La prestigiosa cadena AMC, quien es creadora de la serie Breaking Bad, llega a su final este mismo verano. Como la mayoría recordaréis la historia nace de un profesor de instituto que se pluriemplea como lavacoches al que le diagnostican cáncer. A partir de ahí, toda su vida da un vuelco, ya que está hundido y no ve la salida. Por azares del destino, se alía con un exalumno suyo para fabricar una droga sintética, conocida como “cristal”, y poder sacar dinero con el que ahorra y que su familia se mantenga. Con este arranque tan drámatico comenzaba una de las mejores series, que trataba el asunto de las drogas sin inhibiciones y desde varios ángulos. El personaje central, Walter White (Bryan Cranston), es un hombre apocado que poco a poco va descubriendo de todo lo que es capaz. Se da cuenta de que puede ser frío y salvaje, y a lo largo de la serie va cambiando de ser una persona recta a no tener escrúpulo alguno en conseguir lo que quiere.
La AMC no quiere dejar esta mina de oro, por lo que quieren comenzar a rodar un spin-off, centrado en el personaje de Saul Goodman (Bob Odenkirk), abogado que, a partir de la segunda temporada, les ayuda con asuntos legales, extralegales y, principalmente, a blanquear el dinero. El lema de dicho personaje es “better call Saul” (mejor llama a Saul), con el que se publicita en la TV local. Dado que ha tenido tanto éxito, este personaje que estaba pensado para uno o dos episodios, pasó a ser un habitual. Ahora parece que quieren darle más coba. Vince Gillian, creador de la serie original, seguirá al mando de esta nueva, junto al guionista Peter Gould.
Veremos qué sale de esto.
