“Nos amamos, ¿crees que eso ocurre todos los días?“ |
“Luchas a espada, torturas y venganzas. Hombres malos y hombres buenos, piratas y bellas princesas. Monstruos de todas las clases y tamaños. Milagros y amor verdadero”.
Así le presenta un abuelo a su nieto la historia que se dispone a leerle, unas palabras a las que el niño se muestra muy reticente, ya que el estaba pasando la tarde recuperándose de un catarro en la cama y jugando a un videojuego muy placidamente.Pero el abuelo (interpretado por el reciente fallecido Peter Falk o más conocido como Colombo), finalmente se pone a narrarle la historia que cuenta el libro que trae en sus manos y así comienza a narrarnos también a nosotros una película que ya es un clásico.
Esta historia es una dentro de otra, la historia que se nos narra y la de un abuelo intentando alegrarle la tarde a su nieto leyéndole un libro que ya viene siendo tradición en la familia, pero evidentemente la película se centra en “el cuento” que se narra, aunque a veces este se vea afectado por lo poco que le gustan al crío las escenas de besos y todo lo que tenga que ver con el amor. Y las palabras citadas al principio no defraudan ya que es todo lo que contiene este romántico relato fantástico.
En un país llamado Florin vive la bella Buttercup en una granja en la cual tiene como empleado un mozo de caballerizas llamado Westley. Buttercup disfrutaba dándole ordenes continuamente para que éste las realizara y él como única respuesta siempre decía: “Como desees”. Cierto día Buttercup entendió con asombro que cada vez que él decía “como desees” en realidad quería decir “te amo”. Esto dio paso a una relación de amor que se vio afectada por la marcha de Westley, que eran un don nadie y quiso buscar fortuna para volver y vivir el resto de su vida con la mujer que amaba.
Pero el barco en el que éste viajaba se ve atacado por el temido Pirata Roberts y a Buttercup le llegaron noticias de que su “amor” ha muerto por lo que aunque ha jurado que no amara a nadie cómo a él, el príncipe por su lado Humperdinck la ha tomado para que sea prometida. Ya no sigo contando más de la película.
Si alguien busca un guión enrevesado con una historia épica y un final sorprendente que no lo busque en este film. Y eso es lo que lo hace bonito, que es una historia bastante “fácil” y “familiar”, le puede gustar a niños, jóvenes y mayores, amantes de la fantasía y a los que no les gusta ésta, simplemente es un cuento, un cuento que se lee a un niño.
Lo que hace de esta película algo mas singular son sus personajes, que aunque son pocos, cada uno aporta algo (el más destacable de todos es el que es casi más famoso que el propio protagonista, Iñigo Montoya) y cabe decir que ninguno de los actores que los interpretan han pasado a ser conocidos por algo más que este film, porque seamos sinceros, no son los mejores actores, es más se podía haber escogido a otros, pero aunque no fueran actores de renombre ni consagrados, aunque hoy nadie se acuerde de ellos por otra cosa, bordaron cada uno de los papeles y eso es lo que importa para una película, no como a veces que vemos en un cartel grandes nombres que posteriormente nos presentan una película de mala calidad y que no supera las mínimas expectativas, este no es el caso de la que hablamos hoy. Su metraje es poco mas de hora y media, por lo que la hace bastante directa, teniendo en cuenta la sencillez de su guión tiene una duración perfecta ya que si hubiera sido más larga habría errado de eso mismo.
“Hola, me llamo Iñigo Montoya, tu mataste a mi padre. Prepárate a morir” |
Es digna de mención su banda sonora compuesta por el maestro de la guitarra Mark Knopfler, que acompaña a la perfección cada momento de esta película.
Para finalizar, solo deciros: Si NO habéis visto esta película, vedla lo antes posible para enriquecer vuestra cultura cinéfila, si tenéis pareja vedla junto a ella. Si en cambio SI la habéis visto y hace tiempo que no la veis os digo: es preferible ver varias veces una película buena que ver varias películas malas.
La Princesa Prometida es una película imprescindible.