Con la proliferación de secuelas y precuelas de películas fantásticas, los espectadores cada vez somos más exigentes y pedimos mejores efectos especiales.
La compañía Pixomondo, fundada en Frankfurt (Alemania), se ha convertido en la referencia mundial en el mundo de los efectos visuales. Además, tienen sedes en muchos lugares del mundo, entre ellos Beijing, Münich, Londres, Toronto o Santa Mónica (EE.UU.) donde realizan la mayoría de los trabajos y se ha convertido en su cuartel general. Allí trabajan alrededor de 200 empleados y se realizan los efectos visuales de muchos de los éxitos que hemos visto en pantalla como pueen ser Oblivion, The Amazing Spiderman, After Earth o la maravillosa serie Juego de Tronos.
El mayor éxito de la compañía fue el premio Oscar ganado por la película Hugo de Martin Scorcese.
Sven Martin, supervisor de los efectos especiales de Juego de Tronos explicó en una entrevista las dificultades a las que se enfrentaron en la tercera temporada de la serie al diseñar la evolución de los dragones.
Con lo aprendido en la segunda temporada comprendimos que podríamos asumir nuevos desafíos. Los dragones de la tercera temporada no son copias envejecidas de los de la temporada anterior, de hecho tuvimos que construirlos desde cero y pasar una enorme cantidad de tiempo en el diseño y desarrollo de sus nuevas características. Esta vez, la cámara también estaba mucho más cerca de los dragones, así que tuvimos que ir mucho más lejos en detalles. La mandíbula, por ejemplo, tenía un mecanismo especial que debía esconderse en la posición “normal” y extraerse y extenderse cuando el Dragón entra en modo amenazante. La sección completa de la boca interior tenía que ser muy precisa con la lengua, las glándulas (para respirar fuego) y los peligrosos dientes.
Os mostramos un vídeo que cuenta su trabajo:
http://www.youtube.com/watch?v=oq2DbX7PMlI