En el primer volumen de la cabecera, conocíamos a Zayne Carrick, un padawan no muy habilidoso con muy mala suerte. Sin embargo, su vida cambió de forma radical cuando, el día de la ceremonia de graduación, contempla como sus maestros han asesinado a todos sus compañeros padawan. Es decir, a toda una promoción entera. A raíz de este hecho y su posterior huida, Carrick es acusado injustamente de un crimen que no cometió y, junto al contrabandista snivviano Marn Hierogruph, se ve obligado a huir y limpiar su nombre.
Durante su huida, el padawan renegado conoce al brillante ingeniero senil Camper, que se ve obligado a ocultarse debido a cierto hecho relativo a su pasado, y a su protectora, la hermosa guerrera arkaniana Jarael. Ambos, junto al droide de carga Elebé, completan el reparto de personajes principales. Tras escapar de sus antiguos maestros y descubrir los motivos que instigaron a sus antiguos mentores a cometer tal atrocidad, Carrick decide darles caza con el fin de que alguno diga la verdad.
Así pues, este segundo tomo, titulado Punto de Ignición, sigue narrando la fuga de Zayne y los suyos a bordo del Último Refugio, una vieja nave transportadora de basura. En los tres primeros episodios del mismo, encontramos el primer arco argumental titulado de forma homónima, en el que los protagonistas viajan a Vanquo, un planeta minero del borde exterior -en la frontera de la Antigua República-, y tienen su primer contacto con los Mandalorianos. Recordemos que los Mandalorianos -usualmente llamados “Mandis”- son los contrincantes de las tropas republicanas en las Guerras Mandalorianas.
En este primer encuentro, Jarael es confundida por un jedi y es raptada por las tropas Mandalorianas y llevada a Flashpoint. En Flashpoint los Mandalorianos tienen una especie de laboratorio, dirigido por el doctor Demagol, donde este experimenta con los jedi para averiguar qué poderes poseen y cómo pueden ser contrarrestrados. A su vez, el grupo de Zayne se dirigirá al laboratorio para rescatar a su compañera. Además, en esta saga se nos desvelarán algunos datos acerca de los Mandalorianos, tales como la importancia de su cultura guerrera, o los motivos de su guerra con la república. También conoceremos a un nuevo personaje: el comandante Rholan Dyre, líder de las fuerzas “Mandis” de Vanquo.
Más allá de este segundo arco, el guionista, John Jackson Miller, el mismo que el del primer volumen, nos revela más detalles sobre el pasado de Lucien, el exmaestro de Carrick, y sus compañeros. De este modo, en “El regreso“, descubrimos cómo se conocieron Lucien y los otros maestros, cómo se originó esa colaboración, y la singular relación entre Lucien y su madre, entre otros. Por otro lado, Miller continúa explorando las consecuencias del fracaso de Lucien ante su misión, puesto que Zayne todavía sigue vivo.
Por último, los dos números restantes forman otro arco argumental, “Reunión“, y nos muestran cómo el grupo protagonista se ve involucrado en otro rapto a raíz de una visita al planeta bancario de Telerath. No obstante, en esta ocasión no se trata de ningún personaje principal sino la de una persona muy importante para alguien del grupo. Este suceso nos sirve para conocer a dos cazarrecompensas no muy eficances y algo estúpidos, Del y Dob, y para poner de manifiesto que los villanos de la historia no se dan por vencidos.
Respecto al apartado gráfico, en este volumen nos encontramos ante tres dibujantes. El primero es Dustin Weaver, quien se hace cargo de los lápices en los tres primeros números del tomo, y realiza una aportación notable, poniendo especial detalle al dibujar ciertos rostros. Aún así, también plasma bien las escenas multitudinarias, tales como las batallas espaciales. Posteriormente, nos encontramos con Brian Ching, quien dibujaba la mayor parte del primer volumen, que continúa haciendo el mismo buen trabajo con los lápices como en el tomo anterior. Finalmente, el dibujante del último capítulo es Harvey Tolibao, quien destaca sobre todo al dibujar criaturas no humanas como los cazarrecompensas o Gryph.
Pese al baile de dibujantes, hay que mencionar que el tomo posee una calidad gráfica notable, pues todos hacen un buen trabajo. Además, personalmente, no encontré muy molesto el cambio de estilo ya que, aunque son diferentes, todos poseen aproximadamente el mismo nivel, algo que, como comenté, no sucedía en el tomo anterior debido a la presencia de Travel Foreman.
Recapitulando, este segundo volumen me ha gustado algo más que el primero, que lo encontré excesivamente introductorio, sobre todo por el arco dedicado a los Mandalorianos me ha parecido bastante bueno. Además, los datos que John Jackson Miller va desvelando gradualmente hacen que esta época me resulte especialmente interesante, pues tiene varias subtramas que desarrollar. En definitiva, a la espera de saber cómo continúa, debo decir que los primeros doce números de la colección son bastante entretenidos e interesantes. Por tanto, por el momento recomiendo su lectura.
En cuanto a la edición, la editorial Planeta deAgostini recopila séis números americanos en un tomo rústica por 11,95€, aunque a partir de septiembre el precio será de 14,95€ debido a la subida de precios aplicada por la editorial. Mencionar que hubiera sido bastante interesante recopilar las portadas originales, pues se incluían en el anterior tomo y empañan significativamente la edición. Aún así, las del inicio de cada arco sí que están incluidas.