Seguro que más de uno recuerda una película que se estrenó en 1991 producida por Walt Disney Pictures llamada “The Rocketeer”. Para los que no lo sepan, este filme era una adaptación del cómic homónimo que aparecía por primera vez en Febrero de 1982 bajo el número #1 de la revista Starslayer, editada por Pacifics Comics. Esta primera aparición se componía de una sola página a la que le precedieron dos novelas gráficas publicadas a modo serial y creadas por el difunto Dave Stevens. Gracias a Norma Editorial, podemos disponer en España de LA EDICIÓN, así en mayúsculas, ya que tiene todo lo que un fan del cohetero (que es como le conocen muchos en España) puede desear tener.
El trasfondo de la historia es un homenaje a los seriales y relatos pulp de finales de los años 30, periodo en el que transcurre la historia del cómic. En ella, nos presentan a un joven piloto de aviones acrobáticos llamado Cliff Secord, quien vive en una constante agonía debido a que piensa que su guapa novia, Betty (basada en Bettie Page, modelo real de dicha época), decidirá irse con un hombre de mayor poder adquisitivo tras adentrarse en las fauces de Hollywood. Pero su suerte cambiará cuando unos espías alemanes que huyen del FBI, esconden en su aeroplano un prototipo llamado Cirrus-X3, que no es otra cosa que un cohete capaz de acoplarse a la espalda, el cual permite a su piloto volar sin necesidad de más utensilios. Tras esto, Cliff acude en busca de ayuda mecánica donde su amigo y consejero Peevy, quien le fabricará el característico casco que utilizará a partir de entonces.
Básicamente, esta sinopsis es la que se cuenta en el primer arco argumental, al que le acompaña una trama cargada de espionaje, que hace uso de los característicos cliffhangers que se observaban en los seriales de la época. Estos cliffhanger (literalmente “colgante de un acantilado”), nos muestran una situación extrema al final de cada capítulo, haciéndonos sentir una necesidad innata por saber que pasará con el héroe a continuación. Esto era frecuentemente utilizado en los seriales de los años 30, donde el protagonista parecía encontrarse al borde de la muerte al final de cada capítulo, obligando así a los espectadores a tener que acudir la siguiente semana para conocer el paradero del héroe.
La segunda historia, continúa en parte la trama amorosa entre Cliff y Bettie, llevándoles desde Los Ángeles hasta la ciudad de Nueva York, donde Rocketeer tendrá que vérselas con un despiadado asesino. Especial mención dentro de este relato merecen dos característicos homenajes realizados por Dave Stevens: el primero de ellos, poniendo magistralmente el rostro del actor Rondo Harton (considerado el actor más feo de Hollywood) en el papel del asesino que está tras Cliff; y el segundo, retratando a varios personajes de la película Freaks (“La parada de los Monstruos” en España) cuando se hace mención sobre una feria ambulante.
Como ya he mencionado, ambos relatos están cargados de acción e intriga, y en ellos notamos sendas referencias a obras de dicha época, como son Dick Tracy o El Fantasma, haciendo en conjunto una excelente obra argumental que gustará a los más acérrimos a las historias de aventuras.
En lo que respecta al trabajo de Dave Stevens, lamentablemente debido a su pronta muerte por leucemia, esta será considerada su obra cumbre. El hecho de que fuese un autor extremadamente apasionado y meticuloso supuso que la obra tardase años en publicarse en su totalidad. Pero sinceramente, ese buen hacer de Stevens se nota en cada página, convirtiendo la lectura del cómic en un pretexto para disfrutar visualmente de un entorno magistral. Todo está perfectamente detallado y plasmado, desde los objetos o vehículos, hasta los personajes, los cuales son perfectamente reconocibles, como ya he mencionado anteriormente. Aunque entre todos ellos, destaca inevitablemente la musa de Stevens, la célebre modelo de Pin-ups Bettie Page, a quien Dave volvió a dar vida en las páginas del cómic. Casualmente, tras la salida del cómic, ambos artistas se hicieron grandes amigos, falleciendo ella pocos meses después que Dave.
A cargo del coloreado para esta versión completa ha estado Laura Martin, cuyo trabajo ya vimos en Planetary. Y pese a que Stevens no pudo ver el trabajo final, este contó con la aprobación de sus amigos más directos, como es el caso del actor Thomas Jane (a quien vimos en los cines interpretando a Punisher), quien escribe un emotivo artículo al inicio del ejemplar.
Si bien es verdad que el volumen contiene 288 páginas, el grueso de ambas historias solo ocupa 138 páginas, dejando 150 páginas a contenido extra, algo que a muchos les hará dudar en su adquisición. Pero permitidme decir, que los extras que incluye este integral no son meras portadas alternativas, sino que comprenden todo un viaje artístico por la creación Rocketeer. Ilustraciones, conceptos, explicaciones, guiones y splash pages son parte del excelente contenido que podemos encontrar dentro del increíble material extra que nos ofrecen.
Norma Editorial ha sabido editar una preciosa y completísima edición de Rocketeer bajo el título “Las historias completas”, teniendo en su haber todo lo que un fan necesita sobre el personaje para disfrutar plenamente de él. Además de las ya mencionadas 288 páginas, el volumen se compone de formato cartoné y sobrecubiertas a color; siendo esta una edición que como comenta el propio Thomas Jane en su inicio, a Dave Stevens le hubiese gustado ver. Finalmente añadir que esta edición de Rocketeer será plenamente del agrado de los fans del personaje, permitiendo a los que no lo conocen, acercarse a conocerlo en su totalidad.
