Una vez más ha sido otra fémina la que nos ha hecho llegar una reseña, su nick es Borrego y he de deciros que pese a que tal vez el tema resulte algo confuso para los que no lo han tratado, ha explicado perfectamente todos los conceptos además de incluir varias obras cinéfilas conocidas por la gran mayoría como ejemplos. A continuación tenéis su reseña:
Al contrario que la utopía, la distopía es una realidad imaginada en la que la sociedad se encuentra sumergida en un ambiente decadente u opresivo. Esté término fue acuñado por primera vez por el filósofo John Stuart Mill, a finales del siglo XIX.
Esta expresión se contrapone al concepto de utopía que, establecido por el polifacético escritor Tomás Moro, se refiere a un mundo idílico que no existe. Un aspecto curioso de la dualidad utopía-distopía es que, lo que a un lector le pueda parecer una distopía, a otros se les antoja como una utopía.
Los tres pilares de la literatura distópica están escritos cada uno por diferentes autores, por lo que no se pueden considerar propiamente una trilogía, ya que son historias que reflejan mundos totalmente diferentes. Estas joyas no son otras que “1984”, de George Orwell; “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley; y “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury, que han sido la fuente de inspiración de todo el actual género ciberpunk y parte de la ciencia ficción. Estas tres novelas son tan parecidas en la distopía como distantes en su argumento.
“1984”, de George Orwell, trata de un mundo futuro (fue escrita en 1949) en el que la sociedad se encuentra dominada por un régimen que se asemeja a un comunismo fascista, en el que las guerras parecen continuarse y los ciudadanos son todos semejantes en uniformada vestimenta y modo de vida. Continuamente vigilados por el “Gran Hermano“, la información está totalmente vetada y manipulada por el poder.
Por el contrario, “Un mundo feliz”, de Aldoux Huxley (1932), dibuja un universo en el que reina la tecnología y en el que existe tal sobreinformación que los ciudadanos, saturados por ella, se muestran indiferentes, quedando de este modo totalmente desinformados. Se trata de una sociedad en la que todo el mundo es feliz con su clase social y con el nivel jerárquico que les corresponde. El paraíso para unos se convierte en desolación para otro.
“Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury (1953), muestra una realidad en la que los bomberos ya no apagan fuegos, sino que se dedican a quemar libros, los cuales están prohibidos como el resto de la información. Los ciudadanos parecen vivir acomodados de este modo, pero un grupo de ellos está dispuesto a huir de las fuerzas del poder con el afán de no perder lo que consideran el gran legado de la humanidad.
Estas tres piezas, representantes de la distopía, inspiraron grandes obras de la literatura moderna como “Neuromante” (iniciadora del género ciberpunk), “La fuga de Logan”, “V de Vendetta” o “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” (en el cine, “Blade Runner”).