El pasado 27 de septiembre, Ediciones La Cúpula publicó Perros y Clarinetes, la primera novela gráfica de Sebastián Cabot y de Joan March, la cual ya os anunciamos en La Casa de El en su momento. En ella se nos cuenta la historia de Nicolás, un joven desempleado que malvive gracias al subsidio por desempleo y que en vez de buscar trabajo de forma activa, se queda tranquilamente en su casa a escuchar jazz y a tocar el clarinete. Para revertir este hastío, su exnovia le regala un perro y gracias a él se verá empujado al mundo exterior. Un mundo lleno de personas diferentes y personajes interesantes que le alejarán de su rutina y le pondrán en situaciones diametralmente opuestas a las que puede experimentar entre las cuatro paredes de su apartamento.
Cabot y March escriben conjuntamente este proyecto que recibió una mención especial en el concurso FNAC-Sins Entido. Una idea que nace de la mente de Cabot con forma de título y que poco a poco va evolucionando hasta alcanzar su aspecto final, al cual llega con la colaboración de March. El objetivo de los autores es crear una historia sin ninguna pretensión que guardar en sus estanterías y enseñar a sus familiares y esa falta de ambición se plasma en la historia que recibe el lector: una narración pausada, repleta de silencios y de música, que con ligeros matices nos presenta a un reducido grupo de personajes cargados de profundidad y personalidad, que a través del humor, el costumbrismo, la naturalidad y algo de surrealismo, nos brindan una historia que tras una primera lectura puede parecer un tanto superficial, pero que tras una segunda lectura llegamos a admirar y a disfrutar en todo su esplendor. No permitáis que pasen desapercibidas las piezas de jazz que ofrecen los autores para acompañar la historia, ni los elefantes que aparecen de forma recurrente desde la primera viñeta y que sirven de preaviso de los momentos absurdos que encontraremos más avanzada la historia.
Respecto al apartado gráfico de la obra podemos decir que Cabot también transmite perfectamente el espíritu de la historia, de trancurrir lento, con unos colores un poco más oscuros al comienzo, cuando la vida de Nicolás está más vacía, y que va adquiriendo más brillo y luz en el momento en que Jas entra a formar parte de ella. Los trazos son sencillos, irregulares y limpios y dota en algunos momentos a los personajes de formas elásticas para acompañar las situaciones más divertidas. Es de agradecer que el trabajo sea totalmente manual, ya que últimamente abundan los títulos que recurren a las últimas tecnologías para cubrir alguna parte del proceso creativo. Podría recordar en los gestos caricaturizados a los que utiliza Peter Bagge en su mítica Odio, pero Cabot tiene un estilo muy personal y particular que le da al conjunto un carácter genuino y exclusivo. Puesto que no hay ningún otro referente de este dúo, al tratarse de su primer trabajo, habrá que esperar a futuros proyectos para valorar esta pieza en el conjunto, aunque estoy seguro que la evolución, visto lo visto, será más que positiva y digna de tener en cuenta. Al parecer su próximo proyecto será más oscuro visualmente hablando y con una historia más compleja.
Aunque se trate del primer trabajo de estos dos autores mallorquines, podemos decir que ofrecen un trabajo más que correcto y que, aunque necesite de más de una lectura para disfrutarlo como es debido, llena la vida del lector de jazz y nos invita a reducir el ritmo desenfrenado de nuestras ajetreadas vidas y, como Nicolás, darnos un respiro y arrostrarla con mucho más optimismo. Paren un momento y déjense llevar por el lento mecer a ritmo de Jazz de Perros y Clarinetes.
A continuación podéis leer la sinopsis oficial facilitada por La Cúpula y una breve reseña de la vida de los autores.
Nicolás vive solo, cobra la prestación de desempleo y toca el clarinete. En su entorno tiene un colega al que contarle las penas, un buen puñado de discos y un vecino entrometido y fanfarrón. Su vida no es lo que se dice un festival, pero va tirando.Entonces su ex le regala un perro, y todas sus rutinas se van a ver alteradas radicalmente.
Perros y clarinetes es una novela gráfica costumbrista, una comedia romántica con cadencia de jazz y ritmo mediterráneo, que busca respuestas al desasosiego de la vida moderna.
Sebastián Cabot (Palma de Mallorca, 1981). Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona en 2007 (con una estancia Erasmus en el curso 2005-2006 en la Accademia di Belle Arti Pietro Vannucci, Perugia, Italia). Ha asistido a clases de escultura, grabado y técnicas de estampación en la IES Llotja (Barcelona) y en el 2009 cursó el taller de posgrado Off Massana (Escola Massana, Barcelona) en la especialidad de pintura. Perros y clarinetes es su primer cómic, por el que recibió una Mención Especial en el IV Concurso de Novela Gráfica Fnac-Sins Entido en 2011 junto a Joan March.
Joan March (Palma de Mallorca, 1981). Licenciado en Farmacia por la Universidad de Valencia, actor frustrado y fotógrafo de móvil. Pasó un año de Erasmus en Perugia (Italia), donde conoció a Sebastián Cabot, con el que comparte aficiones como el cine, los cómics o la cerveza. Años después surgiría la idea de unirse para escribir el guión de este cómic. Su primera etapa de vida profesional la pasó haciendo guardias nocturnas en una conocida farmacia de Palma, donde aprovecharía para escribir en los momentos en los que no le molestaban los clientes para comprar paracetamoles, jeringuillas, chicles y otros productos necesarios para la supervivencia nocturna.
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