“En el día más brillante, en la noche más oscura,
el mal no escapará de mi vigía.
Que aquéllos que adoran al mal
teman mi poder: ¡la luz de Linterna Verde!”
Bajo este juramento, Hal Jordan inició su camino como protector de la Galaxia en 1959, creado por John Broome y Gil Kane en el Showcase N°22. Siendo parte de la era plateada del cómic estadounidense, el segundo Green Lantern (o cualquiera de sus alter egos) protagonizó historias en DC durante casi 50 años, viendo interrumpido su andar en septiembre de 2011.
Como todos sabemos, la otrora Detective Comics relanzó toda su línea de historietas publicando 52 nuevos números #1, incluyendo el que reseñaremos a continuación:
La trama escrita por Geoff Johns se lleva a cabo poco tiempo después a los acontecimientos de War Of The Green Lanterns, sin duda un acierto para más de un aficionado al título. El protagonista, en esta ocasión, se vislumbra desde la misma portada y el nombre del primer arco narrativo: Sinestro.
Las primeras páginas sorpresivamente nos muestran al susodicho supervillano sometido, usando el anillo de poder verde y realizando el juramento que caracteriza a los Green Lantern Corps, todo esto mientras es custodiado por los Guardianes. Pronto descubrimos la verdadera razón de tan inesperada escena: los nativos de Oa quieren de vuelta a Sinestro en la corporación, aún ante la negativa del korugariano. Al final, lo dejan libre con la encomienda de buscar la redención y el bien de su sector.
Después de encontrar a Korugar, su lugar de origen, inmerso en una profunda crisis causada por los Sinestro Corps, Thaal decide acudir al único hombre capaz de ayudarlo a liberar a su pueblo. Y es aquí donde Hal Jordan hace su aparición, y con él una serie de cambios en la perspectiva que todos (incluyéndome) solíamos tener del hombre que encarna a Green Lantern. Nos encontramos con un Hal sin poderes, rebasado en todo sentido por sus problemas terrenales, pero con una valentía y heroísmo intactos.
Profundizando en el guion, el escritor americano (Geoff Johns) demuestra otra vez por qué es el hombre fuerte en el área creativa de la empresa, con un inagotable talento que podremos disfrutar en otras renovadas series como Aquaman y Justice League. En Green Lantern, su mayor éxito yace en el minucioso cuidado que le brinda a las escenas de acción. Que si bien son pocas, cada una aparece en el momento justo para que la historia nos mantenga atrapados a cada instante. Otro aspecto a su favor, es la premisa que desde el principio nos propone para el nuevo Universo DC: los tiempos del Hal Jordan carente de actitud han terminado.
Cabe resaltar que el punto fuerte de esta entrega son las ilustraciones de Doug Mahnke, que ya había colaborado con Johns dentro de Green Lantern en Blackest Night. El dibujante nacido en Minnesota le pone su estilo a cada viñeta, pero guardando siempre, el sentido clásico que todo cómic requiere. Dicho de otra manera, evita trazos caricaturescos o exagerados. Los excelsos detalles físicos en los personajes son una muestra más de su habilidad. Todos estos factores se conjuntan para hacer espectacular la aparición de cada extraterrestre o monstruo, que sabemos abundan en esta serie. En el número 6, Mike Choi actúa como artista invitado, aunque en mi opinión, su trabajo deja mucho que desear.
Al final, este reboot será un pretexto inmejorable para ver a dos archienemigos trabajar juntos para conseguir el bien común. Jordan tiene la voluntad que Sinestro necesita para rescatar a su planeta, Sinestro tiene el poder que Jordan precisa para poner en orden su vida. Ambos buscarán hacer lo correcto, ante la sombra de un plan secreto que los Guardianes del Universo están a punto llevar a cabo.
En conclusión, es un cómic recomendable, sin llegar a ser espectacular. Por momentos carece de acción, y sobreexplota las cuestiones amorosas de los personajes (que no es necesariamente algo negativo). Aun así, deja entrever muchas futuras historias, que potencialmente podrían regresar a Green Lantern al lugar que se merece.
Lectura Recomendada: War Of The Green Lanterns