Si con la primera parte de este juego, Ubisoft triunfó, con la segunda captó aún a más gente y se reafirmó como un éxito y un personaje habitual en la vida del amante de los videojuegos. La historia sigue perfectamente al primero, Lucy Stillman una de los integrantes de los Asesinos en la actualidad roba la información del sujeto 17, es decir, de Desmond Miles y tras escapar por la fuerza de las instalaciones de Abstergo llevan a este hasta un centro de operaciones de los Asesinos donde ellos poseen un Animus, el Animus 2.0. De esta manera Desmond nos transporta a la era del Renacimiento, a la bella Italia, donde conoce a su antepasado y gran protagonista de esta saga Ezio Auditore Da Firenze.
Ezio es un joven, cuyo padre es banquero y miembro de los Asesinos en secreto. Tras ver cómo asesinan a su padre y parte de su familia, Ezio recordando las palabras de su padre, encuentra en un baúl de una habitación de su casa, un traje que ahora va usar y bastante: los atuendos de un Asesino. Ahora Ezio está deseoso de hacer justicia, pero no tiene las habilidades necesarias, por ello su tío Mario lo lleva consigo a su pequeña villa, Monteriggioni, donde aprende lo básico en lo referente a manejarse con la espada, así como técnicas de evasión y defensa, mientras que a la vez descubre los secretos de su familia. De esta manera logra convertirse en un Asesino preparado para recorrer parte de la Italia Renacentista acabando con sus enemigos.
Al contrario que el anterior protagonista, Altaïr, a Ezio lo vemos progresar y conocemos de pleno su historia y sus motivos. Esto nos hace interesarnos mucho más por la trama. El juego básicamente va de lo mismo, infiltrarse y asesinar a tus objetivos, pero este es distinto. El primer aspecto más apreciable es el entorno y escenarios; es una época con una situación geográfica más bonita que el anterior título, en esta entrega nos movemos por ciudades como: Florencia, Venecia o la grandiosa Roma entre otras. Todas ellas perfectamente caracterizadas y con total libertad de movimiento para recorrerlas de punta a punta. A los movimientos del personaje se le ha añadido entre otras cosas que aquí sí puede nadar y bucear, algo que en ciudades con muchos canales como Venecia utilizaremos bastante para despistar a los guardias además de aprovechar cada lugar donde se pueda nadar para pasar desapercibido o hasta atajar camino.
Además de las misiones principales e igual que en el anterior juego tenemos objetivos secundarios, pero en este título tenemos algo más, algo que nos desvela más cosas de la historia, a saber, los mensajes ocultos. A lo largo de todos los mapas podemos entretenernos buscando con nuestra “vista de águila” los símbolos que tras descubrirlos nos presentarán puzzles que al resolverlos nos darán una brevísima secuencia de video. Si conseguimos desbloquearlas todas tendremos un fragmento de una escena interesante relacionada con la historia que protagonizamos. También podemos ir completando las tumbas y consiguiendo los sellos de los Asesinos para al final con todos poder conseguir el traje de alguien familiar, el traje de Altaïr. En la cuidad contamos con ayuda o servicios que podemos contratar, tales como, milicia, cortesanas para que distraigan a los guardias, médicos que nos vendan medicina o herreros que nos reparen la armadura, entre bastantes más.
Otro aliciente es el apartado histórico, siendo nuestros enemigos de más poder ni más ni menos que los Borgia. Además colaborarán con nosotros personajes como Nicolás Maquiavelo o el mismísimo Leonardo Da Vinci entre otros. De este último, recibiremos mucha ayuda en forma de inventos y mejoras para nuestras armas.
Todos estos aspectos hacen de Assassin’s Creed II un título mucho más completo que su antecesor y más atractivo en todos los sentidos, mejorado en cada uno de sus apartados. Todavía queda un título del que hablar, pero eso será en la siguiente reseña.