En el primer argumental de la serie regular de Batman, reiniciada con motivo del Nuevo Universo DC, Scott Snyder y Greg Capullo nos presentaban a una sociedad secreta que, desde tiempos inmemoriales, gobernaba la ciudad de Gotham desde las sombras. Si bien es cierto que el mismo guionista había aprovechado sus anteriores trabajos del Caballero Oscuro para dar leves detalles de esta organización, fue en Batman donde la sacó a la luz. De este modo, Bruce Wayne se ve obligado a lidiar con el Tribunal de los Búhos, como se llama la organización, y sus guerreros, las Garras. Tras múltiples enfrentamientos, el Cruzado de la Capa consigue destruir la organización o, al menos, eso se cree él.
Soy consciente de que esta reseña va sobre Garra y no sobre Batman, pero entender lo anterior es imprescindible para saber qué relata esta cabecera. En primer lugar, “Garra” (Talon, en Estados Unidos) nos pone en la piel de Calvin Rose, una Garra del Tribunal -de ahí viene el título de la colección- que decide huir del mismo al no ser capaz de completar su primer trabajo. Ciertamente, escapar de los Búhos no es, ni mucho menos, tarea fácil, pero Rose tampoco es una Garra normal, pues, a diferencia de muchos de sus antecesores, es escapista, una profesión que resulta ideal para lograr burlar al Tribunal.
Así pues, el volumen da comienzo con el número cero de la cabecera, y primer número de la serie. Es decir, que Scott Snyder y James Tynion IV, los guionistas de Garra , optan por relatarnos el origen de Calvin Rose en un sólo número. En él, se nos narra una experiencia traumática de su infancia, que derivó en su primera fuga, su entrada como guerrero del Tribunal y su posterior preparación -y admisión definitiva- como Garra; además del motivo de su huida. En este capítulo, ya somos testigos de una de las mayores virtudes del tomo: su documentación y el hecho de ser muy fidedigno a lo narrado en Batman. Y no es para menos, ya que, pese a que sea Tynion IV el guionista principal del volumen, Scott Snyder -guionista de Batman- colabora en el argumento.
Después de este necesario episodio cero, nos sumergimos en la historia principal. Tras siete años huyendo de la organización, al enterarse mediante la prensa de que ha sido derrotada por Batman, Calvin Rose decide volver a Gotham con la finalidad de no tener que escapar nunca más. No obstante, una vez allí, descubre que el Tribunal, aunque ha sido debilitado y herido de gravedad, todavía sigue vivo, esperando el momento de recuperarse y volver a actuar. De este modo, tras acabar con una Garra con la ayuda de un enigmático anciano llamado Sebastian Clark, Rose decide aliarse con él y acabar con el Tribunal de una vez por todas. Este número nos otorga, a su vez, información sobre el pasado de Clark, perseguido por la siniestra organización a raíz de un libro de su antepasado.
En los siguientes números, observamos cómo ambos deciden atacar varios objetivos que proporcionan múltiples recursos a esta sociedad secreta. A saber, una sala llena de reliquias, cuadros, y muchas obras de arte extremadamente valiosas; un banco en el que se gestiona e invierte gran parte del dinero de los Búhos…Así pues, gracias a la información de Clark, que ha logrado infiltrarse en las bases de datos de los Búhos y recabar mucha información acerca de ellos, Rose puede debilitarlos gradualmente mediante ataques bien planificados. O ese, al menos, era el plan inicial, puesto que el Tribunal no se queda de brazos cruzados y contraatacará complicándoles mucho las cosas a Sebastian y a Clark.
Finalmente, destacar el papel del personaje de Casey Washington, quien tiene una relación cercana con Calvin Rose y será de gran ayuda para que él y Sebastian consigan sus objetivos. También mencionar el buen cliffhanger final con el que acaba el tomo. Uno de los mejores golpes de efecto o vueltas de tuerca que he leído últimamente. Totalmente inesperado.
En lo que al aspecto gráfico se refiere, el mallorquín Guillem March se ocupa de los lápices con la maestría que ya demostró en los primeros números de Catwoman, destacando en especialmente en la representación de rostros femeninos, los que representa con un gran detallismo. Mención especial a los ojos expresivos de los personajes, otro de sus puntos fuertes. Así pues, March y Tomeu Morey, también de Palma de Mallorca, nos ofrecen unas viñetas más que notables. Desgraciadamente, el capítulo dos corre a cargo de Juan José Ryp, quien participó en Batman Año Cero y actualmente dibuja la colección “Clone” para Image, quien, pese a ofrecernos un buen trabajo, no llega al -gran- nivel que exhibe March.
Respecto a la edición, ECC Ediciones recopila el número cero y los séis capítulos restantes en un tomo de 160 páginas a color en formato rústica a un precio de 14,95€, incluyendo también todas las portadas y los ya clásicos artículos presentes en gran parte de sus obras. Mencionar que, en la actualidad, la cabecera está abierta en Estados Unidos con once capítulos en su haber.
Ciertamente, Garra ha resultado ser toda una sorpresa. Lo que pensaba que, en parte, sería un intento por exprimir el éxito del arco del Tribunal ha resultado ser todo lo contrario: algo que enriquece su historia y profundiza en varios aspectos que desconocíamos. Además, las habilidades de Calvin Rose, centradas en la astucia y el sigilo más que en la fuerza física, junto con su singular pasado, lo convierten en un personaje muy interesante.
Lo anterior, unido a unos buenos personajes secundarios y a un gran equipo creativo, hacen de esta colección una elección muy recomendable si os gustó el arco del Tribunal. En cuanto a la puntuación, dudaba entre las tres estrellas y media -un siete- y las cuatro -un ocho-. Dado que no puedo escoger el término medio –un 7,5-, opté por las tres estrellas y media, ya que, pese a ser un trabajo notable, no llega -por poco- al nivel del primer arco de Snyder y Capullo -lo que considero un trabajo de cuatro estrellas-. Aún así, como digo, es una obra muy a tener en cuenta para seguidores del Caballero Oscuro.
[xrr rating=3.5/5]