“Creo que los cómics pueden estar relacionados con una forma de transmitir la historia. Los egipcios dibujaban en las paredes, hay países que aún transmiten el conocimiento de formas pictóricas. Creo que los cómics pueden ser una forma de historia que alguien donde fuera sintió o experimentó. Entonces a esa experiencia y a esa historia las engulló la máquina comercial y fueron embellecidas y actualizadas para la venta.”
Con este diálogo se puede apreciar la seriedad y solidez de argumento de la cual goza esta película que sin duda es la más seria y más real de todas las que abarcan el género de los cómics y los superhéroes.
En ésta no hay trajes llamativos, no hay multimillonarios filántropos que por un trauma se dedican a combatir el mal, todo transcurre en entorno totalmente normal y cotidiano. Es difícil hablar de este film sin hacer un spoiler como un piano, pero para introduciros en la trama solo se puede explicar lo siguiente:
Ciento dieciocho personas y siete tripulantes viajaban en el tren de pasajeros, el cual que da completamente destrozado por un impresionante accidente, murieron todos a excepción de uno: David Dunn (Bruce Willis). Observando los sucesos Elijah Price (Samuel L. Jackson) el hombre que menciona las palabras citadas al principio, contacta con David Dunn para darle una “explicación” del porque ha salido totalmente ileso del este accidente. Dunn no quiere hacer caso a esta teoría por que de ser cierta…habría cambiando su papel en la vida.
La interpretación de los actores principales es soberbia,
M. Night Shyamalan director y guionista de este film nos consigue traer a un Bruce Willis con una exigencia máxima en su interpretación. Willis es un actor que nos tiene acostumbrados a la acción y frases de héroe taquillero, pero el papel que nos presenta aquí es totalmente distinto, es más dramatico, mas frío, el personaje de Willis, Dunn, se debate en un intenso dilema, entre creer y no creer, y lo mejor y por eso no he seguido hablando de la película, nos hace sentir a nosotros esas dudas y hasta el momento preciso no las vemos disipadas. Por otro lado tenemos el trabajo de Samuel L. Jackson, quién aunque no lleva tanta carga emocional si transmite la convicción necesaria de quien interpreta, este personaje es fundamental pues es el que por decirlo así complica la vida a Willis con sus teorías y su necesidad de creer.
Acerca de la necesidad de creer es algo sobre lo cual se podría comentar mucho, ya que la película nos muestra que hay siempre alguien dispuesto a creer en lo insólito, dispuesto a creer que hay gente capaz de cambiar el mundo, de que los héroes existen y de que no tenemos que más que ser observadores para hallarlos.
Para terminar hay que hacer mención de la sobresaliente banda sonora que acompaña durante todo el film, una autentica obra maestra a cargo del más que conocido James Newton Howard.
El Protegido: Una película que coloca el mundo de los cómics en el cine en un lugar muy digno, una película que no se deteriora, si no que cada vez que la vemos o recordamos nos vienen gratos sabores al recuerdo de nuestro paladar cinéfilo como si se tratase de un buen vino.