Como os venía contando en la anterior reseña del Marvel Deluxe de Thor, de Straczynski y Oliver Coipel, es muy complicado escribir a día de hoy historias del Dios del trueno sin que quede anclada en el pasado y en los mitos asgardianos. Por suerte se cargaron Asgard tal y como la conocemos y tanto el guionista como el dibujante se volcaron al 100% en un retorno por todo lo alto y cuanto menos original. Asgard en la Tierra, ¡con buzón propio!
Siguiendo el final del anterior tomo, Thor había conseguido restaurar a todo el pueblo asgardiano excepto… Odín y Sif, dos grandes iconos del pueblo del rizitos de oro. Como la familia es lo más importante (¿entendemos padres y madres eh?) pues decidieron empezar por el padre de los dioses, el padre asgardiano. Thor ha usado gran parte de su poder al despertar a todos son compatriotas, así que decide hacer uso del sueño de Odín, un estado letárgico en el que Thor pasa a estar entre la vida y la muerte. Jugando justamente con estos parámetros Donald Blake vuelve a aparecer, pues haciendo referencia al gato de Schrödinger (recordad, si metemos a un gato en una caja no está ni vivo ni muerto, sino todo lo contrario) consiguen que estén ambos en el mismo lugar. Siguiendo con Thor, en su estado llega a una especie de limbo en el que al más puro estilo cuervo de Edgar Allan Poe consiguen que se sienta totalmente culpable por haber olvidado a su padre en el proceso de “resurrección”. Thor se excusa diciendo que como Thor murió a manos de Surtur antes del Ragnarok no podría volver a la vida, aunque finalmente se da cuenta que por su deseo de ser el nuevo señor de Asgard quizás no haya sido todo lo sincero que debiera consigo mismo. En ese mismo limbo se encuentra al mismísimo Odín luchando contra Surtur, una lucha que se repite día a día con el mismo resultado, pues en caso de que Surtur resultara victorioso podría librarse de su destierro. Aquí Odín le cuenta a su hijo una antigua maldición que echaron sobre él cuando era más joven y ahora le está pasando factura, así que finalmente se decide a permanecer en el limbo para protegerlos a todos de Surtur y así también cumplir su penitencia.
Seguimos con el segundo arco argumental en el que los protagonistas son Loki, Balder y la pareja Donald Blade / Jane Foster. Por un lado la femenina Loki decide poner en marcha su plan para desestabilizar la nueva Asgard y lo hace de forma contundente, revelando un secreto oculto desde hace siglos, pues Balder, el valiente guerrero, es hermano de Thor y por tanto de Loki. Esto hace que Balder se replantee muchas cosas y Loki tenga espacio para preparar su plan. Aquí vemos esos detalles de la genialidad de Straczynski, pues nos enlaza la historia del padre de Odín con la vuelta de Loki al pasado para hacer que Odín tome a Loki por un hijo suyo. Es un plan que Loki ha estado preparando durante mucho tiempo, y es que volver al pasado para hablar consigo mismo para hacerse con el poder tienen sus intríngulis. Por si no fuera poco, Loki se ha aliado con Hela, la Diosa de la Muerte y de rebote tiene a Sif encarcelada en un cuerpo de una anciana en el hospital en el que trabaja Jane Foster. Donald Blake por otro lado es el encargado de ir a buscar a Lady Sif y va a su fuente más cercana, la propia Jane Foster, antiguo amor de Thor. Straczynski sigue haciendo crecer no solo a Thor sino a todo el plantel asgardiano. Además tenemos un tributo a la muerte del Capitán América en el que el Dios se confiesa gran amigo de éste. Estos arcos son un compendio de una historia mayor que Straczynski planeó detenidamente y que culmina no mucho más tarde, pero sigue demostrando que tanto él como Thor están hechos unos titanes.
En el apartado gráfico tenemos sorpresa, pues Marko Djurdjevic sustituye a Coipel durante unos capítulos en los que ensalza todo el poder de Thor y Odín con unos trazos potentes y unas escenas de acción brillantes. Es la primera vez que este portadista se encargaba de las páginas interiores, pero viéndole no entendemos como no se lo dejaron hacer antes. Después de ese pequeño parón, Coipel volvió a su puesto y de qué manera. Creo que la versión femenina de Loki es tan potente tanto en carácter como en aspecto gracias a él, pues se muestra tan misteriosa y sibilina que acompaña a la perfección al guionista y al personaje.
En canto a la edición es casi aburrido ensalzar el trabajo de Panini con los Marvel Deluxe, pues ha demostrado ser el formato definitivo para coleccionistas que quieren un buen tomo en su estantería. Poder disfrutar además de las portadas es un detallazo, aunque se echa en falta un par de páginas al final aclarando algunos aspectos o ampliando un poco el tomo.
Otro tomo imprescindible que supera al primero gracias al estupendo trabajo con Loki. Además Straczynski consigue mezclar historias de hoy con espada y brujería, cosa que se demuestra en los flashbacks tanto de Odín como de Loki. ¡Compra obligada!
