[note note_color=”#fff9a9″] Corre el año 1200 a.c. y en la Antigua Grecia una reina sucumbe a los deseos deZeus dando a luz a un niño llamado Hércules, que estará destinado a derrocar el tiránico gobierno del Rey y restaurar la paz en una tierra llena de penurias.
Hércules desconoce su verdadera identidad ni cúal es su destino, su único deseo es el amor de Hebe, la princesa de Creta que se ha prometido con su propio hermano.
Cuando Hércules descubre la verdad sobre su existencia deberá elegir entre huir con su amor verdadero, o cumplir con su destino y convertirse en un héroe.
El reparto está formado por Kellan Lutz, Scott Adkins, Liam McIntyre, Johnathon Schaech, Gaia Weiss, Roxanne McKee, Liam Garrigan, Rade Serbedzija y Luke Newberry.
The Legend of Hércules dirigida por Renny Harlin, se estrenará en cines el 10 de Enero de 2014. [/note]
Cuando uno ve este tráiler piensa que lo mejor que puede esperar de la película es que sea una mezcla de series y películas ya vistas, pero que al menos sea entretenida. Y con esta idea fui a verla, sin esperar mucho de ella. Y es que el director Renny Harlin es un profesional que cumple correctamente, dándonos obras como Las Aventuras de Ford Farlaine, buena acción como la de La Jungla 2, etc. Así que esperaba lo mismo: una película de acción rodada correctamente y poco más.
Recogiendo el éxito de series como Espartaco y películas como 300, los guionistas Sean Hood, Renny Harlin y Giulio Steve han perpetrado una obra simplona, previsible y completamente plana. El director soporta este guión mediocre sin añadir nada (ni quitar lo que sobra) y cumple, dándonos lo que promete: hombres musculosos peleando y gritando con muy poca ropa. Sin más.
Esto no estaría mal (el cine debe ser, ante todo, diversión), si no fuera porque la película es lenta (la verdadera acción no ocurre hasta traspasados los primeros 20 minutos), previsible (sabemos qué va a pasar cada minuto) y plana en todos sus aspectos (historia, personajes, etc.).
Todos y cada uno de los personajes son monolitos que representan un papel arquetípico del que no salen: el malo muy malo (incluso un tirano); su hijo que es malo, pero no tanto; la madre que se sacrifica por su hijo; la buena tonta que sólo sabe ser raptada (aunque al principio alaben sus artes ecuestres); el amigo del bueno que cree en él sin motivo y sin que le demuestre nada (y que será el sufridor de la película); y, por supuesto, el bueno: guapo, superfuerte (es el hijo de Zeus) e intachable moralmente. Por supuesto, el bueno vencerá a todo un ejército él solo, matará con sus manos al malo (que desde el principio nos han estado “demostrando” que se lo merece) y… bueno, no sigo porque ya todos sabéis cómo terminan estas historias. Y es que el guión es un prodigio de recopilación de tópicos.
Plásticamente la obra es atractiva, siempre que nos guste la estética de las películas de Zack Snyder como 300: paisajes pintados y puestas de sol todo el rato. Bellos paisajes llenos de pétalos flotantes, escenas ensoñadoras… y golpes a cámara lenta.
Entre los actores tenemos de todo. El protagonista, Kellan Lutz, se esfuerza pero no consigue transmitirnos ninguna sensación, demostrando que es un intérprete muy limitado. Gaia Weiss simplemente está para lucir palmito (y ni eso). Scott Adkins, el malvado rey Anfitrión, está a un paso del histrionismo y Liam Garrigan, el hermano malvado de Hércules, no sabe si darnos pena o hacernos odiarle, resultando ser un niño malcriado que no sabe qué quiere.
Los efectos especiales están en todos y cada uno de los planos del metraje, pero no molestan. Persiguen esa estética de la que hemos hablado y lo consigue. Que guste o no depende de cada uno, pero decididamente en este sentido sí hay un claro propósito y se consigue. Eso sí, ahorraos el verla en 3D porque no merece la pena.
Es indudable que habrá público para esta película: tiene acción, cuerpos musculosos muy atractivos, frases altisonantes… pero, en general, es una mala película que aunque no aburre, no llega a ser ni entretenida, debido a que es algo que ya hemos visto miles de veces, sin añadir nada valioso ni interesante.
[xrr rating=1/5]