Desde que la novela de Richard Matheson (I Am Legend, 1954) fuera llevada a la pantalla grande en 2007, los rumores en torno a una posible precuela/secuela no se hicieron esperar.
A principios de este año, Warner Bros. confirmó que se encontraba trabajando en tan esperada cinta, y que el contratado para realizar el guion sería Arash Amel. A pesar de ello las dudas alrededor del filme han persistido y todavía no se sabe si la nueva historia se llevará a cabo antes o después de los hechos originales, y aún más importante, la continuidad de Will Smith dentro de la saga permanece incierta.
Parecía no existir duda alguna de que el actor norteamericano protagonizaría Soy Leyenda 2, hasta que hace unos días hiciera una serie de declaraciones que dejan más que claro que no quiere convertirse en “el chico de las secuelas“, lo cual resulta contradictorio con su manifestada intención de realizar Men In Black 4 si los fanáticos la piden. Aunque la molestia del dos veces nominado al Óscar también puede ser causada por la tardanza en el desarrollo del proyecto (casi 5 años), su deseo de trabajar en producciones nuevas y originales queda en evidencia.
Recordemos que Smith ya había rechazado un papel recientemente; fue para la película de Quentin Tarantino Django Desencadenado, que está próxima a estrenarse. En esa ocasión su lugar fue ocupado por Jamie Foxx, pero se habló mucho de su compromiso con la secuela de MIB, como causa de la negativa. Algo que al final desmintió, alegando que era el guion lo que no le parecía atractivo.
Dicho todo lo anterior, se puede concluir que Soy Leyenda 2 (o como decidan llamarla) es una completa incógnita, sin reparto y sin director, todo dependerá de Arash Amel y de lo que tenga en mente. Será hasta que el escritor termine el libreto cuando sabremos la dirección que tome este proyecto: una secuela que explote el final alternativo del primer filme o una precuela que nos muestre al virólogo Robert Neville y a la Ciudad de Nueva York antes de que el virus más letal de la historia acabe con la humanidad.
¿Cuál preferirías tú?
