ECC Ediciones nos trae el tercer volumen de la serie American Vampire, la cual además de estar cosechando un gran éxito, ha sido nominada a los premios Eisner dentro de la categoría “Mejor Serie Nueva”. A diferencia de los volúmenes que editó Planeta DeAgostini (cinco y seis números respectivamente), la versión que ECC ha publicado contiene siete números en su interior, los cuales se dividen en una curiosa historia individual y en la saga conocida como “Guerra Fantasma”, que comprende seis números.
Desde su primera aparición, he de decir que me sorprendió gratamente este cómic y al contrario que con otras series que van en declive o que tienen ciertos momentos bastante más flojos que otros, creando así un argumento de calidad desigual, American Vampire ha logrado por ahora romper esa barrera y despuntar notablemente en lo que a atracción hacia el lector se refiere.
La primera historia, que lleva por nombre “Frontera Extranjera”, volverá a centrarse en el personaje más carismático de esta saga, el vampiro americano conocido por el nombre de Skinner Sweet. En ella, nos remontan a 1919, donde veremos como el chupasangre al que le encantan los dulces acude a ver un espectáculo donde reviven el viejo oeste, con tan mal infortunio, que verá cómo su nombre es mancillado de manera pública para el deleite de los allí presentes.
Este hecho no será del agrado de Skinner, que decidirá dar un nuevo enfoque a la actuación. La historia bien podría ser leída de manera individual, sin conocer apenas nada sobre la saga, ya que salvo el personaje principal, el resto son presentados en ella. Creada a modo de interludio para dar pie a la nueva etapa centrada años después que veremos a continuación, nos sirve para conocer más acerca del primer vampiro americano, raza que da nombre al cómic.
Tras esta primera historia, nos sitúan en el año 1943, concretamente en la isla de Hawai. Allí, en plena etapa final de la Segunda Guerra Mundial, volveremos a ver a dos personajes conocidos por todos los seguidores de la serie, la pareja compuesta por Henry Preston y su mujer, la vampira Pearl Jones.
A modo de resumen inicial para los nuevos lectores o simplemente para refrescarnos la memoria, las dos primeras páginas de esta nueva saga nos muestran toda la información necesaria de lo que ha ocurrido hasta ahora. Tras esto, vemos otras dos páginas en las que Henry está escribiendo una carta de despedida a su amada Pearl, mientras varias dentelladas de colmillos asoman por las rocas que están tras él y después, nos hacen regresar un mes atrás para contarnos los sucesos que nos llevarán hasta ese punto.
Así dará comienzo la saga conocida como “La Guerra Fantasma”, en donde veremos cómo un Henry desquiciado por el mundo en general y por su propia situación, anhela sentirse vivo y para ello busca irremediablemente inmiscuirse en problemas, hasta que el agente Hobbes, miembro de la organización de cazadores de vampiros conocida como “Los Vasallos de la Estrella Matutina”, da con él. Este le ofrecerá un trato para sentirse vivo, viajar junto a un comando de fuerzas especiales a una remota isla de Japón, donde se cree que existe un nido de vampiros.
Como todos os podéis imaginar, lo que en principio parecía una misión sencilla, se tornará en un auténtico infierno, sobre todo cuando encuentren a una nueva raza de chupasangres, totalmente diferentes de los que habían visto hasta ahora. Desde ese momento, dará comienzo una acción frenética, algo que se ha convertido ya en una característica de esta serie de cómics, donde seremos testigos de situaciones llevadas a cabo por actos de desesperación. Y por si fuera poco, un viejo conocido de Pearl volverá a aparecer, teniendo un papel totalmente determinante en el destino del comando allí presente.
Un cómic que al igual que pasa con sus predecesores, la calidad argumental no decae en ningún momento, teniendo un clímax final en el que seremos incapaces de apartar nuestros ojos de las páginas hasta que hayamos concluido el relato. Y visualmente hablando, el trabajo de Rafael Albuquerque es simplemente excepcional, sabiendo crear un halo de oscuridad a los seres con el que es capaz de transmitir la maldad intrínseca que los ojos de estos muestran. Por otro lado, el dúo Snyder-Albuquerque es sorprendente, algo que apreciamos en imágenes que van acorde al texto, como es el caso del primer plano de la lancha al inicio del segundo cómic.
Sinceramente espero que Scott Snyder siga al timón de esta serie que creó en el año 2010 y que tan buenos momentos nos está haciendo pasar, siendo capaz de redefinir el concepto de los vampiros.
La edición que nos precede y que ECC Ediciones ha publicado en formato rústica en nuestro país por un precio de 16,95€, se compone 160 páginas que tienen en su haber los números #12 a #18 de la serie original. Además de incorporar un artículo final y las portadas originales, han mantenido el estilo de cubierta de su predecesor, editado por Planeta DeAgostini. Como os he venido diciendo a lo largo del artículo, American Vampire se ha convertido en una de las sagas con las que más disfruto, siendo totalmente recomendable para el que esté buscando un cómic cargado de acción y suspense, y a su vez, para el que busque una nueva historia sobre vampiros.