La Tierra fue salvada tras los eventos acaecidos durante la saga conocida como “Crisis Infinita”. Esto supuso un gran revés a la sociedad metahumana, ya que, además de la pérdida de muchos superhéroes (como Conner Kent o Kal L), Superman se vio obligado a abandonar sus actividades como tal y centrarse en su carrera de reportero como Clark Kent y en su matrimonio con Lois Lane; Batman, consciente de que su obsesión por la cruzada contra el crimen sobrepasaba los límites, decidió volver sobre los pasos que le sirvieron para convertirse en el Hombre Murciélago, llevándose con él a Tim Drake (Robin) y a Dick Grayson (Nightwing) y, por su parte, Wonder Woman decidió tomarse un año para reflexionar sobre su actuación en dicho evento.
Siendo publicada originalmente a partir de Mayo del 2006, es tras “Crisis Infinita” cuando tiene lugar la serie “52”, una serie de caracter semanal compuesta por 52 números en los que cada entrega narra una semana completando así el año que transcurre desde la fatídica crisis hasta el punto de partida de las nuevas 52 series. Así que, tras quedarse el planeta sin sus mayores protectores durante un año, la serie responde a preguntas como “¿qué ocurre durante ese año?” “¿quiénes salen a ocupar el lugar dejado por los mayores superhéroes?”, centrándose así en reflejar las consecuencias de la pasada crisis.
Mientras que, al igual que la mayoría del planeta, Ralph Dibny abandona su papel de Elastic Man intentando superar su pérdida durante la pasada crisis, algunos superhéroes como Acero ayudarán a estos y al resto del mundo a superar las consecuencias del evento. Pero no todos hacen esta labor sin ánimo de lucro: Booster Gold siempre ha querido ocupar la plana mayor en el mundo metahumano y ahora que la ciudad no tiene a Superman, este ve el momento idóneo para medrar socialmente al precio que sea. Por su parte, Black Adam buscará imponer sus normas para evitar así que vuelva a suceder otra crisis. Este momento de “caos” será también terreno fértil para que los villanos tengan carta blanca para desarrollar sus planes, como Lex Luthor, el cual pretende vender un suero que convierta a cualquier humano en metahumano.
Debido a la ausencia de personajes principales como Superman, Batman o Wonder Woman, esta serie aprovecha para sacar a relucir algunos de los personajes de DC que quizá, actualmente, no gozan de tanto protagonismo; hablamos de personajes como Booster Gold, Black Adam, René Montoya, Question, Acero, Ralph Dibny, Animal Man, Starfire, Adam Strange… Además, también nos presentarán a nuevos personajes, como Supernova o Isis.
La serie se encuentra guionizada por un cuarteto formado por los mejores guionistas actuales de DC: Geoff Johns, Grant Morrison, Mark Waid y Greg Rucka. Estos escribirán mano a mano los distintos capítulos, centrándose cada uno en desarrollar uno o varios de los diversos arcos argumentales que tienen lugar a lo largo de la serie. Sin un objetivo en común, cada uno de estos arcos argumentales se van desarrollando de forma paralela entrecruzándose rara vez uno con otro. Esta división hace que, al tener que ir avanzando todas a la vez provocando continuos saltos de historia a historia, tenga un desarrollo algo lento, pero esto no actúa en ningún caso en detrimento de la historia, ya que la obra ni pierde cohesión ni decae en ningún momento manteniendo un ritmo que hace que el lector sea incapaz de abandonar la lectura. Además, los autores consiguen narrar historias sin sacar sus características personales como guionistas, ofreciendo así una lectura uniforme, manteniendo la calidad y aumentando la sensación de cohesión entre las distintas historias. En cuanto a los personajes, los autores son capaces de, a pesar del pequeño espacio que tienen para desarrollar sus arcos argumentales, trazar unas buenas personalidades y hacerlas evolucionar, algo que, finalmente, eso es lo que consigue que una historia valga la pena o no.
En el apartado gráfico nos encontramos a Keith Giffen, quien se encarga de orquestar todo el tomo mediante sus bocetos, los cuales se encuentran retocados y matizados por los dibujantes Eddy Barrows, Chris Batista, Joe Bennett, Ken Lashley, Shawn Moll y Todd Nauck. Al igual que ocurre con el guion, la variedad de dibujantes no se hace notar a lo largo de la serie, ya que todos se basan en los bocetos creados por Keith, ofreciendo así unidad a la serie. Pero inevitablemente, no todos son capaces de mantener la calidad, el dinamismo y el detallismo que ofrecen los dibujos, decayendo estos un poco cuando Shawn Moll se encarga de ellos, realizando unos dibujos un tanto más simplones que el resto.
Afortunadamente, y como no podía ser de otra forma, ECC se encarga de ofrecernos los 13 primeros números de esta serie en un primer tomo que, perdón por la comparación, hace competencia directa por calidad y cantidad a los mismísimos Marvel Deluxe de Panini. El tomo goza de una introducción que meterá al lector de lleno en el contexto haciendo que (y a pesar de ser una obra altamente recomendable) no sea necesario leer “Crisis Infinitas” (también publicado en un tomo de similares características por ECC). Durante las 304 páginas, además de la introducción y los mencionados 13 capítulos, nos encontramos al final de cada capítulo comentarios de los distintos autores hablando sobre ese capítulo en especial. Además, también disfrutaremos de bocetos y dibujos de las distintas portadas que lucieron las distintas entregas en grapa. En resumen, una delicia de tomo desde su portada hasta el final a unos más que justos 25 euros.
Como conclusión, decir que nos encontramos ante un tomo bastante a tener en cuenta para aquellos que quieran profundizar en las consecuencias de “Crisis Infinita” y seguir profundizando en el Universo DC, ya que nos ofrecerá unos arcos argumentales y dibujos de calidad que agradarán fácilmente al lector y que lo mantendrán a la espera de la segunda entrega, ya que la serie al completo se publicará en 4 tomos.
Un artículo escrito por Antonio Cañestro Lanzadera