Me encanta Freaks’. Quizás esperando la decadencia, bastante extendida, entre el primer y el segundo tomo de muchas series de este estilo, me hallo sorprendido y muy animado. El número 2 de la serie francesa que está triunfando allá por donde pasa, Freaks’ Squeele, es tan fresco como el primero y además se permite el lujo de ir todavía un poco más allá de lo ya visto.
Como recordaréis del anterior número, Xiong Mao fue expulsada del campus (solo se le prohibe vivir en él, no estudiar) y esto solo podía conducir a su desenlace lógico: ir a vivir con Chance. Obviamente es toda una locura sobrevivir convivir con este alocado personaje, quién se pasa todo el día “en pelotas” por la casa y hace lo que le da la real gana. Los que hayáis vivido en un piso compartido seguro que habéis sufrido algún percance con alguno de vuestros compañeros, ya sabéis de lo que hablo. Toda la primera escena con Xiong Mao recogiendo los pelos de Chance por toda la casa es divertidísima y las risas están garantizadas. De hecho este segundo tomo engloba un arco argumental bastante más extenso que el del primero, pues jugamos con la ventaja que ya conocemos a todos los personajes. Así pues podemos decir que se divide en dos partes: la búsqueda de nuevo piso para el trío protagonista y aprobar el examen final del curso.
El primero de los arcos argumentales (aunque es una separación que hago yo a título personal, pues a pesar de haber dos hilos centrales se van mezclando durante todos los capítulos) es la búsqueda del nuevo hogar. Muy interesante la inclusión al elenco de Funeral, el manco del cual ya hablamos en la anterior reseña, pues descubrimos algunos aspectos que harán que sus intervenciones sean dignas de leer. De hecho el problema de la vivienda se termina solucionando gracias al propio Funeral y su extraña manera de conducir a los personajes por el camino que él les marca. ¿Cómo termina Sombra envuelto en una búsqueda de piso? Pues por culpa de su marcado sentido de la justicia y de querer ayudar a todos, aunque no desvelaremos el cómo ni el porqué. A pesar de ser el arco argumental más “light” y con menos carnaza en cuanto a acción se refiere podremos ver una batalla muy bien llevada y dibujada aunque ciertamente corta.
La segunda parte de la aventura se centra en una actividad del colegio, deben encontrar una manera de conquistar el mundo. Sí, héroes intentando conquistar el mundo. Obviamente todo esto suena a plan diabólico elaborado por el director de la escuela… quien está claro que algo esconde. Chance, Xiong y Sombra intentan dar con una solución ingeniosa con la que finalmente topan accidentalmente. Unos soldados hechos con una receta milenaria en forma de galleta. El problema es que deben encontrar un profesor que les abale el proyecto y les haga un seguimiento, a lo que como muchos podemos adivinar termina accediendo Funeral. El desenlace del proyecto es bastante divertido y a su vez bastante explosivo.
Nos quedamos a merced de un montón de incógnitas en el anterior volumen y muchas siguen sin resolverse aunque se desarrollan varias de ellas como la afición de Xiong Mao por las armas o el pasado de Sombra. Sin haber leído los siguientes números creo que poco a poco nos vamos acercando a la parte más madura de la historia y a un punto y a parte de la misma. Florent Maudoux consigue hilbanar estupendamente la historia central con el trasfondo de los personajes y el crecimiento de los secundarios.
El dibujo me sigue fascinando tanto por su simpleza aunque consigue traspasar el papel y a su vez por el detallismo de sus primeros planos. En una pelea en la que toma parte Sombra hay una viñeta de su perfil en que se aprecia lo buen retratista que es además de la gran imaginación del autor, pues los seres fantásticos siguen apareciendo por doquier y en un sin fin de situaciones. Su estilo manga-europeo tiene un peso más que notable y gran parte de la narrativa se la lleva el dibujo.
Como curiosidad os comentaré que los extras de este tomo son un poco más escasos que los del anterior aunque muy buenos. En uno de estos diseños se puede ver un estilo algo diferente al suyo donde comenta que una fan le pidió hacer una historia con un personaje que ella había creado. Florent, al tener la historia más o menos acotada decidió hacer una serie a parte. A parte de ese spin-off existe Freaks’ Squeele Rougue, cuyos dibujos corren a cargo de Sourya Sihachakr y se centra en el pasado de Xion Mao. Por cierto, Dibbuks ha prometido que durante este año podremos disfrutar del mismo.
La edición sigue siendo un calco a la francesa, cosa que es de agradecer pues es de una gran calidad. Como en el anterior número las páginas a color consiguen mejorar todavía más, si cabe, la experiencia de la historia. Espero que en un futuro se decida editar la colección entera en tapa dura y a color, puede ser un gran aliciente para los coleccionistas y los fans de la serie. Las 144 páginas de las que se componen este cómic harán las delicias de los lectores, pues diversión y acción a raudales son los ingredientes con los que nos lo aderezan Dibbuks y Maudoux. Una lectura distendida y muy fresca con un millón de referencias a series/cómics de nuestra infancia. ¿Sabéis de dónde viene el título? De los Caballero que dicen Ni de la película de los Monty Python, Los Caballeros de la Mesa Cuadrada (peliculón).
Recordad, el mundo será nuestro: ¡NI!