Una de las grandes invenciones más destacables de la Casa de las Ideas fue la creación del proyecto Ultimate, en el que buscarían revitalizar los clásicos de la editorial adaptando su origen, sus aventuras y sus personajes al s. XXI. Con esta idea se lanzó durante el mes de octubre de 2000, Ultimate Spider-Man, una serie que contaba con Brian Michael Bendis como guionista y con Mark Bagley a cargo de los lápices. El reinicio del Hombre Araña en la línea Ultimate fue todo un éxito. Pero, como hemos dicho, el proyecto no estaba diseñado para actualizar únicamente al trepamuros, sino al Universo Marvel al completo y para realizar esto, el segundo paso era la adaptación de la Patrulla-X.
Tras rechazar Bendis el proyecto por no ser capaz de encontrar “la voz de los personajes“, la aparición de Mark Millar fue un milagro, pues su trabajo realizado con Authority lo hacía encajar perfectamente en el papel de guionista de la nueva serie mutante que llevaría por nombre Ultimate X-Men. También cabe destacar la importancia de que en ese mismo 2000, año en el que se estaba cimentando la serie, se estrenase y con rotundo éxito la primera película de los X-Men. Esto reforzó el segundo objetivo del proyecto Ultimate, pues no era una simple renovación, sino un empezar de cero en el que se buscaría captar a aquellos espectadores que quisiesen comenzar a leer una serie de los X-Men sin tener que empaparse de lo que había ocurrido en las décadas anteriores de la historia de los X-Men: quién era cada personaje, cómo se había llegado a aquella situación… Esos fueron los motivos de la creación de la línea Ultimate: actualización de los personajes y sus orígenes y la captación de nuevos comiqueros.
En este primer número, La Gente del Mañana, vemos cómo los mutantes son masacrados a centenas día a día por los llamados Centinelas, unidades robóticas gigantes diseñadas por el gobierno de los EE.UU. para cazar y eliminar a todos aquellos cuyo ADN tuviese una mutación por miedo a la amenaza que estos pudiesen representar. Ante dicha actitud por parte del estado, los mutantes optaron por abstenerse, por luchar contra los humanos o por defender a los mutantes y demostrar que no son un peligro para la sociedad. A estos últimos pertenece Charles Xavier y sus alumnos, una cuadrilla formada por los jóvenes Cíclope, Jean Grey, la Bestia, Coloso, el Hombre de Hielo, Tormenta y Lobezno. Estos no solo defenderán el ideal de su mentor, quien busca lograr crear un mundo en el que Homo Sapiens y Homo Superior, o mutantes, convivan pacíficamente, sino también defender a los propios humanos que los odian de los posibles ataques de sus hermanos mutantes. A este grupo pertenece Magneto y su Hermandad de Mutantes Diabólicos, quienes buscarán eliminar a los humanos inferiores y así liberar al resto de mutantes de la amenaza de los Centinelas y salvaguardar el desarrollo evolutivo.
¿Os suena? Sí, es la materia prima sobre la que se basa cualquier historia de la Patrulla-X, y es que el brillante guionista encargado de la serie, Mark Millar, en este primer número lo que busca es precisamente eso, iniciar al neófito en el Universo Mutante mostrándole lo más básico de este. Pero, atención, esto no quiere decir que aquellos que ya conocen a dicho universo deban pasar por alto la serie, pues lo grande del trabajo de Millar es que nos volverá a contar el inicio pero renovado, es decir, unos nuevos orígenes y, por ende, los mismos personajes pero con personalidades algo trastocadas: Tormenta no será aquella diosa idolatrada en África, sino una ladronzuela en Texas, Coloso no es un pacífico campesino ruso, sino un traficante de armas… así, todos los orígenes y personajes son revisados siendo los más sorprendentes e ingeniosos del cómic los roles que jugarán Cíclope y Lobezno en esta versión definitiva.
Todos estos cambios en un primer momento pueden echar atrás al lector convencional, a aquel que se prendó con la mítica Patrulla-X de Claremont, pero sin lugar a dudas, el inigualable desarrollo que le ofrece Mark Millar a la serie hará que cambie de idea, pues nos encontraremos una historia altamente adictiva y con los característicos giros argumentales de Millar que nos darán la oportunidad de ver cosas innovadores e impensables pero que, realmente, es lo que hará ganarse al lector veterano sorprendiéndolo y tratando a los personajes con respeto. Esto último, el trazado de los personajes que realiza Millar, también merece recibir una mención especial, pues veremos como estos personajes irán evolucionando y los usará para plasmar los problemas morales característicos de las series de la Patrulla-X, siendo esto una de las cosas que hacen que esta versión definitiva mantenga la esencia de los clásicos X-Men.
Lógicamente, el cómic también se encuentra dotado de escenas de acción magníficamente creadas y difíciles de olvidar, pero en esta tarea no es Millar el único responsable, sino los geniales hermanos Andy y Adam Kubert, los cuales se irán intercalando el papel de dibujante a lo largo de los distintos números para ilustrar la historia con sus impresionantes viñetas llenas de dinamismo y detalles.
Además, el tomo finaliza con un número guionizado por Geoff Johns y dibujado por Aaron Lopresti que sirve de epílogo a la saga que titula el cómic y en el que podemos ver los caminos que tomaran algunos personajes tras los hechos.
Manteniendo la excelente relación calidad/precio que se marcó con el coleccionable Marvel Heroes, Panini nos presenta este tomo autoconclusivo de tapa dura compuesto por 184 páginas a un precio de 9´99 euros. Además, el tomo recopila las portadas de los 7 números que contiene, además de algunos bocetos, y una introducción escrita por Julián M. Clemente, cuyos artículos siempre da gusto leer.
Guion fascinante, escenas de acción increíbles…Una compra obligatoria estos X-Men del genial Millar que gustará tanto a los nuevos lectores como a los ya experimentados, pues son unos de los mejores X-Men escritos hasta el momento.
Un artículo escrito por Antonio Cañestro Lanzadera