Antonio, uno de nuestros lectores, nos ha hecho llegar una estupenda reseña de la tercera y última entrega de Men In Black, la cual ha querido compartir con todos nosotros y os ponemos a continuación.
En 1997 llegó a las carteleras la adaptación del cómic homónimo de Lowell Cunningham, la primera película de los hombres de negro, dirigida por Barry Sonnenfeld. Tras más de diez años, una secuela y una serie animada, vuelven de la mano del mismo director sin perder su esencia.
La película nos narra cómo el agente J (Will Smith) descubre un día que su huraño compañero, el agente K (Tommy Lee Jones/Josh James Brolin), ha dejado de existir debido a que un alienígena recién escapado de una prisión lunar de máxima seguridad ha regresado al pasado para eliminarlo, evitando que este implantase un escudo para proteger a la Tierra de futuras invasiones alienígenas. Esto hace que J deba volver al pasado para evitar el asesinato de K y la consecuente desprotección de la Tierra ante una invasión alienígena.
El guion, al cual se le podía haber sacado más jugo, no se aleja mucho de las dos películas anteriores: hay una invasión alienígena y hay que salvar el planeta, pero esta vez, recurren al tema de los viajes en el tiempo como novedad. El guion que se nos plantea se mantiene por sí mismo y mezcla de forma coherente los típicos toques de humor de esta saga aportados por el personaje de Will Smith y grandes dosis de acción, dejando un momento para el sentimentalismo. A pesar de no ser una gran película, nos podemos encontrar con escenas bastante buenas y no defraudará a los fans de esta saga. Esta película tiene como uno de sus principales atractivos ver de nuevo a los agentes J y K reunidos en la gran pantalla disparando sus armas de plasma y utilizando sus desneuralizadores .
En el elenco de actores, destacan, aparte de Will Smith y Tommy Lee Jones, el actor que interpreta a K durante su juventud, Josh James Brolin, una grata sorpresa, y el agente W, encarnado por Bill Harder, que a pesar de su escaso papel, realiza una interpretación bastante buena. Otro aspecto de la película a destacar es su banda sonora. Aunque esto no tiene ningún gran mérito, pues se repite el oscarizado tema de las dos anteriores.
Como conclusión, decir que nos encontramos con una película que, a pesar de no tener gran innovación, sube el listón con respecto a la anterior y nos mantiene entretenidos durante los 120 minutos de duración del film.
