El Aliento de los Dioses (original: Warbreaker), del prolífico Brandon Sanderson, es una de esas obras cuyo volumen de páginas puede intimidar a primera vista, pero que acaban conquistando por igual a aficionados convencidos de la literatura fantástica y a nuevos lectores que se acercan al género de puntillas. La edición a reseñar se enmarca en la colección NOVA de Ediciones B. Hablamos de 688 páginas en las que se desgranan con fluidez las historias entrecruzadas de Vasher, Siri, Vivenna y Sondeluz.
Estamos ante una novela cuya narración tarda un poco en arrancar, si bien esta tardanza no es ni mucho menos suficiente para llegar a plantearse abandonarla. A partir de la mitad del libro, aumenta la sensación de peligro, las aventuras se vuelven más complejas y las intrigas se convierten en una constante, acechando especialmente a las dos hermanas. El estilo de Sanderson fluye sin excesivas florituras, pero sin caer tampoco en el simplismo que mata la ambientación fantástica de tantas obras.Dedelin, rey de Idris, ha estado educando a su hija mayor Vivenna para su matrimonio concertado con el rey-dios de Hallandren, Susebron. La frágil armonía entre ambos reinos, con sus numerosos conflictos culturales, depende del éxito de esa boda. Sin embargo, llegado el momento, Dedelin decide enviar en su lugar a su hija menor Siri, cuyo carácter rebelde la hace poco adecuada para las tareas de una corte. Vivenna, preocupada por la seguridad de su hermana, decide viajar a T’Telir, capital de Hallandren, para iniciar en secreto una rebelión y salvar a Siri. Su camino se cruzará con el de Vasher, un hombre misterioso y taciturno con un pasado violento y mucho poder, al que acompaña Sangre Nocturna, una espada cuanto menos curiosa. Ajeno a todo esto, el Retornado Sondeluz, uno de los afortunados dioses menores que habitan en Hallandren, vive rodeado de placeres, tratando de ignorar las complicaciones éticas que su existencia desata y sin ser capaz de recordar su vida anterior. A partir de aquí, los diferentes personajes desde los cuales vemos la historia iniciarán sus respectivas búsquedas de redención, gloria y aceptación.
A pesar de todo esto, si algo sí se le puede criticar al libro es que la historia que cuenta se podría haber ceñido a unas 100 o incluso 200 páginas menos. A pesar de la cantidad de páginas, puede ser que al acabar el libro nos falte un poco contexto para entender las motivaciones de algún personaje. Sin embargo, estas faltas se compensan con creces con el gran punto fuerte de la novela: la magnífica caracterización de sus protagonistas.
Es inevitable establecer favoritos en las novelas que juegan con puntos de vista y, sin embargo, los cuatro grandes protagonistas de El Aliento de Los Dioses son capaces de mantener la atención del lector por igual aunque, como es natural, con una intensidad diferente dependiendo de lo avanzado del libro. Las entrañable Siri y la comedida Vivenna, tan opuestas en carácter y talentos, experimentan las mayores evoluciones como personaje, ya que se ven obligadas a replantearse sus valores en más de una ocasión. Las apariciones de Sondeluz son maravillosas, y es que el indolente Retornado tiene un gran sentido del humor y pronto veremos cómo juega a hacerse pasar por tonto cuando le conviene. Vasher aporta las mejores escenas de acción, el giro oscuro a la serie, y mantiene la atención del lector desde el mismísimo prólogo.
Por cierto, volviendo a las princesas, los fans de Canción de Hielo y Fuego notarán especialmente que la rebelde Siri y la comedida Vivenna, con sus virtudes y defectos, recuerdan a las hermanas Stark. Lo que diferencia a las primeras de las segundas, es que Sanderson fuerza a las jóvenes a luchar precisamente en el ambiente para el que no han sido preparadas. Sea aprendiendo cortesía y sorteando intrigas palaciegas, o adquiriendo saber callejero y ensuciándose las manos, ambas tendrán que depender mucho de su intuición.
Las comparaciones con Elantris, la aclamadísima primera obra de Sanderson, son inevitables. Y es que Elantris también es una novela autoconclusiva, que combina diferentes puntos de vista, ambientada en un mundo en conflicto político y religioso y en la que juega un papel prominente un matrimonio concertado. Si bien Elantris puede presumir de un ritmo más estable, El Aliento de los Dioses tiene muchos más giros argumentales, unos pocos predecibles, pero la mayoría absolutas sorpresas.
Como curiosidad, al iniciar la novela en 2006, Sanderson entró en contacto con la obra de Cory Doctorow, autor de ciencia ficción poco conocido en nuestro país y gran defensor del libre intercambio de cultura. Las novelas de Doctorow siempre se publican a la vez en papel y por internet, bajo licencias de Creative Commons. Esto inspiró a Sanderson, que pidió a Tor la oportunidad de ir publicando cada capítulo y cada edición de El Aliento de los Dioses en su página web. Es por ello que, a día de hoy, no solamente podemos descargar la primera versión editada en tapa dura por Tor, sino también encontrar hasta seis versiones diferentes y miles de notas complementarias. Una gran oportunidad para aprendices de escritor, ya que Sanderson siempre ha insistido en la importancia de editar mientras escribe. Para más consejos y clases de escritura, siempre se puede consultar el podcast Writing Excuses o las clases online Writing about Dragons.
En una entrevista del año 2009, el escritor dejó entrever su intención de continuar la historia. Sin embargo, Brandon Sanderson es uno de esos autores que tienen un plan editorial muy estructurado, y en su página web no hay señales de posibles secuelas. Aunque sin perder la esperanza, hay que asumir que probablemente la espera se alargue.
La edición española incluye un poco de material extra: el mapa de T’Telir, notas finales y un Ars Arcanum en el que se explica mejor el aliento briocromático, sistema de magia del libro (Sanderson es conocido por sus sistema de magia cohesivos y bien estudiados, en los que apreciamos su transformo como estudiante de bioquímica). En la portada encontramos una ilustración bellísima del prestigioso ilustrador Dan Dos Santos, que también se usó en la edición original de Tor Books. Que la portada haga referencia explícita a los temas tratados en la novela siempre es un placer, ya que las portadas genéricas de temática fantástica son un mal demasiado común en el género. A cargo de la traducción tenemos a Rafael Marín, que fue galardonado en 2003 con el premio de mejor traductor europeo de ciencia ficción.
En definitiva, nos hallamos ante una novela maravillosa que ha llegado a nuestro país en una edición cuidada. Sin spoilear nada, una advertencia: aunque parece ser que la corriente actual en fantasía se inclina hacia obras crudas y realistas, que no escatiman en escenas violentas, Sanderson es gentil con sus personajes, incluso con los que hace pasar por situaciones demoledoras. De sus notas se puede entrever el cariño que profesa incluso a personajes secundarios, cariño que sospecho también sentirá el lector.
Para conocer un poco más de la obra de Sanderson, podéis visitar las reseñas de el primer volumen de la saga La Guerra de las Tormentas, o el segundo y el tercer tomo de Nacidos de la Bruma.