Con un guion de Geoff Johns, fue el dibujante Ethan Van Sciver quien, brevemente, en 2007 durante el número 25 de su serie “Green Lantern” enriqueció el ya de por sí vasto universo de DC con los Red Lanterns, un grupo formado por extrañas criaturas que escupían una especie de energía roja por sus bocas. Ahora, DC ha visto su nuevo Universo como la ocasión perfecta para ofrecerles una mayor relevancia en dicho universo, llegando estos por primera vez a protagonizar su propia serie, titulada lógicamente “Red Lanterns”.
En este primer número veremos como Atrocitus, líder y creador del grupo de espectro emocional rojo y caracterizado por la ira y el odio, encuentra su vida vacía debido a que el Green Lantern Hal Jordan le roba su mayor aspiración, asesinar a Krona, quien destruyó el planeta natal de Atrocitus y, por consecuencia, a su familia. Pasando su hastío en el planeta Ysmault y rodeados por Red Lanterns carentes de raciocinio, Atrocitus decide dar sentido a su vida y, con fin de vengar a los seres que han sufrido como él, este decide que, acompañado por sus Red Lanterns, impartirá un castigo ejemplar (más bien mortal) a todo aquel malhechor que lo merezca. Pero para llevar a cabo esta cruzada necesita el apoyo de alguien, así que arriesgándose a una rebelión, este sumerge a varios de sus Red Lanterns en el Océano de Sangre de Ysmault otorgándoles inteligencia. Es así como bajo la amenaza constante de una rebelión contra él, Atrocitus y sus Red Lanterns comienzan a llevar a cabo venganzas a lo largo del cosmos.
Este primer número se encarga principalmente de presentarnos a Atrocitus y a s
us Red Lanterns en general, mostrándonos cómo Atrocitus perdió su familia, cómo fundó a los Red Lanterns y cómo las distintas criaturas portadoras del Anillo Rojo llegaron a adquirir este. Además, también nos presenta al humano Jack Moore, personaje que parece estar destinado a obtener un gran protagonismo en los Red Lanterns, ya que este recibe un Anillo de Poder Rojo por motivo de su odio e ira tras la muerte de su hermano y abuelo.
Las historias que narra el tomo son obra de Peter Milligan. El autor irlandés nos muestra un relato marcado por una constante violencia en el que, además de sentar las bases de la serie presentándonos la plantilla principal de los Red Lanterns, destaca su labor plasmando la compleja personalidad de Atrocitus mediante monólogos que mantiene el personaje enfrente a la tumba de su gran enemigo, Krona. El principal arco argumental podría tener una mayor consistencia y no abogar por narrar historias que realmente no aportan gran cosa a la historia, pero esto no evita que la historia sea entretenida gracias a su gran cantidad de escenas de acción.
En el apartado gráfico nos encontramos a Ed Benes. El brasileño nos muestra unos dibujos que, a pesar de ser decentes y dinámicos, podría gozar de una mayor originalidad, ya que encontramos diferentes poses a los largo del cómic bastante parecidas entre sí. El trabajo del dibujante se ve algo perjudicado por la colaboración que recibe Benes en ciertos números del también dibujante Diego Bernard. Sin llegar a destacar demasiado, la calidad que muestra Ed Benes la mantiene su compañero de color Nathan Eyring, mejorando algo el entintado gracias a Rob Hunter.
ECC nos trae esta primera entrega que recopila las 7 primeras entregas de la serie “Red Lanterns” publicadas originalmente entre el 2011 y el 2012. Además de los 7 números, ECC nos sigue trayendo tomos cargados de material extra, como una presentación de la serie y una introducción gracias a la cual nos mete en el contexto. Además, al final del número también nos encontramos con otro artículo sobre la serie y una entrevista a Peter Milligan y Ed Benes. El tomo se encuentra editado en formato rústico con unas 160 páginas a un precio de 14,95 euros.
Como conclusión, decir que, a pesar de que nos encontraremos números más interesantes sobre este nuevo Universo DC, esta será una entrega esencial para aquellos que quieran conocer la historia de Atrocitus y sus Red Lanterns.
Un artículo escrito por Antonio Cañestro Lanzadera
