A lo largo de la historia ha habido muchas y muy variadas películas relacionadas con el mundo del ilusionismo. Allá por el año 1956, el realizador George Marshall convirtió a Tony Curtis en el que posiblemente sea el escapista más famoso de toda la historia, el húngaro Harry Houdini en la película que llevaría el nombre del mago en cuestión “El gran Houdini“. Además, en 2006, también pudimos ver dos películas de la misma temática que, abordaban el tema del ilusionismo. Por un lado, pudimos ver la excelente película “El truco final” de Christopher Nolan, donde Hugh Jackman y Christian Bale se enfrentaban por ser el mejor ilusionista de la época; por otro lado, Neil Burger dirigió “El ilusionista“, en la cual Edward Norton interpretaba al mago Eisenheim.
En esta ocasión, estamos ante “Ahora me ves…” otra película de ilusionismo dirigida por Louis Leterrier (Transporter, Furia de Titanes), que tenía un excelente reclamo en los actores que lo interpretarían pero que, sin llegar a ser una decepción, tiene ciertos detalles negativos que hacen que las expectativas que muchos teníamos no se vean totalmente cubiertas. Y la verdad es que, siempre que vamos al cine queremos ver algo que nos deslumbre, algo que realmente resulte novedoso, y, sobre todo, que nuestra inversión se rentabilice. Pues bien, teniendo en cuenta los precedentes, debemos descartar el hecho de que sea novedoso, pues, sobre todo en los primeros compases de la película, recuerda mucho a una mezcla entre alguna de las películas de ilusionismo que ya he comentado con Ocean´s Eleven, donde sus personajes van siendo presentados y se complementan excelentemente jugando al despiste con todos para conseguir su objetivo final.
Sin embargo, también podemos ver otros aspectos importantes que no están relacionados con el hecho de que la temática o el planteamiento del filme sea más o menos novedosa. Uno de estos aspectos es, tal y como comentábamos antes, la calidad de los actores. Por un lado, tenemos a dos pesos pesados de Hollywood con una más que sobrada experiencia, los cuales resultarán el mayor reclamo para ver la película. Nos referimos a los papeles que interpretan Morgan Freeman y Sir Michael Caine, el cual, este último ha debido coger el gusto a las películas de ilusionismo, pues también participó en “El truco final” de la que os hemos hablado anteriormente. Sin embargo, sus papeles, aunque importantes en la trama, carecen de la relevancia necesaria para que su interpretación sea una razón de peso para ver la película, aunque no por ello, sus interpretaciones dejen de brillar. En el caso de Freeman interpretará a un exmago que, tras abandonar su profesión, ahora se dedica, mediante un programa televisivo, a desacreditar a otros ilusionistas explicando sus trucos, mientras que Michael Caine, será un multimillonario que patrocinará y acompañará en sus actuaciones al nuevo grupo de ilusionistas llamados, los 4 jinetes. No obstante, si he de destacar un papel, destacaría el de Mark Ruffalo, que consigue interpretar al agente del FBI Dylan Hobbs, su escéptico personaje, de forma magistral, transmitiendo su tenacidad a pesar de su poca efectividad o incluso (con perdón), estupidez.
Por otra parte, entre los cuatro jinetes, los ilusionistas que llevarán a cabo cada uno de los trucos que veremos en el film, estarán interpretados por Jesse Eisenberg (La red social), quien hará de Daniel, el líder del grupo; Woody Harrelson, quien interpretará a Merrit, el hipnotista; Isla Fisher, que será Henley, la escapista; y Dave Franco, que hará las veces del experto en los juegos de manos, Jack. Todos ellos realizan sus interpretaciones de forma efectiva pero sin deslumbrar, pues son papeles que, por ejemplo, en el caso de Eisenberg o Harrelson, les vienen muy acordes a lo que nos tienen acostumbrados en otras películas. Al mismo tiempo, algo que resulta chocante, es lo mal desarrollados que están los papeles de las dos chicas de la película, a saber, Isla Fisher, la escapista y Mélanie Laurent, la agente de la Interpol compañera de Mark Ruffalo. Mientras que a la primera de ellas se la ningunea totalmente, dándola muy poca atención y protagonismo entre el grupo de los 4 jinetes, el papel de Mélanie Laurent resulta totalmente prescindible y no aporta absolutamente nada al guion de la película.
Por otro lado, algo destacable es que en la película no habrá un momento de respiro. Su ritmo frenético en donde la acción y los trucos se suceden sin pausa, hacen que el espectador no tenga tiempo a despistarse, a mirar el móvil o a agachar la mirada para ver si aún le queda alguna palomita en el fondo. No obstante, este ritmo trepidante, se ve empañado por un par de detalles.
Uno de ellos sería el mareo continuo al que nos someterá la cámara con sus movimientos bruscos en muchas de las escenas del film. El otro es el hecho de que, a pesar de que el final, en un primer término, resulte sorprendente, el desenlace del mismo, resulta poco creíble, pues no se ajusta con las explicaciones lógicas que se hacen de cada uno de los trucos, dando un giro hacia lo fantástico que a mí personalmente, no me convenció; aunque esperemos que se consiga explicar en la secuela que, recientemente confirmaron que habría tras el buen resultado en taquilla de esta primera película.
Como conclusión, si bien es verdad que el film tiene algún fallo, cumple con el mayor de los objetivos que esperamos cuando vamos a ver una película al cine: entretener. Sus giros de guion, su elenco de actores, su ritmo trepidante y su cuidada dirección harán que pasemos 115 minutos encandilados bajo el amparo de la magia que la varita mágica de Louis Leterrier impone en “Ahora me ves…”.
[xrr rating=3.5/5]