En su momento os hablamos del falso (y trágico) final de Oliver y Benji, o Campeones, y hoy os traemos un artículo parecido que tuvo más repercusión si cabe en internet: la difusión de uno, si no de dos falsos finales para la serie Doraemon.
Ante todo, tenéis que saber… ¡Que Doraemon no tiene final! Fujiko Fujio, el autor, falleció antes de poder otorgarle un final a la serie, y por tanto la productora decidió alargar los capítulos sin un final en concreto.
Ahora que ya estáis en materia, vayamos con los falsos finales:
Falso final trágico.
Nobita está en realidad muy enfermo y Doraemon es sólo un peluche y un día despierta y se da cuenta de que todo es un sueño. Incluso se ha hablado de que los personajes de la serie (Suneo, Gigante…) son partes de la personalidad de Nobita… en fin, un final totalmente trágico que como siempre en estos rumores, “causó suicidios en Japón, manifestaciones ante la productora…” vamos, lo habitual.
Falso final un poco más optimista.
Un día Nobita llega a casa y se encuentra a Doraemon inerte. Tras viajar al futuro y contactar con Dorami, la hermana de Doraemon, ésta le explica que hay un problema con sus baterías… y no se conoce solución. Nobita, muy apenado con este hecho, decide ponerse en serio a estudiar y muchos años después, convertido en un gran científico y casado al fin con su amor de la infancia, Shizuca logra reparar a Doraemon… y tras despedirse de él, lo manda al pasado, para cuidar de su versión de niño. Emotivo es un rato, pero creo que Nobita no sería capaz de estudiar ni que le amenazaran de muerte…
Resumiendo: que a los creadores de finales trágicos les entusiasman los finales en los que el protagonista está enfermo/en coma y todo es un sueño. Y parece que el guionista de Los Serrano bebía de estas fuentes con asiduidad…