Capitán América de Ed Brubaker y Stephen Epting será recordada como una de las mejores etapas en la historia de los cómics. ¿Qué tiene el Capitán América de Brubaker para que sea considerada una de las mejores etapas del personaje? Brubaker recuperó a los villanos clásicos del personaje (Craneo Rojo o Armin Zola), a los secundarios (Halcón, Sharon Carter, Viuda Negra, Nick Furia) y creó una historia de espionaje inspirándose en la Guerra Fría o en las historias de espías de los años 60 y 70. Ah, se me olvidaba… también resucitó a Bucky.
James Buchanan “Bucky” Barnes fue compañero y amigo del Capitán América durante la II Guerra Mundial. Junto a la Antorcha Humana Original, Toro y Namor formaron Los Invasores y combatieron a los nazis tanto en EE.UU. como en Europa. A finales de la II Guerra Mundial, durante una misión contra el Barón Zemo, Bucky muere al intentar desactivar un cohete disparado por Zemo. Gracias a la retrocontinuidad, supimos que Bucky no había muerto realmente sino que había sido rescatado por un barco soviético. Había perdido un brazo pero los soviéticos lo sustituyeron por uno biónico. Fue sometido a un lavado de cerebro y a un fuerte condicionamiento lo que le hizo aceptar la ideología soviética y servir a la madre Rusia.
Los rusos le utilizaron como entrenador de agentes secretos y operativo en asesinatos de políticos y militares. Después de cada misión era confinado en un tubo estasis donde era congelado hasta la siguiente misión. Por este motivo, se le conocía como El Soldado de Invierno.
Durante los números escritos por Brubaker en Capitán América pudimos descubrir que Bucky no era el típico compañero saltarín que nos mostraban los cómics de Los Invasores. Bucky, entrenado y acogido desde joven por el ejército norteamericano, era la perfecta arma asesina. Donde Steve Rogers se planteaba dilemas morales, Bucky utilizaba sus técnicas de infiltración para asesinar nazis. Es decir, se nos muestra a un soldado perfecto entrenado para matar. Estas características serían mejoradas por los soviéticos y al dotarle con un brazo biónico incrementarían sus capacidades.
La posterior incorporación a la corriente temporal actual del universo marvel, su redención, juicio, muerte y resurrección son los ejes principales de la etapa Brubaker en el Capitán América.
Durante la Guerra Fría había una teoría: un agente en el lugar y el momento apropiados, con las habilidades adecuadas puede ser más eficaz que un ejército.
En este primer tomo editado por Panini, Soldado de Invierno. El invierno más largo, vamos a recuperar lo mejor de Brubaker: aroma de las películas de espías de los años sesenta, villanos bizarros que buscan la conquista del mundo, persecuciones adrenalíticas, cambios de bando, alianzas imposibles…
En este magnífico tomo de la Colección 100% Marvel, que por cierto se está convirtiendo en mi formato preferido, podemos encontrar las dos primeras sagas de la colección: El invierno más largo y Flecha Rota.
La primera saga nos define rápidamente el statu quo del personaje en el universo marvel actual. Veremos a un Bucky que, en colaboración con la Viuda Negra, efectúa misiones secretas y encubiertas. Se profundizará en la relación entre nuestro protagonista y Natasha Romanoff (La Viuda Negra). También, descubriremos aspectos ocultos de la vida de Bucky que nos ayudarán a rellenar huecos de su biografía.
El argumento de El invierno más largo gira en torno a un incidente contra el Gobierno de Lavteria en el que estarán involucrados el Dr. Muerte, Fantasma Rojo y Lucia Von Bardas. Poco a poco, iremos descubriendo la trama que servirá de leit motiv a la serie: los durmientes.
Durante su etapa como soldado soviético, Bucky entrenó a tres “durmientes” para que se comportasen como ciudadanos norteaméricanos y fuesen perfectas armas mortales. Finalizado el entrenamiento fueron enviados a EE.UU. para que se infiltrasen en la sociedad norteamericana y, una vez establecidos, se les asignasen objetivos. La caída del telón de acero y de la Unión Soviética provocó que estos “durmientes” fuesen olvidados por la KGB. En una trama parecida a El mensajero del Miedo de John Frankenheimer (The Manchurian Candidate, 1962) descubrimos que los “durmientes” han sido activados y se les ha asignado una misión.
El deseo de venganza de uno de ellos y la frustración provocada por años de olvido serán el argumento de la siguiente saga: Flecha Rota.
El que haya disfrutado del Brubaker de Capitán América, disfrutará de Soldado de Invierno. El autor acentúa todos los elementos que esbozaba anteriormente y nos cuenta una historia de espías, redención y venganza. Además, nunca habíamos visto a una Viuda Negra tan guapa.
En mi opinión junto a Daredevil de Mark Waid, Imposibles X-Force y Veneno de Rick Remender es lo mejor que está publicando Panini en la actualidad. La relación calidad/precio es otra baza que juega a favor del cómic. Disfrutaremos de 9 números americanos por 15,00 euros. Creo que es una de las mejores inversiones que podemos hacer en estos tiempos de crisis.
¡Al fin en su propia colección! Ed Brubaker regresa sobre su personaje favorito en una serie imprescindible, cuyos dos primeros arcos argumentales se encuentran reunidos en este tomo, con dibujos de Butch Guice y Michael Lark. Hasta el momento, James Barnes ha sido Bucky y Capitán América, pero ahora ha de recuperar el papel de Soldado de Invierno, con el objetivo de purgar las culpas de un pasado que nunca ha dejado de perseguirle. Su amante, la Viuda Negra, le acompañará en una misión que le llevará a encontrarse con los terribles hombres que él mismo entrenó.
Guión: Ed Brubaker
Dibujo: Butch Guice, Michael Lark
Entintado: Butch Guice, Stefano Gaudiano, Brian Thies, Tom Palmer
Color: Bettie Bretweiser, Mitch Bretweiser
Portada: Lee Bermejo
Precio: 15 euros.
