Frank Miller es sin duda uno de los hombres más influyentes del cómic actual gracias a la creación de obras clásicas como “300”, “Sin City” o “Batman: The Dark Knight returns”, novelas gráficas en las que no solo aportaba un excelente guion, sino también dotaba a sus historietas de unos personales, brillantes y toscos dibujos que siempre conseguía que fuesen a la par con la personalidad de la obra.
Este tomo se centra en ese Frank Miller, en el Miller dibujante; más precisamente, los inicios de Miller en Marvel como dibujante. Con esta premisa, el tomo recopila 6 arcos argumentales, comprendidos entre 1979 y 1981, de distintas series del Hombre Araña en los que Miller se encargaba del apartado gráfico, a excepción de un número, en el que abandonó dicho puesto para sentarse en la silla de guionista.
El primero de los números es “Nobleza siniestra” (“The Amazing Spider-Man Annual #14”, 1980). Este arco argumental une al Doctor Muerte con Dormammu, un ser superpoderoso de otra dimensión para, mediante el sirviente Dilby, abrir la Barrera Siniestra, conquistando así la Tierra. Pero para esto es necesario un sacrificio, así que eliminando a un enemigo, eligen como tal al Doctor Extraño, el cual, cuando se percata del plan, consigue pedir ayuda a Spiderman.
El encargado de abrir el tomo es Dennis O´Neil, el cual crea una historia inteligente, ingeniosa y llamativa desde el primer momento con personajes muy bien definidos gracias a unos diálogos elaborados concienzudamente. En lo respectivo al auténtico protagonista del tomo, Frank Miller, nos encontramos unos dibujos brillantes y muy bien estructurados en los que destaca la habilidad con la que refleja las emociones en los rostros de los personajes, aumentando la ya comentada labor con estos de Adams, y los excelentes y dinámicos movimientos del Hombre Araña sobre una ciudad y unos escenarios perfectamente retratados. A la labor de Miller también contribuye el buen hacer de Tom Palmer, quien mediante su entintado añade profundidad a los rostros y los escenarios. La única pega que se encuentra en el número es el irregular trabajo de Ben Sean con los colores.
La segunda historia es “¡Karma!”, historia que apareció en el Marvel Team Up #100 (1980), serie en la que el protagonista se veía acompañado por un nuevo superhéroe o grupo de estos en cada número. El número comienza con un enigmático y desconocido personaje que, mediante sus poderes, ocupa la mente de Spiderman, doblegándolo y usando sus poderes para raptar a dos hermanos. Los otros héroes del número son la primera familia Marvel, los 4 Fantásticos, los cuales, casualmente, están presentes en el momento del rapto e intentarán detener los actos del Hombre Araña, siguiendo una trama en la que descubrirán una red de venganza familiar, ambición de poder y organizaciones criminales.
El encargado de guionizar la historia es Chris Claremont, el conocido autor responsable del resurgir de la Patrulla X, que nos presenta un arco argumental que, a pesar de su sencillez, se encuentra muy bien desarrollado. En cuanto a Miller, este sigue mostrándonos esos dibujos en lo
s que retrata perfectamente las ciudades, los movimientos del Hombre Araña y las expresiones faciales, haciendo que estos cojan un matiz diferente al del anterior número gracias a Carl Gafford, el colorista, el cual suple perfectamente las carencias del colorista del número anterior.
En “¡Juego de Poder!” (“Marvel Team Um Annual #4”, 1981), un misterioso hombre impide casualmente una entrega de drogas entrando en pelea y demostrando sus asombrosos poderes. El Kingpin, al enterarse de este personaje y sus poderes, decide utilizarlo para eliminar de una vez a Spiderman, Daredevil, Caballero Luna, Luke Cage y Puño de Hierro.
Esta vez, el encargado del guion es el propio Frank Miller, que nos muestra uno de los arcos argumentales más elaborados del tomo, ya que consigue involucrar a la historia un gran número de personajes sin hacer que esta pierda fuerza, al contrario, nos encontramos con una historia inteligente y ágil que capta la atención del lector desde la primera viñeta. A pesar del buen hacer como dibujantes de Herb Trimpe y Mike Esposito, sus viñetas quedan algo planas debido a la labor como colorista de George Roussos; además la entintación tampoco ofrece profundidad a las escenas.
El cuarto número es “Spiderman: ¿peligro o amenaza?” (“The Amazing Spider-Man Annual #15”, 1981). Este arco argumental hace que Spiderman intente evitar la amenaza lanzada por el Doctor Octopus, el cual pretende asesinar a 5.000 neoyorkinos. En esta historia Spiderman no es el único héroe, pues también aparece Punisher, quién, a pesar de su mera presencia testimonial, también pretende atrapar al Doctor Octopus pero sin la ayuda de Spiderman.
A pesar de encontrarnos de nuevo un guion muy simple, Dennis O’Neil consigue darle fuerza ofreciendo al principio un misterioso caso que acaba llevando hasta el Doctor Octopus y después incluye en el relato a J.J. Jameson, permitiéndonos conocer un poco más al carismático personaje en su labor de jefe de redacción del Daily Bugle y como es cuando no está lanzando pullas contra Spiderman. Frank Miller ofrece en este uno de los mejores dibujos del tomo, siendo estos bastante favorecidos debido al entintado de Klaus Janson.
Los dos últimos números son “El ciego guiando al ciego” y “¡Cenizas a las cenizas!” (“Spectacular Spider-Man #27-28”, 1979), que a pesar de su división, realmente son una única historia. Aquí nos encontramos con un Spiderman que necesita la ayuda de Daredevil, pues el villano Merodeador Enmascarado lo ha dejado cegado. Tras el primer número en el que Daredevil hace todo lo posible por ayudar a un traumatizado Hombre Araña, vemos cómo estos dos, aun con Spiderman invidente, hacen frente al villano, el cual planea destruir la ciudad.
Bill Mantlo nos muestra un arco argumental muy bien desarrollado e interesante, ya que vemos una colaboración más directa entre Spiderman y Daredevil que en la tercera historia. Frank Miller continúa igual de genial, quizá, el número en el que mejor se muestre en el que, recordamos, que no solo dibuja a Spiderman, sino a Daredevil, dejándonos atisbar lo que hará con este durante su estancia al cargo de la serie del Hombre sin Miedo. Bob Sharen y Frank Springer también realizan una brillante labor en cuanto a colores y entintados respectivamente, siendo estos los mejores en su labor dentro del tomo.
Como si se tratase de un álbum familiar, Panini nos presenta este tomo en el que vemos los primeros pasos de un Frank Miller del que ya se advertía que crearía grandes trabajos, tanto en el papel de guionista como en el de dibujante. El tomo, a pesar de no mostrarnos una historia clave en el mundo del cómic o que marcase la historia de un personaje, nos encontramos con arcos argumentales muy interesantes que no defraudarán a los lectores que se atrevan a conocer estos números en los que Spiderman comparte protagonismo con Miller . Además, esta sexta entrega del coleccionable “Marvel Héroes” apareció en una oferta especial en la que su precio pasaba de los típicos 9,99 de los tomos Panini a 3,95, ya que este aparecía en la octava entrega de la revista de Spiderman.
Un artículo escrito por Antonio Cañestro Lanzadera
