Este otoño, los mutantes se enfrentan a una amenaza reconfigurada, cuatro nuevos centinelas nacidos de las cenizas de distintas guerras
Los amantes de Marvel y su universo mutante están a punto de recibir un sorprendente regalo este octubre: una serie de cómics que promete cambiar las reglas del juego. El día 9 de ese mes, las tiendas de cómics de todo el mundo presenciarán el lanzamiento de “Sentinels #1”, dando inicio a una miniserie de cinco números que podría ser una de las más comentadas del año.
La nueva era y sus prototipos cibernéticos
Una nueva era amanece para los mutantes de Marvel, ya que de las cenizas de antiguas batallas surge una versión mejorada y temible de los icónicos Centinelas, aquellos gigantes diseñados para cazar mutantes. Ahora, encarnan una fusión impresionante de hombre y máquina, potenciados por la misma tecnología que impulsó a los primeros cazadores de mutantes. Estos nuevos soldados cibernéticos tienen la misión de capturar a los mutantes más peligrosos, aquellos vistos como una amenaza para la humanidad.
Este no es el típico equipo de Centinelas que hemos visto en el pasado. Dirigidos por Lawrence Trask, un personaje cuyos poderes mutantes le otorgan visiones apocalípticas del futuro, esta nueva formación aprovecha la avanzada tecnología de sus ancestros, pero con un giro crucial: están bajo el control de la misma comunidad mutante que solían perseguir. Trask, convencido de que debe actuar antes de que sus visiones se materialicen, dirige a este equipo en una misión para neutralizar a los villanos responsables.
Guerreros forjados en conflicto
El equipo está compuesto por cuatro integrantes, cada uno moldeado por conflictos superheroicos previos que los han marcado profundamente y definido sus capacidades. Sawtooth emergió tras los eventos de Secret Empire, mostrando las cicatrices y la resiliencia adquirida. Lockstep sobrevivió a la Muerte del Doctor Strange, un testimonio de su resistencia y astucia. Drumfire entró en juego durante las luchas contra Onslaught y el King in Black, demostrando su poder y firmeza en combate. Por último, Voirod apareció durante World War Hulk, un soldado nacido en el caos pero destinado a la estrategia y el combate.
Alex Paknadel, conocido por su trabajo en Red Goblin, es el guionista detrás de este intrigante proyecto. Paknadel ha expresado su entusiasmo: “Como fanático de X-Men desde que tengo memoria, estoy emocionado de compartir ‘Sentinels’ con los fans. Este libro trata sobre seres humanos imperfectos realizando un trabajo sucio por una causa cuestionable. Junto a Justin Mason, estamos decididos a hacer que los lectores se preocupen por cada uno de estos personajes. Independientemente de lo que esperen, este libro les sorprenderá”.
Los Centinelas a lo largo de los cómics
A lo largo de los años, los Centinelas han pasado por numerosas iteraciones, cada una reflejando los miedos y desafíos de su época. Desde su primera aparición en 1965, estos gigantes robóticos han sido una constante amenaza para los X-Men y el mundo mutante en general. Originariamente creados por Bolivar Trask, los Centinelas fueron diseñados como una solución al “problema mutante”, encarnando los temores de una sociedad que veía a los mutantes como una amenaza existencial.
En los años 90, los Centinelas evolucionaron hacia formas aún más sofisticadas y mortales, destacando la versión Nimrod, que representaba el pináculo de la tecnología anti-mutante con habilidades de auto-reparación y adaptación táctica. Otro desarrollo significativo fue el proyecto Omega Sentinel, que integraba tecnología más avanzada y habilidades ofensivas mejoradas, lo que les permitía no solo detectar mutantes, sino también combatirlos en términos mucho más igualados.
La iteración más reciente, presentada en esta nueva serie, muestra a los Centinelas no solo como herramientas de supresión, sino también como seres con elementos cibernéticos, cruzando la línea entre máquina y hombre. Esta nueva visión de los Centinelas resalta cómo la tecnología y la ética pueden entrelazarse de maneras complejas y a menudo problemáticas, ofreciendo una reflexión sobre la vigilancia, el control y el miedo al otro que sigue siendo relevante en nuestro mundo actual. Esta narrativa se enriquece con la inclusión de Lawrence Trask al mando, proporcionando una dimensión personal y filosófica al dilema de los Centinelas.
