Conforme pasan los años es más común encontrar que las series destinadas en un principio para los más pequeños de la casa contienen tramas, personajes o como mínimo simples guiños para los adultos, esos padres que se ven obligados a pasar un rato frente al televisor, de modo que incluso ellos no se aburran. Uno de los mayores exponentes de los últimos años ha sido Bob Esponja, aunque antes pudimos disfrutar de Shin Chan, El laboratorio de Dexter, etc… series que como hemos dicho entretienen (algunas más que otras) a toda la familia. Sin embargo el reinado de Bob Esponja parece estar llegando a su final “gracias” a Hora de Aventuras, serie creada por Pendleton Ward para Cartoon Network y que lleva un paso más allá la fórmula de “para todos los públicos”, hasta el punto de que la mayoría de sus fans son los adultos.
Las claves para ello son muchas. Para empezar cuenta con una original historia, situada en un lejano futuro en el que la humanidad ha desaparecido de la tierra, ahora llamada Ooo, por culpa de las guerras nucleares. Los únicos seres que habitan el planeta tienen formas peculiares, extrañas e incluso mágicas, y los protagonistas son Jake, un perro con poderes que le permiten modificar su cuerpo y cambiar de tamaño, y Finn, probablemente el único ser humano que queda y que tiene un enorme sentido de la justicia y amante de las aventuras. Ambos son el mejor amigo del otro, además de hermanos adoptivos, pero no los únicos personajes que conoceremos: el interés romántico de Finn es la Princesa Chicle, una rata de laboratorio cuyos experimentos provocarán el caos entre su pueblo, Chuchelandia. Jake, por su parte, tiene una relación con Lady Arcoiris, la montura de la Princesa Chicle, una unicornio arcoíris que solo habla coreano. El archienemigo de nuestros protagonistas es el Rey Hielo, un anciano con poderes mágicos obsesionado con casarse con las princesas de Ooo, menos con la princesa del Espacio Bultos, una bola de gas de quince años pija y malcriada, aunque ha demostrado muchas veces que también tiene su corazoncito.
Trompi, una elefante anciana y enana obsesionada con las tartas de manzana, B-Mo, una Gameboy multifunción que probablemente sea el personaje más humano de la serie, Marceline, una demonio que fue mordida por un vampiro… Con semejantes personajes las tramas están a la altura de lo absurdo que se presenta todo en la serie, sin buscar ni realismo ni complejidad, con la única intención de pasar un buen rato. La clave está en que el equipo de guionistas, aunque conscientes de que tienen entre las manos una serie infantil, no se olvidan de los adultos, consiguiéndolo gracias a que primero escriben historias que les diviertan a ellos mismos, sin preocuparse de nada más. Así podemos encontrarnos con gags infantiles y simples como flatulencias, a chistes más elaborados, juegos de palabras o incluso referencias a los Monty Python.
Otra de las claves de su admiración entre el público adulto es lo sutil de muchas de sus historias secundarias. Por ejemplo, la ubicación de la historia en un futuro tras un desastre nuclear (la guerra del champiñón, como la mencionan en la serie) no se menciona nunca de manera explícita, son los detalles los que te hacen llegar a esa conclusión y aprender más de la historia y de sus personajes, algo que va a más conforme avanza la serie. Incluso cuentan con historias emotivas camufladas entre gags, como el origen de los poderes del Rey Hielo, o la historia entre este y Marceline.
La serie cuenta con cinco temporadas, con las tres primeras emitidas en nuestro país por Boing. La adaptación es otra de las mejores cualidades de la serie, ya que aunque cuenta con alguna que otra escena censurada (las más violentas, o cuando un personaje femenino va al baño), el doblaje es de los mejores que podéis escuchar en una serie de estas características. Corrección, más que el doblaje es la traducción y adaptación en sí, creando un vocabulario que en otros medios suele quedar extraño pero que curiosamente encaja a la perfección de labios de Finn y Jake, en parte por la naturalidad de los personajes y su uso, pero sobre todo por la constancia con la que se usa. Así, mientas suele quedar raro escuchar en una película o serie expresiones como “te las cargao”, aquí es incluso divertido y cuesta imaginar la serie de otro modo. Lo único negativo del doblaje es el poco registro de voces que hay para los personajes secundarios, o el enorme contraste entre las voces habladas y cantadas, sin embargo no desmerece ni mucho menos el excelente resultado final.
Tenemos ante nosotros una serie para los más pequeños de la casa que con su peculiar humor absurdo consigue que los más mayores sean incluso los que más fuerte rían.