En La casa de El intentamos haceros llegar información sobre toda clase de personajes, no siempre protagonistas, a veces ni siquiera juegan en el lado de los buenos. Atrás quedan chicos como Cráneo Rojo, Capitán Frio o Loki. Hoy queremos hablaros de Bane, un personaje más gris, pues aunque técnicamente es un villano, ha protagonizado algunas historias estando de parte de la ley.
Su primera aparición fue en Batman: Vengeance of Bane Nº 1 en enero de 1993, y fue creado por Chuck Dixon, Doug Moench y Graham Nolan. Su historia es bastante triste, hasta el punto de llegar a empatizar con sus motivos: hijo de un revolucionario caribeño, fue condenado nada más nacer a cumplir la cadena perpetua de su padre, por lo que creció en la prisión Peña Dura, en el caribe. En ella pasó toda su vida, escuchando relatos de los otros presos sobre la ciudad de Gotham y el justiciero llamado Batman, que junto a unos sueños recurrentes sobre murciélagos, le hacen pensar que es su destino enfrentarse al caballero oscuro.
Suele pensarse, equivocadamente, que Bane es un amasijo de músculos, pura fuerza bruta, pero nada más lejos de la realidad: es un personaje muy inteligente y culto, pues pasó parte de su tiempo en la cárcel leyendo sobre muchos temas y asegurándose una buena educación. Habla varios idiomas, como inglés, castellano, urdu, persa, latín… además cuenta con memoria fotográfica. Todo esto le serviría más adelante para deducir en poco tiempo la identidad secreta de Batman.
Sin embargo tampoco descuidó su físico, entrenándose cada día para enfrentarse a los peligros de su vida en la cárcel, matando a su primera persona a la edad de ocho años, y llegando a convertirse con el tiempo en el “rey” de Peña Dura. Fue debido a esto que los guardias lo “seleccionaron” como sujeto de pruebas para una nueva droga, Veneno. Ésta había matado a todos los sujetos anteriores, y casi lo consigue con el propio Bane, pero este sobrevive incrementando enormemente su fuerza física a cambio, eso si, de volverse adicto y teniendo que suministrársela cada doce horas gracias a unos tubos conectados directamente a su cerebro. Poco después escapa de la cárcel y decide ir a Gotham y enfrentarse a Batman.
Bane es conocido por ser el hombre que rompió al hombre murciélago: en su primer enfrentamiento lo derrota y con su golpe final le rompe la espalda, dejándolo convaleciente mucho tiempo y tras lo cual se convirtió en el gobernante del mundo criminal de Gotham. Tuvo que pasar un tiempo hasta que Azrael, el sucesor de Bats, se vengara derrotándole y dejándolo muy malherido.
Después de eso intento curar su adicción al Veneno, luchando contra criminales y mafiosos que se dedicaban a su distribución, lo cual le llevaría a colaborar varias veces con Batman. Finalmente ambos firman una “tregua” y Bane abandona Gotham en busca de su padre.
Próximamente podremos verle en el cine interpretado por Tom Hardy en el cierre de la trilogía de Nolan sobre el hombre murciélago, pero también apareció en el despropósito en la película de Schumacher Batman y Robin, aunque bastante desvirtuado, sin inteligencia alguna y limitándose a ser un simple lacayo de Hiedra Venenosa (aunque como curiosidad es el único medio donde tiene un nombre “real, siendo este Antonio Diego).
También hemos podido verlo en el videojuego Batman: Arkham Asylum, en el cual tenemos un enfrentamiento con él además de que el Veneno es usado como parte del argumento, y también realiza un pequeño cameo en su secuela, en la cual le ayudamos a destruir varios tanques de Veneno distribuidos por la ciudad.