Originalmente, All-Star era una serie de los años cuarenta de DC en la que se vieron las primeras apariciones de personajes como Wonder Woman o la Sociedad de la Liga de la Justicia Americana. Casi 70 años más tarde, el nombre de la serie fue recuperado del olvido por Dan Didio, coeditor de DC, para crear un sello bajo el cual grandes autores de la industria del cómic harían su particular visión de los personajes más importantes de la casa. A pesar de esta idea original, solo se publicaron All-Star Batman y All-Star Superman, siendo esta última la mejor de las dos publicaciones y la que hoy nos ocupa.
La serie comienza cuando Superman acude al Sol a rescatar a una partida de científicos. Pero tras este rescate se esconde el mejor plan trazado por Lex Luthor, pues así es como logra intoxicar al Hombre del Mañana por la radiación estelar, afectándolo como si de un cáncer terminal se tratase. A esta tragedia se le sumará el saber que deberá realizar 12 hazañas míticas antes de su muerte que le llevarán a hacer frente a invasiones alienígenas, a escapar del inframundo o a crear vida mientras sus poderes se van desgastando poco a poco.
El encargado de unificar bajo un mismo cómic la esencia el Hombre de Acero es Grant Morrison, quien logra mostrar lo más característico de las aventuras de Superman incluyendo en la obra a algunos personajes tan míticos como Krypto, Bizarro, Samson, Atlas y, como no, el malísimo Lex Luthor, quien ocupando un importante papel en el desarrollo de la historia, durante la mayor parte de esta permanecerá en las sombras.
Pero, a pesar de lo que pueda dar a pensar la idea original, el cómic no solo contendrá acción, pues aquello que caracteriza y ensalza la calidad de esta magnífica novela gráfica es el gran sentimiento épico y emotivo que respira la obra, pues el guionista narra de manera brillante aspectos como la relación que mantienen Lois y Superman o la forma en la que Superman prepara para su pérdida a un planeta Tierra que se había acostumbrado a su protección.
En el cómic también veremos como Morrison capta el espíritu del personaje de Clark Kent mostrándonos su lugar en el Daily Planet y al resto de la plantilla, como Perry White o Jimmy Olsen. También cabe destacar el brillante capítulo, si es que alguno no lo es, en el que Clark vuelve a Smalville, reencontrándose con Lana Lang, Pete Ross, y, como no, Ma y Pa Kent.
Grant Morrison es un guionista que siempre, de manera más o menos acertada, ha logrado imprimir su firma en las obras que realiza mediante un inteligentísimo uso de la ciencia ficción, y este cómic no podía ser menos, pues en este relato nos encontramos desde viajeros temporales como el Escuadrón Superman hasta su aportación personal a la obra, Leo Quintum. Este muchimillonario científico ayudará al último hijo de Krypton desde su base de operaciones situada en la Luna a hacer frente a los problemas a los que se deberá enfrentar. Con esta genial creación Morrison dará rienda suelta a su imaginación ofreciendo grandes dosis de la ciencia ficción que ya habíamos mencionado.
En esta obra autoconclusiva que escapa de la continuidad, Grant Morrison logra resumir de forma espectacular los 75 años de historia que rodean al personaje y a su contexto en general: vemos de nuevo en la brillante primera página cómo Kal-El llegó al planeta Tierra, su relación con Lois Lane, la vida como Clark Kent… Multitud de personajes aparecerán siendo todos tratados con respeto y totalmente reconocibles por los lectores, siendo más que destacable su trabajo con Superman, con el que nos muestra que por muy superpoderoso que sea, tras ese traje de licra se encuentra un ser muy humano.
Grant Morrison encuentra al perfecto aliado en el también escocés Frank Quitely. Este, mediante su trazo limpio y sus detallistas e inteligentes dibujos, dotará de un alto nivel expresivo a sus personajes y creará escenas en las que recogerá la épica y el romanticismo que desprende el relato narrado por Morrison, como la inolvidable escena del beso en la Luna, la batalla sobre el Mundo Bizarro o la viñeta en la que Superman y Krypto contemplan la Tierra sentados en un cráter de la Luna. El trío de escoceses lo culmina Jamie Grant, quien, mediante su trabajo con el color, dotará de dimensionalidad los dibujos creados por Quitely.
Los 12 números que componen la serie publicada originalmente entre el 2006 y el 2008 son recopilados por ECC en un excelente tomo cartoné a un más que meritorio precio de 29 euros. Entre las 328 páginas que componen el cómic nos encontramos con una inmensa cantidad de material extra, como la descripción de cada personaje por Morrison, las portadas originales y alternativas y las biografías de los autores entre otras muchas cosas.
A modo de conclusión, decir que nos encontramos con una genial obra ganadora de un Eisner en la que, como ya hemos dicho, se reúne toda la esencia de los cómics de Superman convirtiéndola en la obra propicia tanto para aquellos lectores noveles que se quieran acercar al personaje como para aquellos lectores experimentados que quieran descubrir un cómic destinado a formar parte de los clásicos de Superman. Como curiosidad, decir que la obra fue adaptada a una película de animación.