El concepto del juego que reseñaremos hoy es especialmente interesante. En la mayoría de los juegos de mesa se juega todos contra todos, y la colaboración entre personajes se contempla más como una alianza temporal que como una manera de entender el juego. Ganador del premio a mejor juego en España en 2011, La Isla Prohibida es un juego puramente colaborativo, jugamos todos contra la máquina, que diríamos en los videojuegos. Encarnaremos a un grupo de exploradores que se embarcan en una misión para conseguir cuatro tesoros sagrados, escondidos en la Isla Prohibida, que tan pronto lleguen intrusos a ella, empezará a hundirse irremediablemente. El objetivo del juego es simple: mientras batallamos contra el tiempo para conseguir los cuatro tesoros sagrados, tendremos que salir de la isla antes de que nos quedemos atrapados en un ataúd marino para siempre. Veamos qué nos trae la caja metálica de este juego:
- 28 cartas de tesoro, en las que hay 5 de cada tesoro, 2 sacos terrenos, 3 ascensos en helicóptero y 3 las aguas suben.
- 24 cartas de inundación
- 24 losetas de isla, que corresponden a las 24 cartas de inundación
- 6 peones de madera, uno para cada personaje
- 4 figuritas de tesoro
- 1 marcador de agua
- 1 indicador del nivel de agua
Para empezar el juego, se dispondrán las 24 losetas como en la imagen de abajo, un 4×4 más 2 adicionales a cada lado. Eso será la isla prohibida, generada aleatoriamente en cada partida. Los 4 tesoros se colocarán en los 4 vértices de la isla (aunque esto no responde a ningún criterio práctico, podrían estar guardados en la caja sin problemas). Se barajarán los mazos de tesoro y de inundación por separado y se pondrán boca abajo encima de la mesa, listos para que robemos cartas de ambos. Antes de elegir personajes, tendremos que sacar las primeras 6 cartas del mazo de inundación y girar las losetas correspondientes en la isla. Esas losetas se están hundiendo, y si hay algo importante en ellas empezamos mal, pero todo tiene arreglo. Para continuar, elegiremos uno de los 6 roles que hay disponibles: Navegador, Submarinista, Piloto, Ingeniero, Explorador o Mensajero. Cada uno tiene ciertas habilidades especiales que nos ayudarán a la hora de cumplir nuestra misión con éxito. Luego hablaré de los roles con más detalle. Lo siguiente es dar dos cartas de tesoro a cada jugador (entre las que no puede haber un “las aguas suben,” si se roba una de esas, se baraja de nuevo y se intenta otra vez). Por último, estableceremos el nivel de dificultad del juego. Eso se consigue con el indicador del nivel del agua. Hay marcados diferentes niveles de inicio, según la experiencia de los jugadores, se recomienda empezar con el más bajo, pero la verdad es que es casi demasiado fácil de ese modo.
En un turno, lo que se hace es bastante sencillo. Primero se hacen hasta 3 acciones, que pueden ser moverse de una casilla a otra (horizontal o verticalmente), asegurar una loseta, o lo que es lo mismo, darle la vuelta a una loseta que se está hundiendo, ya sea en la que estás o una adyacente, entregar una carta de tesoro a otro jugador que esté en la misma loseta que tú, o recuperar un tesoro, cambiando 4 cartas de ese tesoro por el tesoro en sí, esto último sólo se puede hacer estando en el lugar correspondiente a dicho tesoro. El segundo paso es robar dos cartas del mazo de tesoro. Si son tesoros o cartas como el ascenso en helicóptero o los sacos no hay problema, te las quedas y las puedes usar para seguir avanzando en el juego, pero si sale una de las 3 cartas de “las aguas suben,” las cosas se ponen feas. El marcador de nivel de agua sube un punto y todas las cartas de inundación descartadas se barajan y se colocan encima del mazo otra vez, lo que significa que si hay algún lugar importante entre esas cartas, como el helipuerto, tendremos que hacer un esfuerzo extra por mantenerlo a flote o lo tendremos negro. El último paso del turno es sacar tantas cartas de inundación como marque el indicador de nivel de agua, al principio se hundirá lentamente, la isla, pero a medida que avancemos, las cosas se pondrán cada vez más difíciles, porque el ritmo al que se hundirá la isla irá acelerándose. Si sale una carta de una loseta que ya está girada, tanto la carta como la loseta se retiran del juego, ese trozo de isla se ha hundido sin remedio. Nadie puede pasar por ahí. Si se hunden los lugares donde podemos efectuar el trueque de cartas por tesoro antes de que consigamos el tesoro, perderemos. Si se hunde el helipuerto, también. Si alguien se hunde con un trozo de isla que no tiene losetas adyacentes a las que llegar nadando, también se considera una derrota.
Y en eso consiste el juego. Recuperar los 4 tesoros antes de que se vuelva imposible volver. Para ganar hay que reunir a todos los jugadores en la casilla del helipuerto y usar la carta de ascenso en helicóptero. Los roles de los personajes hacen esta tarea un poco más fácil, y elegir un equipo equilibrado ayuda a ello. El Navegante puede mover a otro jugador dos casillas al coste de una acción. El submarinista se puede mover por losetas que se han inundado completamente, lo que lo hace inmortal, a efectos del juego. El ingeniero puede asegurar dos losetas por una acción, parece un poder tonto, pero es muy importante que haya un ingeniero en todos los equipos, o las losetas desaparecerán a un ritmo demasiado alto. El explorador puede moverse y asegurar en diagonal, lo que lo convierte en un personaje muy versátil, pero no es la mejor opción. El piloto es esencial, ya que es capaz de moverse sin límites por el tablero, accediendo a zonas que para otros son inaccesibles. Por último, el mensajero puede enviar sus cartas a otros jugadores sin tener que estar en la misma loseta. Mi equipo ideal siempre suele incluir un ingeniero y un piloto, si se juega con un nivel de dificultad alto también es recomendable el submarinista, en caso contrario, quizás el mensajero o el navegante son opciones interesantes.
El funcionamiento del juego es relativamente simple, pero es muy sencillo despistarse con alguno de los pasos. En una partida no colaborativa, si un jugador tiene que hacer algo que le perjudica según las normas, el resto de jugadores, que al fin y al cabo juegan contra él, se preocuparán de recordárselo. Aquí, si alguien se olvida de robar cartas de inundación o de subir el marcador de nivel de aguas, es posible que simplemente nadie se dé cuenta. Jugar contra alguien sirve para que las normas se cumplan a rajatabla, cuando todos buscamos el mismo objetivo, es más fácil que ocurran errores que nos favorezcan. También puede ser que no esté acostumbrado a jugar a juegos colaborativos, pero creo que a muchos también os habrá pasado. La sensación general es que estás jugando a un solitario con amigos. La libertad individual de hacer lo que uno quiera se ve truncada por tener que hacer siempre lo que convenga más al grupo para ganar. La sensación de estar todo el rato sobre raíles es inevitable. Sobre la dificultad, hay que decir que rara vez he perdido en una partida de La Isla Prohibida, pero que nunca he probado los niveles más difíciles del juego, me imagino que son todo un reto, los tengo pendientes. Si os cansa estar peleándoos constantemente en todos los juegos, este es un juego interesante de probar. Quizás no es del todo mi estilo, pero conozco a mucha gente a la que le encanta este juego, dadle una oportunidad. Por cierto, hace un tiempo hicimos también una reseña del juego en su versión para tabletas, echadle un vistazo aquí.
[xrr rating=3/5]
Distribuido en España por Devir.
De 2 a 4 jugadores.
Tiempo de juego: 30 minutos.
PVP: 23€