Tras su Kingdom Come y Empire, Mark Waid siguió examinando la ética y moral de los superhéroes con Irredeemable. En esa serie, el aclamado guionista planteó una original historia en la que veíamos cómo el superhéroe de Sky City, el Plutoniano, hastiado de aguantar las vejaciones y burlas de aquellos a los que protegía, se volvía contra estos, convirtiéndose en el mayor villano del mundo. Tomando como punto de partida esta serie, Mark Waid decidió crear la otra cara de la moneda, Incorruptible.
El protagonista de esta otra historia es Max Damage, el antiguo líder de un grupo de villanos que, tras ser testigo de los terribles actos perpetrados por el Plutoniano, busca ayudar a contrarrestar los efectos de los ataques de este erradicando el crimen nacido a raíz de la destrucción implantada por el Plutoniano. Además, el protagonista también buscará con esto compensar su antigua vida como villano y ser aceptado por el cuerpo de policía.
En esta nueva entrega vemos cómo Max, tras ser abandonado por su ayudante Carnaza, comenzará una exhaustiva búsqueda para dar con ella, pues todos los villanos que desean vengarse de Max conocen que si quieren hacerle daño, su sidekick es el primer paso. Además, un nuevo grupo de delincuentes ha surgido en la ciudad: la Banda del Diamante. Estos no solo se caracterizan por su racismo, sino por adorar al Plutoniano. Pero esto no es todo, ya que, misteriosamente, la banda es conocedora de una gran cantidad de información sobre Max Damage, incluyendo sus puntos débiles.
En esta historia Mark Waid continuará sentando las bases de este mundo coprotagonizado por sus dos creaciones, Max Damage y el Plutoniano. Lógicamente, esta serie se basará más en describir el contexto en el que Max actúa, mostrándonos en este segundo número caras nuevas como el villano Deathgiver, la ya mencionada Banda del Diamante o Annie, una joven a la que Max libera de un secuestro usándola más tarde para dar con Carnaza. Además, también veremos de nuevo al agente de policía Louis Armadale, quien comienza a confiar más en el nuevo Max y la ya mencionada Carnaza. Estos dos últimos, a pesar de que siguen presentes en el cómic, perderán cierto protagonismo a favor de uno de los nuevos personajes que parece que tomará una mayor relevancia en los próximos números.
La historia que Mark Waid nos presenta será capaz de atrapar a los lectores desde la primera página gracias a un desarrollo dinámico del arco argumental del cómic, algo que propicia que las escenas de acción queden relegadas a un segundo lugar sin llegar a evitar que estas gocen de calidad. Tampoco faltan los momentos en los que el cómic alcanza momentos de clímax sorprendiendo al lector, mostrándonos a Max al borde de la muerte o a alguno de sus ayudantes en situaciones de peligro.
Si el anterior y primer tomo se encontraba dibujado por Jean Diaz, este tendrá como dibujante al argentino Horacio Domingues quien, a pesar de mantener la estética que marcaba Diaz, le dará una menor importancia a los detalles aunque realizará unos splash-pages mejor elaborados y con más contenido que los creados por el anterior dibujante. Domingues ofrecerá a la serie un estilo más cartoon, acentuando la caracterización de los personajes, siendo esto algo que, cuando lo lleva a límites excesivos, puede llegar a resultar un tanto chocante. Además, en algunas ocasiones lo que ocurre durante las escenas puede parecer un poco confuso. A pesar de estos detalles, los dibujos de Domingues se encuentran muy bien definidos y con un gran dinamismo, haciéndolos totalmente disfrutables. A mantener dicha estética también ayuda Andrew Dalhouse, quien repite como responsable del color.
Este segundo volumen publicado por Norma Editorial en un formato rústico recoge los capítulos comprendidos entre el número 5 y 8 de la serie homónima publicada originalmente durante el 2012 por el sello Boom! Studios. El cómic, compuesto por 112 páginas, tiene un precio de 13 euros, incluyendo una amplia galería de cubiertas dibujadas por Rafael Albuquerque o Jefrey Spokes entre otros. A pesar de ser una serie ligada en multitud de aspectos a la protagonizada por el Plutoniano, Incorruptible se puede leer sin tener grandes nociones sobre lo ocurrido en Irredeemable, a pesar de que es altamente recomendable la lectura de la última.
A modo de conclusión decir que nos encontramos con una original serie que no defraudará a aquellos que busquen una historia de superhéroes distinta. Esta serie, que junto a Irredeemable y Daredevil hizo que Waid fuese el gran ganador de los Eisner del 2012, sigue manteniendo su calidad haciendo que los lectores sigan pendiente a la serie esperando a leer con qué nos sorprenderá en el próximo número el guionista y deseando que llegue el encuentro entre el Plutoniano y Max Damage, algo que cada vez se encuentra más próximo.
Un artículo escrito por Antonio Cañestro Lanzadera