Desde que tengo uso de razón he leído cómics y hasta ahora, como es lógico, me he topado con cómics que han pasado sin pena ni gloria, otros que me han sorprendido gratamente, y un número muy muy reducido, son los que han llegado a calar de forma directa en mi mente. Este ha sido el caso de Arrugas, de Paco Roca, el cual edita en nuestro país Ediciones Astiberri y sobre el que se ha llegado a realizar una adaptación al cine, además de haberle sido otorgado el Premio Nacional del Cómic en el año 2008.
El título Arrugas hace referencia a una de las peores etapas del ser humano, la vejez, mostrándonos todo lo que ello acarrea, ya sea para la persona que envejece, como para su familia. La historia comienza hablándonos de Emilio, un hombre de 72 años que empieza a padecer un principio de alzheimer, una enfermedad degenerativa que se atribuye al 60% de las demencias seniles y que lamentablemente, en la actualidad carece de posibilidad de recuperación. Esta afección hace que la persona que la padece vaya perdiendo de forma progresiva las funciones mentales, la memoria, el lenguaje, la capacidad de razonar, etc. creando una situación muy difícil para el afectado, que ve como todo su mundo va derrumbándose sin que pueda evitarlo, y para los allegados de este, quienes ven de forma impotente como no pueden hacer nada ante esta dura situación.
Así, da comienzo el viaje de Emilio, quien como muchos ancianos, es llevado a una residencia debido a que su hijo ya no puede hacerse cargo de él. Nada más llegar, verá como su mundo quedará reducido a las paredes de dicho emplazamiento, llegando a su mente similitudes de cuando era niño. Poco a poco irá conociendo a sus característicos compañeros, entre los que destaca Miguel, que será su compañero de habitación y que utiliza la residencia como lugar para llevar a cabo sus fines lucrativos, siendo capaz de proporcionar a cualquier anciano lo que le pidan, siempre y cuando pueda sacar “tajada” de ello.
De esta forma, desde los ojos de Emilio iremos conociendo a diversos personajes, como son Juan, antiguo locutor que a día de hoy no hace más que repetir lo que escucha; la señora Sol, que busca insistentemente un teléfono para llamar a su familia; Rosario, quien cree que viaja en el Orient Express camino Estambul; o Antonia, Dolores y Modesto, quienes se sientan en su misma mesa en el comedor. Estos y muchos otros son utilizados por Paco Roca para referenciar los distintos tipos de achaques o demencias que sufren la mayoría de ancianos, creando así un vínculo con el lector, ya que habrá sido lamentablemente testigo de alguno de forma cercana.
La historia principal, como mencioné al inicio, se centra sobre todo en el alzheimer, debido a que esta es la enfermedad que se le diagnostica a Emilio y que sirve en parte de hilo conductor para toda la historia. Pero Paco Roca no intenta convertirla en algo gracioso o excesivamente dramático, ya que sabe crear ese punto medio en el que lograr tratar los hechos desde un punto de vista simpático (sobre todo por las intervenciones de Miguel) y a su vez serio y honesto, mostrando un gran respeto por todos los sucesos que se muestran. Porque al fin y al cabo, Arrugas es una historia de amistad, englobada en un contexto atípico en el mundo del cómic, pero sorprendente por su emotividad.
Como vengo diciendo, la estructura de la obra es fantástica, permitiéndonos sentirnos identificados en ciertos momentos y ayudándonos a comprender algo más la vejez y sus demencias, viendo como personas perfectamente capaces van degenerando poco a poco sin remedio. Desde el momento en el que Emilio se da cuenta de su enfermedad, comenzará una andadura por evitar que enfermeros y médicos se den cuenta de su problema, para la que contará con la ayuda de Miguel, quien hará todo lo posible por echarle una mano y evitar así que lo lleven a la 2ª planta, reservada para los atendidos. Situaciones cargadas de momentos sorprendentes, mostrando una buena dosis de carga moral y social, hacen de la historia de Arrugas algo grande.
Para la labor de documentación, Paco Roca se dedicó a visitar varias residencias de ancianos, hablando así con enfermeros y personas allí internadas. Todos estos datos, junto a las historias que ya conocía de familiares cercanos, tanto suyos, como de sus amigos, hicieron que la gran mayoría de los personajes que aparecen a lo largo de las páginas de Arrugas estén inspirados en personas reales. Emilio por ejemplo, es el padre de su amigo Diego, quien lamentablemente sufre alzheimer; Carmencita es una referencia a la tía de su amigo Salva, que teme ser abducida por los extraterrestres; o Juanjo, el enfermero con rastas que conoció en una residencia.
En lo que respecta al dibujo, es simplemente formidable. Todos los personajes y lugares son retratados de forma clara y entendible, haciendo un especial hincapié en los rostros y sus expresiones, pero es en la forma de ser narrada gráficamente la historia donde sobresale de manera singular. La forma en la que vemos como el tiempo pasa en la residencia, el momento en el que el médico habla con Emilio y este último mira sus pies con resignación, o las páginas finales desde el punto de vista de Emilio, hacen muy difícil que la obra no cale hondo en nuestros corazones.
Arrugas ha sido editado en España por la editorial Astiberri, componiéndose de 104 páginas y luciendo formato cartoné. Su cuidada portada nos muestra el Orient Express y dentro de este, observamos entre otros a Emilio, cuyos recuerdos se desvanecen en el tiempo. Como podéis ver, Paco Roca ha realizado un trabajo exquisito, cuidado hasta el más mínimo detalle; prueba de ello han sido la cantidad de galardones y premios que le han sido otorgados. Una lectura totalmente indispensable para todo aquel que disfrute con un buen cómic, que gustará incluso a las personas más reacias a leer dicho formato.
