religión para unos feligreses que siguen en activo más de veinte años después. Pero lo que trajo consigo fue mucho más que una simple serie, pues la multiplicidad de productos derivados alimentaron este fenómeno hasta su culmen. Uno de ellos, y quizás el más recordado por la mayoría de españoles, fue ‘Dragon Fall‘. La parodia que los jóvenes Nacho Fernández y Álvaro López dibujaran todavía sigue dando de sí, cuando el éxito no era algo que sus autores esperaban.
Sin comerlo ni beberlo, llegó la fama. Y una vez estás en la cresta de la ola, lo difícil es mantenerse. En esto, sin duda, tenemos que quitarnos el sombrero ante Nacho Fernández, quien ha sabido reinventarse una y otra vez con historias que le han puesto en lo más alto del Olimpo del cómic español. Solo hay que echarle un vistazo a lo último que ha publicado, ‘Los Mundos de Valken‘, para ver que sigue teniendo la frescura que le llevó a convertirse en lo que es hoy día.
¿Cómo se asimila un éxito tan repentino como ‘Dragon Fall’?
Al principio nos costó asimilarlo, tanto a mí como a mi compañero Álvaro López. En un principio no buscábamos más que hacer una especie de fanzine. El número 0 lo hicimos por pura diversión, pero poco a poco nos asustamos al ver que, en cuanto se sacó el cómic, la gente de todo el país comenzó a comprarlo. Era una presión muy grande y me quedé impresionado por la relevancia que llegó a tener.
Veinte años después del éxito de ‘Dragon Fall’, Dolmen ha decidido editarlo de nuevo en una edición de lujo, ¿está funcionando bien?
Todavía no sé como están yendo la ventas y no tengo cifras en la mano, estoy esperando a ver qué me dicen. Pero, por lo que he podido hablar con la gente, en general creo que les ha encantado esta nueva edición. Eso sí, muchos otros me han dicho que, al tener la anterior, no van a comprar una nueva. Pero creo que si quieren tener la edición más completa que existe de ‘Dragon Fall‘ hasta el momento, deben comprar la nueva de Dolmen. De hecho, cuando hicimos los tomitos de la anterior edición, me llamaron para hacer las portadas y ver cómo quedaba. Y no me terminó de gustar, porque eran unos tomos muy pequeñitos y yo no hice mis dibujos para ese tamaño, sino que tenía en mente una cosa parecida a la nueva edición de Dolmen. La verdad, me gusta más este formato.
¿Pensabas que ‘Dragon Fall’ podría seguir dando tanto de sí tras todo este tiempo?
Es difícil, porque el fenómeno ‘Dragon Ball’ parecía totalmente agotado hace ya 10 años. Lo que pasa es que ‘Dragon Ball’ va y viene, va por ciclos y se ha convertido en una serie de culto. Tiene un público fiel que siempre se va a mirar cualquier cosa nueva que saquen relacionada con la serie, y por nuestra parte nosotros hicimos en su día esta parodia que también consiguió un gran público. Pero bueno, si vuelve el interés por ‘Dragon Ball’ y ‘Dragon Fall’, lo intentaremos aprovechar.
Al igual que ‘Dragon Fall’, la propia ‘Dragon Ball’ está sacando ahora una nueva serie, como sabrás, de título ‘Dragon Ball Super’, además de diferentes película y otros subproductos. ¿Ves con buenos ojos que Akira Toriyama haya decidido continuar la historia que dejó tanto tiempo atrás?
Si es elección del propio Akira Toriyama, la respetaré. Lo que no me gusta es cuando una editorial estira una colección más de lo debido, simplemente porque les da buenas ventas y obliga al autor a continuar y continuar. Llega un punto en el que a lo mejor el autor no sabe ni cómo acabar la historia. A Toriyama, cuando le dijeron de estirar la colección, salió lo que acabó convirtiéndose en ‘Dragon Ball Z’. Yo creo que él tenía ideas para un manga nuevo que no tenía mucho que ver con ‘Dragon Ball’, pero al final aquello fue reconvertido en ‘Dragon Ball Z’. Si él ahora quiere continuar donde lo dejó, con los mismos personajes, me parece bien. Aunque la verdad es que ya queda poco por contar.
¿Te atreverías a continuar ‘Dragon Fall’ parodiando esta nueva serie? ¿Crees que volvería a tener éxito?
Pues hombre, no sé si lo haría yo solo. Si yo quisiera continuar con algún ‘Dragon Fall’ nuevo, hablaría con Álvaro López por si él quisiera unirse a mi o, en todo caso, lo que sí he pensado es que, cuando lleguemos al final de los tomos nuevos, depende de si cuadra o no el número de páginas, a lo mejor podemos hacer material nuevo y de ahí veríamos si se sigue manteniendo la chispa. Porque ‘Dragon Fall’ desde el principio tenía una chispa, una mala uva que también hacía que nos divirtiéramos más dibujándolo, pero con el tiempo fuimos haciendo muchos números que eran de puro relleno. Caímos en una rutina y no me gustaría volver a caer. Si hago algún número especial dedicado a alguna de las películas o a ‘Dragon Ball Super‘, yo creo que lo dejaría ahí. Haría eso y ya está.
‘Dragon Fall’ tenía muchísima parodia de la situación en la que se vivía en los años 90. ¿Crees que en la época actual se puede seguir utilizando este recurso?
Siempre hay mercado para el humor, lo que hay que tener en cuenta son las temáticas y el tipo de público al que lo quieres dirigir. El público más joven de hoy en día que sigue una serie tipo ‘Naruto‘ o tipo ‘One Piece‘ no sé si está también dispuesto a consumir parodias o solamente quieren el producto original. En nuestra época, cuando hicimos este cómic, la gente estaba más dispuesta a consumir un producto derivado y, si era una parodia, pues una parodia. Sí que hay un mercado para las parodias de género, como los cómics que va haciendo Enrique Vegas en Dolmen, y sabemos que la parodia de ‘Dragon Ball’ siempre ha sido ‘Dragon Fall’. Ha habido alguna otra, pero esta es la más conocida, así que va a tener un público de lectores veteranos que se la van a mirar. De los demás lectores no tengo ni idea, me enfrento a lo desconocido.
Gracias a ‘Dragon Fall’, has alentado a nuevos dibujantes a realizar fanzines que han llegado a tener gran éxito. Un gran ejemplo de ello es Jesulink, que en una entrevista reciente nos explicó que fuisteis una gran referencia para él a la hora de crear ‘Raruto’. ¿Cómo te sientes el ser una inspiración para nuevos autores?
Para mí es un halago. De hecho hablé con él hace poco, en el Salón del Manga de Bilbao. Hemos estado hablando de como iba el Salón y todo eso. Yo he visto el tipo de parodia que hace él, claro que si sigues la serie de Naruto te hace mucha gracia. Luego, en la que ha querido empezar él por su cuenta, ‘5 Elementos‘, se la juega más, igual que yo me la juego con cada cómic que hago por mi cuenta, pero su parodia tiene un estilo que se reconoce fácilmente. Hoy en día tenemos mucha más competencia ya que, de cada cosa nueva que sale, automáticamente tienes la parodia de turno.
“Con ‘Dragon Fall’ me siento como Los Ramones en su época
Puede decirse que fuisteis los precursores.
Claro que sí. Y claro, te viene Jesulink y te dice: “Has sido mi inspiración y empecé a hacer cómic animado por lo que estabais haciendo vosotros”, me hace sentir un poco como Los Ramones en su época, los pioneros, que empezaron sin tener ni idea y de repente tenían detrás a un montón de gente que va diciendo: “¡Es que me encanta lo que hacíais!” Y yo no sé ni cómo lo hacíamos, pero estuvo bien.
El éxito de ‘Dragon Fall’, además, te supuso un nombre en la industria del cómic que te ha llevado a realizar parodias como ‘Los paladines del horóscopo’ o ‘Baladita de rasca y chispa’. ¿Hubo algún momento en el que tuviste miedo de estancarte?
Sí lo hubo, sí. Sobre todo en los 90, cuando estaba haciendo ‘Dragon Fall’ y era evidente que había un cierto encasillamiento. La mayoría de gente que me llamaba o me ofrecía algún trabajo siempre tenía en mente una parodia de algún manga de aquel momento. Hice ‘Dragon Fall’ y a la vez ‘Los Paladines del horóscopo‘, que fue un número único de unas 30 páginas, y pensé que merecía la pena intentar alguna cosa más.
En tus obras has trabajado tanto en el dibujo como en las historias que querías explicar. ¿Qué sueño pesaría más para ti, convertirte en el dibujante o en el guionista español más conocido?
Uf, me lo pones difícil. Me gustaría dar con esa historia con la que me reconociera todo el mundo, aunque realmente también acarrearía lo otro. El reconocimiento está bien, desde luego, sobre todo considerando que a los autores de cómic de este país no se nos considera ni artistas. La cultura es una cosa muy subjetiva.
Vayamos a la actualidad. Acabas de publicar ‘Los Mundos de Valken: Océanos en llamas’, un Space Opera que no tiene nada que ver con lo que has hecho anteriormente. ¿Por qué te decidiste a realizar esta obra?
Era un viejo sueño que tenía desde pequeño. Quería hacer una historia del espacio de las que a mí me gustan y me han gustado siempre. Yo vi el estreno de ‘La Guerra de las Galaxias‘ mientras en la televisión estaban dando ‘Espacio 1999‘, y me quedé con una imagen del espacio como un entorno misterioso y oscurillo. Entonces, llegaron películas como ‘Alien‘, ‘Blade Runner‘, y me dieron ganas de hacer eso. Un cómic con esa visión que tuviera un aspecto un poco retro. Decidí crear un cómic de muchas pequeñas historias que tuvieran todas una coherencia entre sí.
En esta historia vemos un mundo completamente nuevo, lleno de sensibilidad pero con acción constante. ¿Cómo estructuras una obra limitada de ciencia ficción para calibrar todo esto?
Fue un poco por la necesidad, porque cuando Guillermo de Grafito Editorial me ofreció este trabajo, me dijo que quería hacer libros de cien páginas. Sus palabras fueron: “Queremos que crees una saga del espacio, queremos un universo con todas esas cosas, que se vea que esto es rollo ‘Star Wars‘ o ‘Star Trek‘”. Ahí ya fue un reto enorme: contar una pequeña historia que ocupara 100 páginas y que además tenía que mostrar que aquello era un universo grande, con mucha textura. Mi decisión fue crear una obra coral con un montón de personajes y dejar que fluya, que pasen escenas en diferentes puntos y que todos pasen en el mismo universo, para que vieran que pasan muchas cosas en otros sitios y que hay mucho más ahí fuera. Por eso también el ritmo se ha acelerado, porque no hay pausas. Siempre pasamos a alguna nueva historia. Estoy tanteando ideas para el siguiente, lo que sí sé es que va a ser un poco más detenido. ‘Lo Mundos de Valken’ tenía una doble función. Tenía que funcionar como una historia y a la vez como una guía de introducción a este universo. Aparte, para completarlo, hemos subido a la página web de Grafito un apartado que se llama “Saber Más“, donde hemos metido toda la información de trasfondo. Al leerte esa Wiki te entran más ganas de leerte o releerte este libro.
Con la vuelta de ‘Star Wars’ y la reciente ‘Guardianes de la Galaxia’, los Space Opera de antaño parecen volver con más fuerza que nunca. ¿Crees que es el momento idóneo para la publicación de ‘Los Mundos de Valken’?
Me lo estuvo comentando, precisamente, Guille, y yo tenía miedo. Le dije “Es que veo mucha competencia”. Claro, no es lo mismo que hacer un cómic de aventuras, de humor o de algún otro género más estándar. La ciencia ficción es un terreno muy concreto que tiene un público muy exigente. Pensaba “No sé si vamos a dar con el producto super-comercial que buscan y que a la vez sea lo suficientemente exigente para el público que consume ciencia ficción”. Tenía todo el rato esa preocupación en la cabeza. Me rallé mucho este último año mientras lo hacía, pero al final me ha dejado bastante tranquilo. Creo que sí, que hemos conseguido auparnos al carro de la ciencia ficción contemporánea. Aunque creo que tiene bastantes similitudes a ‘Firefly’ más que a otros productos de la actualidad como ‘Guardianes de la Galaxia’.
¿Qué reacciones está teniendo el público con ‘Los Mundos de Valken’?
Por ahora la reacción está siendo entusiasta. Y yo encantado, vamos. Estoy muy contento, muy satisfecho y muy tranquilo. Esto último es importante, porque estaba acojonado. Veía que iban a despellejar este cómic, pero está gustando mucho. Las críticas, hasta ahora, están incluso sacándole matices al cómic que a lo mejor yo no vi cuando lo hacía, y que al releérmelo he dicho “Anda, pues sí, podría exprimir más esto o esto otro en próximas entregas”. Las críticas me han venido muy bien para revisitar mi propio cómic y verlo desde fuera, que era la visión que me faltaba, la del lector que no ha estado trabajando en el proceso. Aunque es algo que tampoco consigo tener en ningún cómic.
Ya va bien que te tomes las críticas de esta forma, porque hay autores que no las quieren ni ver.
Ya, bueno, es que siempre nos intentamos poner en lo peor. Yo mismo soy mi peor crítico, y ahora lo que me interesa es llegar al mayor público posible, que sea algo con mucha difusión. Intentamos llegar a más medios de los que tenemos, pero lo hacemos como podemos. Ahora estoy intentando hacer un vídeo para youtube sobre el cómic, alguna animación y cosas parecidas que incentive a la gente a leerlo. La clave es contar con la persona adecuada y tener contactos.
“El ritmo idóneo de esta serie sería un tomo al año”
Seguramente vaya a conformarse una serie después de este primer capítulo titulado ‘Océanos en Llamas’. ¿Cómo será el proceso de llevar a cabo los próximos números?
Yo diría que, con esta serie, el ritmo idóneo sería un tomo al año. Son cien páginas, que no las haces en un mes, y creo que sería conveniente una continuidad de este tipo. Este número ha salido lento, he tardado más de lo que podría haber tardado en otras condiciones. Aunque esto también ha sido porque tenía que rehacer la historia, ya que este proyecto tenía como cuatro años y, mientras lo iba adaptando al cómic, lo fui rehaciendo para mejorar la primera versión, que ya no me gustaba. Entonces, en el próximo no tardaré tanto. Lo tengo bastante más fresco y concretado en la cabeza. Solo queda pasar la idea a los lápices. Ya sé qué ambientes quiero usar y todo eso, así que veré si poco a poco puedo hacer las cien páginas y estaría guay que esta vez no tuviera que volver loco al lector con tanto cambio de página. Pero bueno, haré lo que tenga que hacer. Si con ‘Juego de Tronos’ funciona… (risas).
¿Por qué decidiste publicar ‘Los Mundos de Valken’ en Grafito?
Realmente fueron ellos los que vinieron a mí para pedirme este cómic. En ese punto, yo tenía el cómic archivado y no sabía cuándo lo iba a retomar. Y si no hubiera sido por Grafito creo que no lo hubiera editado con nadie. Almenos en varios años. La iniciativa, sobre todo, fue de Guillermo.
A Grafito Editorial le presentaste otro cómic aparte de ‘Los Mundos de Valken’, aunque finalmente se quedaron con este. ¿Puedes hablarnos del otro proyecto?
Estoy trabajando en ello. La otra idea es una macarrada que se me ocurrió hace ya tiempo y por pura diversión. Es uno de esos proyectos que te metes a hacer para pasar el rato entre trabajos, porque te apetece simplemente dibujar cosas que te gustan. Me gusta el Heavy Metal, me gustan los juegos de lucha, la fantasía heroica… me tiran un montón de cosas así y quería algo que mezclara todo ello en algo unitario, con un look urbano y que permitiera crear un pequeño universo donde pudiera congregar seres con superpoderes, de fantasía, robots gigantes… todo lo que me apetezca. Y este es un poco el mundillo que me he dispuesto a crear. Ya he mostrado alguna imagen en convenciones y parece que están gustando.
Es un mundo como el nuestro en el que los seres de fantasía han vuelto y llevan años en una difícil situación. Todo ello tiene un aire postapocalíptico sin llegar a los extremos de ‘Mad Max’, pero con cierto look entre urbano y oscuro. Las naciones como tales ya no existen, ahora son Ciudades-Estado repartidas por el mundo, y te encuentras con que, aparte de los humanos, hay elfos, enanos, hombres lobo, vampiros, etc. Algunos se unen en bandas de moteros, otros en grupos de rock… cosas así. De vez en cuando ves a robots gigantes que se usan para acabar con las criaturas que son el detonante de todo, una especie de seres mecánicos con aspecto demoníaco. Y a raíz de ahí arranca la historia. Es un cajón de sastre para poder tirar de ahí con diferentes personajes, del tema que yo quiera.
¿Para cuándo estará y cómo lo veremos?
Lo estoy trabajando durante el verano. Estoy haciendo unas cuatro historias (o cinco, a este paso). Cada una de seis páginas que son introductorias y están pensadas para formato pantalla, digital. Entonces, la idea sería explicar en seis páginas tal personaje, tal historia y, a la semana o dos semanas, explicar otra nueva historia que sea un diferente aspecto de ese mundo y estén relacionadas entre sí. Así también podría saber cuáles son los personajes que gustan más a la gente… y ver por dónde puedo comenzar. Espero para después de verano tener esto presentado tanto si me lo quiero subvencionar yo mismo a través de un crowfunding como si cuento con una editorial para lanzarlo. Es una lectura que será mucho más ligera que ‘Valken’, es otro estilo e incluso son productos que pueden complementarse.
En el propio cómic se aporta una serie de productos que dan un valor extra al ejemplar. ¿Crees que el merchandising de este tipo es algo que está dejado en el cómic español?
El tema de merchandising lleva años muy abandonado. No sé si es por dejadez, porque se piensan que es muy caro o por lo que sea. Realmente, el coste depende mucho de cómo lo quieras hacer y qué quieras hacer. Pienso que no es tan caro producir ya sean láminas, posters, camisetas o tazas. Nuestros vecinos lo hacen. Deberíamos decidir mandar algo de merchandising para apoyar el cómic que estamos haciendo, siempre que ese cómic genere el interés suficiente. Es una estrategia inteligente y ayuda a difundir el cómic. Sacas un cómic como este y haces, yo qué sé, tazas con los emblemas de las casas o incluso de los personajes, los posters que hacemos… y mejora muchísimo. Yo ya he estado hablando con una empresa que hace camisetas y les interesaría hacer de ‘Valken’, o bien entrar a saco con el cómic que estoy interesado en realizar.
Es algo a lo que se le podría dar mucha más relevancia en España.
Además, en su día se abandonó este tema, pero se le podría haber dado mucha más caña. Por ejemplo, en España hemos tenido durante muchos años una industria juguetera muy potente. En Valencia, también en Barcelona… y todo eso acabó “embullido” por la industria extranjera. Pero siempre tuvimos la opción de fabricar las cosas aquí. Y en los sesenta, por ejemplo, cuando fue la época de máximo apogeo del ‘Capitán Trueno’, había una casa (Iberoplast) que se decidió a sacar muñequitos del ‘Capitán Trueno’. Llegaron al punto de comunicación con la editorial Bruguera, e iban sacando los muñecos de los personajes que iban a presentar al mes siguiente, en el cómic. Era una forma de feedback, de cooperación de un tipo que tienen muy claro fuera (en EEUU, Francia…) y que aquí parece que no. En Francia mismo están haciendo figuras del gato Blacksad, algo que podríamos estar haciendo nosotros y no hemos sabido aprovechar.
Vemos, a través de nuevas editoriales como Grafito y de nuevas plataformas como Whakoom, una especie de intento contemporáneo por impulsar el cómic en España. ¿Crees que es un buen momento para la industria en este país?
Hombre, si obviamos el tema de la crisis, que ha parado muchas industrias y ha hecho caer algunas editoriales y grupos mediáticos; lo cierto es que el momento actual, en lo que se refiere a comunicación, es inmejorable. Tenemos las mejores herramientas y todo lo que puede interesar se expande rapidísimo, con lo cual si algo gusta lo sabes en cuestión de días. La única cuestión es tener iniciativa. Aunque a mí muchas veces me falta iniciativa cuando debo hacer las cosas yo solo… pero me gustaría mucho que las empresas que tienen medios, trabajan en multimedia, etc. mostraran iniciativa en ese sentido. Que no se limitaran, simplemente, a seguir la corriente de lo que se vende por ahí. Parece que siempre estén esperando a que otro dé el paso y entonces le copian, pero francamente hay que mostrar más iniciativa. Debemos aprovecharlo más ahora que tenemos tantos medios a nuestra disposición. Lo mismo que te he comentado, hacer un vídeo en youtube, parece una tontería pero puede ayudar muchísimo. Debería haber más gente haciendo estas cosas.
¿Por qué crees que aquí no tenemos una cultura del cómic como la tienen en otros países?
Hm… es que no es solo el cómic, es la cultura en general. Claro, Francia no se comió una dictadura de cuarenta años que lo paró prácticamente todo. Nosotros no tuvimos un mayo francés, a nosotros nos pilló en Niza (risas). Hay que ser justos, nosotros hemos tenido lo que hemos tenido y debemos andar un camino distinto. Pero, si queremos llegar hasta ahí, hay mucho que andar. Y, sobre todo, hay mucho que cambiar, muchas actitudes que no deben seguir igual. Pero no solo a nivel empresarial, la gente de la calle también. Hay muchos supuestos, muchos prejuicios. El cómic, como ya te he comentado, está considerado como un arte de segunda o ni siquiera como un arte. Hay como una serie de convenciones sobre lo que es y lo que no es arte. Parece que arte solo es lo que sale en las páginas de estilo de ‘El País’. Y ya está. Igual que la única música válida es la que ponen en ‘Los 40 Principales’, y lo otro es ruido. Hay que tirar abajo muchos tópicos. Sobre todo, hay que entender que si una cosa da dinero será por algo, y también hay que ser menos prejuicioso con eso.
El cómic, como industria, lo único que necesita es más cooperación; que la gente esté más dispuesta a invertir. Aquí, durante mucho tiempo, se invirtió en el ladrillo y en nada más. No se invirtió en cultura porque se consideraba que no daba dinero, una mentalidad muy errónea. Y la idea que se tiene de la cultura es totalmente falsa. La cultura está vista como algo aburrido, y no es así. La cultura puede ser muy, muy entretenida. Son muchas pequeñas cosas, muchos pequeños caminos que hay que seguir. Y todos tendremos que hacer algún avance hacia alguna dirección. Algún sacrificio… aunque siempre nos toca hacer sacrificios a los mismos, pero vaya… Yo creo que se puede conseguir, y el objetivo para mí sería lograr algo parecido a una industria del cómic europeo, unificada. Eso estaría muy bien, podríamos competir todos juntos, y esparcir y exportar los productos.
Bueno, viendo cómo está la cosa en Europa últimamente, esto parece un sueño utópico.
Ya. Lo sé, lo sé. Pero eso es porque Europa no está llevada por la gente idónea.
Se ha conformado, a lo largo de los años, una especie de cultura alternativa que aúna términos como puede ser el cómic, la ciencia ficción o la música rock. ¿Crees que, hoy día, todo esto sigue viéndose como algo alejado de la cultura más clasista?
Bueno, la principal característica que tiene el cómic es que aporta imagen, que tiene viñetas. Y esto juega en su contra a la hora de catalogarlo como un arte equiparable a la literatura. Como te digo, en Francia no tienen ese prejuicio, pueden invitar a ferias de literatura tanto a autores de libros como de cómics. Yo he estado tranquilamente sentado en una de estas cenas de ferias de libros al lado del que sería el Arturo Pérez-Reverte o el Antonio Gala de turno francés. Esto aquí sería algo impensable, pero podría ser. La gente se debe convencer de que es un medio. Un medio que puede contarte toda clase de historias. Yo he llegado a leer ensayos en cómics, lo que pasa es que es algo muy minoritario. No tiene la expansión de otros medios.
Algo así puede verse con el auge del término “novela gráfica”. Hay muchos que, para no decir que leen cómics, dicen que leen novelas gráficas.
Sí, y la gente no sabe ni lo que significa novela gráfica, pero lo dicen porque suena “cool”. Hay medios que usan el término novela gráfica porque piensan que es el sinónimo de cómic y no es así. Realmente, se parecería a lo que hemos hecho nosotros. Una novela gráfica sería una historia autoconclusiva que ocupa más páginas que, por ejemplo, un álbum como los de ‘Astérix’ o ‘Tintín’ de antaño. Por ejemplo, yo creo que Grafito es una editorial de novelas gráficas. Aunque a mí no me gusta especialmente llamar a este cómic novela gráfica, pero si técnicamente lo es, pues vale. Y si así lo puedo colocar en el FNAC, mejor (risas).
También puede verse una gran diferencia entre el cómic manga o el estadounidense, en el que tienen temáticas clave bastante definidas, y el europeo, que no termina de saber por dónde tirar. ¿Piensas que esto es algo bueno o que, por el contrario, debería definirse una temática clave en el mercado europeo?
Es verdad que los géneros parecen un poco diluidos en Europa, pero también depende dónde mires. En muchas editoriales francesas tienen departamentos que se dedican a diferentes géneros. Una sección juvenil, otra adulta, otra humorística, otra infantil… intentan tener bastantes secciones. Pero yo no me siento muy cómodo con la definición de género. Me gusta hacer historias con mezclas de géneros. ‘Los Mundos de Valken’ no es solo ciencia ficción, creo que aporta más cosas… y el próximo que estoy preparando tendrá una mezcla muy grande.
¿Cuál piensas que es la principal diferencia entre el estado de la industria del cómic en los años 90 y en la actualidad?
Podría ser el tipo de gente que yo me encontraba cuando empecé (que mucha ahora ya no está por ahí), que sobre todo eran personas que venían de otra forma de hacer cómics. Habían estructuras editoriales en las que tú empezabas, dabas tu trabajo, la editorial lo valoraba, y si le gustabas lo editabas. La editorial corría con todos los gastos, lo difundía, lo movía… pero a lo largo del tiempo las editoriales han ido a menos en ese sentido. Ahora es más difícil que una editorial haga todo ese trabajo de difusión y promoción, por lo que te acabas encontrando con que tú mismo debes hacer ese trabajo. También, en los noventa se quiso dar un impulso al cómic que se producía aquí, cuando estábamos con ‘Dragon Fall’. Había montones de publicaciones. Pero fue un pequeño boom que salió y que no duró demasiado. Nos quedamos, de repente, con un palmo de narices, preguntándonos dónde podíamos editar. Muchos acabaron probando en Estados Unidos, otros en Francia… de esta quinta nuestra ha salido un gran número de artistas que han acabado trabajando en mercados extranjeros.
Una verdadera fuga de cerebros.
Los artistas como nosotros hemos protagonizado fugas de cerebros mucho antes que otros sectores, me temo. Porque para nosotros la crisis empezó mucho antes. Siempre ha estado ahí. Todo a causa del estado de abandono que ha sufrido el ámbito cultural. Es por eso que a mucha gente le salen mejor las cosas cuando se va afuera. Bueno, no a todo el mundo eh, que hay de todo (risas).
“Me han mandado links para descargarme ‘Dragon Fall'”
¿Ves una oportunidad en el cómic digital o una amenaza por la posible piratería?
Es que la piratería ya está ocurriendo. Cualquier persona tiene ya la colección de ‘Dragon Fall’ entera para descargarse en internet. Y lo he visto. A mí me han mandado links para descargarme ‘Dragon Fall’ si quiero. Y yo en plan “Muchas gracias, a ver si hago un hueco en el disco duro” (risas). Cualquier cómic que tú puedas sacar… ¡Este mismo! (‘Los Mundos de Valken’) seguramente ya debe tener a alguien escaneándolo y subiéndolo a la red.
Así que hay que verlo como una oportunidad, usarlo como ventaja y dar a la gente contenido online, inmediato. Un ejemplo sería sacar una historia corta online de X páginas y, si gusta, dar a conocer que se sacará el cómic en papel por si lo quiere comprar, diciendo que habrá mucho material más que no se ha subido. Por ejemplo, ‘Los Mundos de Valken’. Hemos sacado la edición en PDF para que la gente pueda descargársela por un par de euros y la pueda leer entera. Si te ha gustado y la quieres tener en papel para así tener un dibujo dedicado y lo que quieras, pues cuesta tanto, y la puedes pedir en la misma página donde te has descargado el PDF. Lo intentamos poner fácil.
Y además te permite llegar a otros mercados, por ejemplo a través de las traducciones.
De hecho, este es otro paso que se quiere dar con los cómics de Grafito. Se están traduciendo a un par de idiomas, y veremos si este mismo año podemos tenerlo en inglés y en francés. Entonces, mientras más gente lo esté leyendo por ahí, más posibilidades habrán de vender los derechos a editoriales de otros países. Una edición en francés, en inglés, para Canadá… sería algo muy importante para nosotros, porque en la actualidad cualquier cosa que hagas, estés aquí o en Zimbawe, debes pensarlo en global, que sea exportable fuera.
¿Cuál dirías que has sido el momento más difícil de tu carrera?
Hace unos años pasé una época de bajón muy gordo. Estaba bastante deprimido, después del éxito de ‘Dragon Fall’ y todo eso, que pasó como por un boom. Acabaron los 90 y asumí que nunca encontraría un cómic que vendiera lo que este. Porque claro, era un fenómeno aparte. Y simplemente estuve un tiempo estudiando de nuevo un poco, sacándome diseño gráfico y algo más que hice, en casa de mis padres. Tranquilo y a mi bola. Finalmente, volví a Barcelona, dispuesto con un proyecto que no acababa de lanzarse, al final lo editamos con Dolmen, uno llamado ‘Rockers’, y por esos años también supe que se empezaba a editar ‘Dragon Fall’ en Francia. Entonces, decidí ir a Francia y me encontré con otro mundo. Y a raíz de empezar a actuar allí como autor, en Angouleme y otras ferias del libro, también vi cómo se trataba a los autores, cómo se hacía el proceso desde dentro, y volví aquí con ganas de hacer cosas así. Y me di con una pared tras otra. Así que acabé muy deprimido. Pensando que aquí la gente no tenía ganas de ganar dinero. Pero lo que no tenían ganas era de arriesgar dinero, y así no se puede avanzar. Acabé muy frustrado.
¿Y se sigue así o piensas que ahora hay más ganas que entonces?
Hmm… No te sé decir. Yo diría que con la crisis y la precariedad la gente se está espabilando por fin un poco, y están un poco más dispuestos a arriesgar porque tienen menos que perder. Habrá que verlo. Yo con Grafito estoy contento,
porque es gente que se lo está jugando todo, y por ahora me están demostrando ser personas que responden inmediatamente a todo. Bueno, vamos a ver esta aventura que hemos empezado juntos. A ver hasta dónde nos lleva.
¿Y cuál crees que ha sido tu momento más gratificante?
Pues, como te digo, cuando empecé a publicar en Francia y vi la respuesta del público, de gente que no me conocía en absoluto. Porque sí, es una cultura parecida a la nuestra, pero no es exactamente igual. Y tienen un respeto y te tratan como un artista, no como un friki. Es muy diferente.
Por último, en La Casa de EL siempre hacemos la pregunta típica de Batman o Superman, pero en esta ocasión merece cambiar un poco la perspectiva, así que, ¿Sosón Goku o Vegetal?
(Risas desenfrenadas) Estoy más con Vegetal, eh. Sí, sí, porque es un antihéroe, y siempre me han tirado más los antihéroes. Además, es un personaje que tal y como yo lo creé… en el fondo es noble. Lo que pasa es que, claro… en su propio concepto. Muy en el fondo, cuando rebañas y ya no queda más de sí (risas).