A pesar de haber presentado una irregular trayectoria editorial desde su creación en el año 1965, los Jóvenes Titanes, un grupo que se ha caracterizado por encontrarse formado por una gran cantidad de jóvenes ayudantes de los superhéroes, se ha consagrado con el paso de los años como uno de los grupos más icónicos de todo el Universo DC. Es por ello que la aparición de los Jóvenes Titanes en este Nuevo Universo DC creado tras lo ocurrido en el evento Flashpoint se antojaba como la opción más acertada. Este tomo, guionizado por Scott Lobdell y dibujado principalmente por Brett Booth, recopila el primer arco argumental de la serie Teen Titans que sirve para forjar la historia del grupo desde cero.
Aunque el tomo se encuentra protagonizado por el grupo al completo, la entrega con la que comienza el volumen está interpretada por Tim Drake, o Red Robin, pues en este primer número empezaremos a conocer al grupo partiendo por lo más básico: cómo su líder, Tim Drake o Red Robin, llegó a convertirse en lo que es. Así, la historia arranca presentándonos al joven deportista, excelente estudiante y atractivo Tim Drake quien, a pesar de vivir con sus padres a diferencia del resto de los jóvenes que se han convertido en Robin o del propio Batman, este siente la imperiosa necesidad de aprovechar sus habilidades como el nuevo ayudante del Hombre Murciélago. De esta manera, el propio Bruce Wayne protagonizará una aparición estelar para narrarnos cómo Tim investigó quién es el hombre bajo la máscara de Batman para dar con él y convencerlo de que aceptarlo como su nuevo ayudante era la decisión más adecuada.
Tras este comienzo, el siguiente número ya se encuentra protagonizado por los Jóvenes Titanes. La historia se encuadra dentro de una situación en la que el número de jóvenes metahumanos ha aumentado considerablemente, suponiendo esto un riesgo para la sociedad, pues no son pocos los que, intentando hacer el bien, debido a la ausencia de conocimiento y control sobre sus poderes han acabado protagonizando accidentes o catástrofes. Es aquí cuando un Tim Drake que ha crecido hasta actuar de forma independiente de Batman, se topa con N.O.W.H.E.R.E., una organización cuyo poder alcanza hasta a todos los ámbitos de la sociedad y que, con el fin de evitar los daños ocasionados por los nuevos metahumanos que van surgiendo, pretende secuestrar a los mismos para, bajos sus órdenes, ir usándolos para atrapar a más metahumanos.
Tras rechazar Red Robin la oferta de unirse a la organización, este comienza a buscar a más jóvenes que puedan ser objetivo de N.O.W.H.E.R.E. para avisarles del peligro que corren y pedirles que se unan a su causa para luchar contra la organización y ayudar al resto de metahumanos. Así, este conocerá y liderará a esta versión de los Jóvenes Titanes formados por Cassie Sandmark, la joven Wonder Girl; Bart Allen, el supervelocista conocido como Kid Flash; Miguel José Barragán, también conocido como Búnker; y Kiran Singh, una nueva versión de Solsticio. Además, durante sus aventuras estos conocerán a la metahumana Skitter y a Superboy, quien no debutará en la serie precisamente como un aliado del grupo.
Como ya hemos comentado, el guion de todo el volumen corre a cargo de Scott Lobdell, quien se encarga de recrear un nuevo universo para estos Jóvenes Titanes en el que no faltarán nuevos villanos, como la mencionada organización N.O.W.H.E.R.E., o superhéroes de nuevo cuño, como lo son Búnker y Skitter. Del mismo modo, Lobdell nos presenta un arco argumental muy disfrutable con el que logra atrapar y divertir con sus aventuras gracias a su desarrollo y al buen trato que le da el guionista a los personajes, asignándole a cada uno una personalidad específica ayudando esto a que la relación entre los diferentes miembros del grupo pase a ser parte del propio arco argumental.
A cargo del apartado gráfico nos encontramos a Brett Booth, un artista que nos deleita con sus geniales dibujos gracias a su trazo fino con el que recrea escenas en las que presta especial atención a los detalles y al dinamismo de sus viñetas. Pero Brett no es el único que se encarga de los lápices en el tomo, pues el primer número corre a cargo de Tyler Kirkham, quien logra mantener la estética impuesta por los dibujos del otro artista creando unas viñetas más que decentes a pesar de que no logre alcanzar la calidad de Brett.
ECC publica este tomo en una edición rústica bajo la cual recopila los números 0–6 # de la colección Teen Titans a un precio de 14, 95. Además, en sus 160 páginas encontramos también material extra como las portadas de los diferentes números y diversos artículos sobre la trayectoria de los Teen Titans y demás curiosidades.
A modo de conclusión sobre este nuevo comienzo del grupo, hay que decir que aunque la trama argumental no es excesivamente compleja u original, se presenta como una historia bastante disfrutable y divertida.