Descubriendo a… Ian Somerhalder

¿Quién es ese hombre…? Bajo el nombre de Ian Somerhalder no se esconde un señor alemán, como podría parecer, sino un actor de Louisiana que nos ha sorprendido estos últimos años en televisión. El nombre de Somerhalder posiblemente no os suene a nada. Pero, si en lugar de eso, mencionamos el nombre de Damon Salvatore (su personaje en la serie televisiva Crónicas Vampíricas), los lectores le pondrán esta cara:

Es todo un hallazgo y a continuación lo descubrimos.

Ian nació en Louisiana en 1978, y pasó su infancia en una pequeña localidad nadando, criando caballos y pescando, mientras iba descubriendo su otra gran afición: la interpretación. Pronto ingresó en el club de teatro de su colegio y, posteriormente, se unió al grupo de teatro local. Compaginando su pasión por el teatro con su carrera de modelo, a los 17 años se decidió finalmente por la interpretación. Tuvo que ser una difícil elección, pues no llegó a graduarse en el colegio debido a los frecuentes viajes por Europa que tuvo que realizar para cubrir diversas pasarelas. Por suerte para el mundo del cine, eligió ser actor en lugar de pasante de moda.  En ocasiones, Ian ha declarado que no le gustaba hablar de su faceta de modelo, para que no se le encasillase en ser simplemente un actor con cara guapa.

Se trasladó a Nueva York para continuar su carrera, esfuerzo que dio sus primeros frutos en 1997, cuando consiguió su primer papel para la serie The Big Easy. Aunque se trataba de un pequeño papel en un solo episodio, el hecho de meter cabeza en la industria de la televisión le abrió muchas puertas. Su impulso definitivo le llegó trabajando como extra en la película Black & White, cuando un agente se fijó en él entre los numerosos actores que participaban en la película. Inmediatamente le ofreció firmar para ser su representante, y de ahí en adelante su carrera fue en aumento.

Su siguiente papel fue ya en Jóvenes Rebeldes, un spin off de Dawson crece. A partir de ahí sus papeles se suceden, mayoritariamente, entre capítulos sueltos de diversas series de televisión (C.S.I., Ley y orden: Unidad de víctimas especiales, C.S.I.: Miami…) y telefims (Anatomy of a Hate Crime, Fearless, Marco Polo…).

El primero de sus grandes papeles le llegó en 2004 cuando fue elegido para interpretar al personaje de Boone Carlyle en la conocida serie Lost. No se trataba de un papel principal pero si era uno de los protagonistas en la primera temporada. Ian estuvo pensando en comprar una casa en Hawái para continuar su trabajo en esta serie con más comodidad, pero su personaje desapareció antes del final de la primera temporada, en el episodio 20. Irónicamente, Ian fue el primer actor al que se le asignó un papel en esta serie y también el primer en desaparecer. Sin embargo, volvió posteriormente para algún flash back y para el final del rodaje. En Hawaii, aunque no se hizo con una propiedad, sí que encontró buenos amigos. Allí recogió un gatito callejero, con el que actualmente convive en compañía de otros dos compañeros gatunos: un gato que recogió de una protectora en Nueva York y un gato canadiense. No es de extrañar que le gusten los gatos, ya que él mismo se declara como un maniático de la limpieza.

Es en esa época cuando Ian decide trabajar su cuerpo y aumentar unos 15 kilos de músculo, con la intención de incrementar sus registros interpretativos y obtener papeles más principales. La afición al deporte le viene de joven, y practica asiduamente yoga, beisbol, fútbol y ciclismo. Su trabajo da su fruto cuando es elegido para coprotagonizar Pulse, mucho más comercial que sus anteriores trabajos en el cine, aunque la película no tuvo una buena acogida por la crítica. Otros trabajos que realizó entre 2006 y 2009 fueron The Sensation of Sight, Dime que me quieres, The lost samaritan, Wake o The tournament.

A mediados de 2009 Ian comienza a rodar la serie que le catapultará finalmente a la fama: Crónicas Vampíricas. Y es también, en esta serie, donde muchos espectadores han podido descubrirlo, puesto que le ha otorgado la oportunidad de brillar. Y con brillar no nos referimos a lo que hacen los vampiros de otras películas, sino a deslumbrar al público con sus dotes interpretativas. Y, en este momento, hay que hacer un pequeño inciso. Son muchas las películas de vampiros y de seres inmortales que se han rodado a lo largo de la historia del cine. Pero son muy pocas las que convencen de que uno de sus personajes tiene cientos de años de edad. Por lo general, el público está acostumbrado a encontrarse a un joven que se expresa y se comporta como una persona de su edad, aunque represente a un señor de 200 años. En este caso, Ian interpreta a Damon, y lo hace como si tuviese 200 años de verdad.

Es en esta misma serie donde conoce a Nina Dobrev, su compañera de reparto, con la que anunció que tenía una relación hace apenas un mes, tras muchas especulaciones.

Para terminar el descubrimiento, no se puede dejar de señalar que, aunque Damon Salvatore está un poco locuno y no es precisamente buena gente, Ian Somerhalder es buena persona. No en vano, en diciembre de 2010, tras varios meses trabajando en el proyecto, inauguró su propia fundación benéfica, The Ian Somerhalder Foundation, destinada a educar a la gente en la importancia de la protección del medio ambiente y los animales. Fue uno de los primeros actores de Hollywood en prestar ayuda tras la tragedia del Deepwater Horizon, aparte de su trabajo apoyando otras entidades benéficas como St. Tammany Humane Society (protección de los animales y su hábitat) o It Gets Better Project (prevención del suicidio entre jóvenes gays, lesbianas, bisexuales o transexuales). Estos gestos son loables para una persona que aún no está consagrada como gran estrella de Hollywood, y que cuenta tan sólo con 32 años.