En Octubre del 2003 un joven guionista de cómics apenas conocido llamado Robert Kirkman publicaba el primer número de “The Walking Dead”, una serie que pretendía contarnos las vicisitudes que vivían un grupo de supervivientes de una apocalipsis zombi. Ahora, tras casi 10 años de publicación en EEUU y 8 desde que Planeta comenzase a publicarlos en nuestro país en Junio de 2005, llegamos al tomo que contiene el revolucionario número #100. Digo revolucionario, porque las portadas que le precedieron ya nos iban dejando entrever que algo “brutal” se acercaba, sin contar que dicho número llegó a tener nueve portadas variantes, a cada cual más impactante.
El pasado número publicado en nuestro país, el #16, terminaba mostrándonos a Rick dando un discurso sobre el camino que debían tomar en cuanto al futuro, todo ello debido al trato que habían llegado con el campamento Hilltop, a quienes les habían prometido encargarse de su seguridad, dejando de lado a los conocidos como los “salvadores”.
Pero a partir del siguiente número, comienza el arco “Something to fear” (“Algo que temer”) que abarca desde el número #97 hasta el #102, los cuales están recopilados dentro de este volumen. Las portadas de dicha serie son bastante esclarecedoras, ya que nos muestran a contra luz el contorno de seis hombres totalmente armados y ensangrentados.
La historia comenzará con los integrantes del grupo más cercanos a Rick yendo en busca del conocido Negan, aparentemente líder de los Salvadores. Nada más encontrarse con un destacamento de este, les harán ver que ya no tienen ninguna jurisdicción en la zona, y que tanto Hilltop como el grupo comandado por Rick declina su “protección”. A partir de esta conversación, comienza el grueso de la trama, la cual no decae en ningún momento, mostrando realmente que los conocidos supervivientes tienen “algo que temer”, encarnando este terror en un nuevo personaje, cuya impasividad y sentimientos psicópatas compiten estrechamente con los mostrados por el Gobernador.
Si bien es verdad que desde hace unos números los cómics estaban manteniendo un cariz lineal, centrándose más en la búsqueda de víveres o emociones de los integrantes del grupo, con este arco parece que Robert Kirkman ha decidido volver a los orígenes, presentándonos un nuevo enemigo contra el que hará falta una buena estratagema para lograr sobrevivir. Porque si bien es verdad que la serie se llamaba “Los Muertos Vivientes”, estos se convirtieron desde los primeros números en un componente más del entorno, careciendo de ningún interés salvo en contadas ocasiones. Y esto fue así, porque la obra de Kirkman quiere mostrarnos el verdadero terror que reside en la Tierra, el propio ser humano y su interés por la supervivencia, arrollando todo a su paso si fuese necesario.
Y basándose en dicho interés, el número #100 grabará en nuestras retinas una de las imágenes más impactantes de toda la serie, convirtiéndose así en uno de los “momentos” de la saga. Además, a dicho suceso le acompañarán varias situaciones que se han venido dando en los números anteriores para sorpresa del lector. “Algo que temer” se convierte así en el inicio de una nueva etapa dentro de la serie, que aunque finaliza en este propio tomo, dejará construidos los cimientos para una historia más densa que se irá vislumbrando en próximos números.
Y pese a que la historia principal gire en torno a los “Salvadores”, a lo largo de las páginas seremos testigos de momentos que pondrán en tela de juicio el raciocinio y liderazgo de Rick, además de profundizar en los sentimientos de varios personajes, que irán variando según los acontecimientos que se den.
Así, Robert Kirkman vuelve con este relato a transportarnos a la mejor etapa de la serie, variando ciertos aspectos, pero manteniendo la misma estructura argumentativa, solo que ahora, los personajes han evolucionado mucho desde sus orígenes en Atlanta. El joven Carl mostrará en ocasiones un carisma más fuerte que el de su propio padre, algo impensable en los primeros números de la serie, pero que nos muestra como su guionista ha ido cuidando y elaborando a sus personajes para que vayan evolucionando a lo largo de la serie, convirtiéndose en algunos casos en versiones totalmente diferentes de sí mismos. Por contra, este nuevo viaje hacia tiempos pasados puede ser visto por algunos como una escasez de ideas creativas por parte de su autor, debido sobre todo, a las grandes similitudes con algunos sucesos o personajes.
En cuanto al dibujo, este continúa siendo desarrollado por Charlie Adlar, quien está a cargo desde el número siete, por lo que poco más se puede añadir acerca de su talento, el cual plasma notablemente en este cómic toda la crueldad que en él se da.
Planeta DeAgostini Cómics nos trae bajo su tomo número #17 que lleva por título “Algo que perder”, un volumen que lógicamente mantiene la misma línea estética que sus anteriores: formato rústica, 144 páginas y un precio oficial de 7,5€. Además, como ocurre desde hace varios números atrás, al ejemplar le acompaña un suplemento que contiene las portadas originales, teniendo en este caso las que corresponden a los números que se sitúan entre el #49 y el #63. Como ya he mencionado, nos encontramos ante un arco que marcará un antes y un después dentro de la serie, ya sea para bien o para mal, dependiendo ello de lo que tenga en mente su creador, Robert Kirkman.