¿Qué ha sido de los antiguos dioses? ¿A qué se dedican hoy en día Odín, Horus o Anansi? ¿Siguen teniendo cabida en un mundo comercial, tecnológico y cada vez menos dispuesto a creer?
Esas preguntas son las que se debió hacer Neil Gaiman cuando decidió ponerse manos a la obra con su novela más ambiciosa hasta el momento. Publicada en el año 2001, se trata de una mezcla de folclore estadounidense, fantasía y un popurrí de varias mitologías, como suele ser habitual en el autor, que recordemos es el creador de Sandman.
El protagonista del libro es Sombra, un personaje taciturno que cuenta los días que le quedan para salir de prisión y reunirse con su mujer, Laura, e incluso Robbie, su mejor amigo, le dará trabajo como entrenador personal en un gimnasio. Sin embargo, cuando apenas faltan tres días lo sueltan debido a que tanto su mujer como su amigo han muerto en un accidente de coche. No tardará en averiguar que no se trata simplemente de un mal golpe del destino, sino de que ambos le habían estado engañando manteniendo una relación.
Solo, perdido, sin nadie ni nada que le empuje a seguir, decide aceptar un trabajo como guardaespaldas del misterioso Señor Miércoles. Todo parecía sencillo: lo lleva de un lado a otro mientras el misterioso hombre se reúne con gente extraña y se asegura que nada malo le ocurra… aunque esas personas no son simplemente “extrañas”: son dioses, antiguos dioses de mitologías ya olvidadas que se encuentran atrapados en los Estados Unidos, y al no tener a nadie que crea en ellos, se ven obligados a lo que sea para seguir sobreviviendo. Y el Señor Miércoles también se trata de un dios, ni más ni menos que Odín, que harto de esta situación decide movilizarlos a todos hacia una guerra santa contra los ídolos modernos y principales villanos de esta historia: Hollywood, Internet, Consumismo…
Sin quererlo, Sombra se ve atrapado en un evento que por momentos le supera, y por si eso fuera poco también tiene que lidiar con Laura, su difunta e infiel esposa, que vuelve de entre los muertos dispuesto a atormentarlo… o al menos confundirlo sentimentalmente hablando.
Es una novela extensa, en la que ningún cabo queda suelto y en la que incluso el propio autor se permite capítulos autoconclusivos para detallar la historia de algunos personajes mitológicos más desconocidos para el público medio, o cómo estos llegaron a América con los primeros colonos, esclavos o exploradores y luego fueron olvidados. Sin embargo se hace fácil de leer y sabe mantener al lector enganchado a sus páginas gracias a unos personajes carismáticos (más los dioses que los humanos, por eso) y su más que original historia.
Si es vuestro primer contacto con algo escrito por Gaiman, debéis saber que es un autor que disfruta contando historias (no obstante se refiere muchas veces a sí mismo como “cuentista” y no como escritor), y que muchas de esas historias tratan de personas contando historias. Muchos capítulos del libro son así, con personajes contándole a Sombra sus orígenes, aparcando completamente la trama principal, por lo que para algunos, los más amantes de la acción, quizá pueda hacerse pesado. Sin embargo, si eres de los que disfrutan con las tramas que desarrollan más el pasado y la forma de ser de los personajes, este es tu libro.
Como curiosidad, como casi todo lo que el autor hace, lo encaja con otras obras suyas utilizando personajes de otras historias, como son “una niña mendiga y su perro”, que se tratan de Delirio y Barnabás de la novela gráfica The Sandman, o los señores Alice y Smith, de un antiguo relato suyo (recopilado en su obra “Objetos frágiles“). También podemos ver a algunos personajes de American Gods en otras historias, como al Señor Nancy/Anansi en “Los hijos de Anansi” o al mismísimo Sombra en el relato “El monarca de la cañada”.
Actualmente la HBO, cadena que emite “Juego de tronos” entre muchas otras y conocida por la enorme calidad de sus series se encuentra trabajando en la preproducción de una serie ambientada en el libro. Sin embargo, la noticia saltó hace un año con intención de estrenarla durante el 2013, pero poco más se ha sabido desde entonces salvo alguna entrevista al propio Neil Gaiman en la que informa que el proyecto sigue adelante.