Este fin de semana se ha celebrado la VII Japan Weekend Madrid 2.0. Este evento ha juntado a todos los aficionados de la cultura japonesa y los aficionados al cosplay han encontrado un lugar donde exhibir los disfraces de sus personajes preferidos. Lo que debería haber sido un agradable fin de semana se ha convertido en una pesadilla para muchos.
Desde primera hora del sábado los aficionados han tenido que soportar las interminables colas y la desastrosa organización del evento que pone en cuestión la profesionalidad de los organizadores. Creo que la organización del evento debe preguntarse si realmente los aficionados son importantes para ellos o si tiene más importancia el mercantilismo y el beneficio económico.
Nosotros sufrimos la desastrosa organización que supuso más de hora y media de espera para comprar una entrada y otra hora adicional para entrar al evento. Fuimos testigos de cómo dos organizadores no se ponían de acuerdo en cuál era la fila de entrada destinada a los que habían comprado la entrada por internet y los que la habían adquirido en taquilla. Un servidor logró evitar una fila de cientos de personas haciendo uso de subterfugios propios de un mercadillo popular.
Menos mal que los aficionados se toman todo con buen humor e ilusión y disfrutan de la espera, haciéndose fotos entre ellos y contemplando los cosplays más dispares.
¿Merece la pena pagar nueve euros por la entrada? Sinceramente, tal y como está organizado mi respuesta es negativa pero los aficionados seguirán acudiendo al ser uno de los pocos eventos donde lucir sus trabajados disfraces. Este es el as en la manga que guarda la organización: unos aficionados dispuestos a todo por su hobby.
En el interior, reina la incomprensión: ¿cómo puede ser que después de haber esperado varias horas para entrar los pasillos se encuentren semivacíos? Este triste aficionado, preguntó sobre el tema a un Coordinador del Evento y este le contestó: “Las quejas al Ayuntamiento de Madrid”.
La ausencia de expositores interesantes o material que suponga alguna novedad hace que en hora y media de visita decidiera irme. El evento debe reflexionar sobre el valor que supone el cuidar al público asistente.
Por otro lado, por decir algo positivo, hubo ciertas exposiciones que llamaron la atención del aficionado y que sirvieron para que los más jóvenes pudiesen disfrutar del evento. Como por ejemplo el taller de escritura japonesa.
También hubo exposiciones que hicieron las delicias de los aficionados como esta dedicada a Dragon Ball.