El éxito que está cosechando la serie Invencible es innegable, de hecho se ha convertido en el buque insignia de la editorial Aleta, pudiendo así plantar cara a los superhéroes de las dos grandes editoriales americanas que copan las estanterías de nuestras tiendas especializadas cada mes. Es por esto que desde hace un tiempo, esta editorial está apostando por editar en nuestro país las historias de Invencible bajo un formato integral, además de la edición TPB, permitiéndonos así disponer de unos excelentes volúmenes recopilatorios.
El último editado ha sido el cuarto, que arranca con el número #36 de la serie y finaliza en el #47. En esta ocasión se aleja de las presentaciones de nuevos personajes, profundizando en el lado más humano de Marc, alias Invencible. Así, dejando claro desde el comienzo que físicamente apenas tiene ninguna oposición, convirtiéndose en el arma definitiva contra cualquier amenaza para la Tierra, su mayor flaqueza será ahora su propio ser. Su relación con XXX empieza a resentirse, pese a que ella aceptó la doble vida de Marc. El hecho de que anteponga la seguridad del mundo frente a ella, empieza a inquietarla, lo que la lleva a quedar con otro chico de la universidad. Esto no hará más que poner en una tesitura al joven héroe, quien por otro lado siente también algo por Atom Eve.
Por otro lado, William, el mejor amigo de Invencible, apremia a este para que vayan juntos a buscar a Rick, un compañero universitario que ha desaparecido hace varios meses, aunque en el volumen anterior vimos cómo este había sido secuestrado por un demente científico que buscaba experimentar con él.
Tras esto, el grueso de la historia se centrará en dos puntos. El primero es un ataque hacia la Tierra por un grupo de seres denominados calamáridos, quienes se acoplan cual parásito al cuerpo de cualquier “sólido”. Para poner fin a esta amenaza se enviará a un grupo de héroes cuyo cuerpo es imposible de penetrar. El segundo tema relevante será el ataque de un grupo terrorista denominado La Liga Lagarto, quienes amenazan con iniciar una guerra nuclear. Rex Splode, Dupli-Kate y Shrinking Ray serán enviados a eliminar dicho peligro.
Es aquí cuando apreciamos nuevamente la maestría de Robert Kirkman, el autor del cómic. La parte en la que se nos van mostrando los distintos sucesos que se dan, se va intercalando entre sí, sorprendiéndonos en cada página. Además, debemos olvidar la clásica normativa impuesta por las grandes editoriales, donde los héroes no mueren, o de hacerlo, son resucitados en números posteriores. Kirkman, como si de George R.R. Martin (autor de la saga literaria Juego de Tronos) se tratara, se convierte en un guionista impredecible, creando constantes cliffhangers y eliminando a quien él crea oportuno. Y esta no es la única similitud con el autor de la obra de corte medieval fantástico, sino que al igual que en ella, los personajes secundarios adquieren en ocasiones mayor relevancia que el protagonista, eliminándose la línea clara que define sus roles.
De esta forma vemos cómo parte de la historia se centra en la relación entre Monster Girl y el nuevo cuerpo de Robot, explicando así la relación que se da entre estos dos “jóvenes”. Allen el alien también aparece en este número, teniendo un especial protagonismo en la parte final, sentando así las bases de lo que vendrá en un futuro. Por otro lado, el hermanastro de Mark irá teniendo una mayor presencia en las viñetas, hasta el punto de tener más peso en alguna de ellas.
Finalmente, una nueva amenaza en forma de mujer viltrumita se ceñirá sobre Invencible y sus coetáneos, obligando al héroe a tener que posicionarse nuevamente a favor o en contra de sus orígenes.
Tenemos así una historia que continúa manteniendo el buen ritmo y nivel de sus predecesoras, capaz de hacer que el lector se aferre a la obra de principio a fin, sobre todo por el alto contenido de situaciones extremas.
En cuanto al dibujo, este es realizado por el ya habitual de la serie, Ryan Ottley, quien tras tomar las riendas de Corey Walker ha sabido posicionarse y demostrar su buen hacer con un trabajo estupendo. Del color se encarga Bill Crabtree, quien sabe crear variaciones en las tonalidades según el momento o hecho que se esté dando en la narración.
Este cuarto volumen de Invencible Ultimate Collection se compone de 312 páginas a color, bajo un formato cartoné cuya tonalidad es amarilla, siguiendo así el estilo de las anteriores. El precio recomendado es de 34,95€, incluyendo en él los números #36 al #47 de la serie, que anteriormente fueron recopilados bajos dos volúmenes: Invencible #10: Mi marciano favorito e Invencible #11: De otro mundo. En su parte final hay un gran número de extras, como son las portadas originales de los números que se encuentran en su interior, las de los recopilatorios #8 y #9, bocetos e ilustraciones y el guion del número 44. Robert Kirkman continúa manteniendo el listón alto, creando una de las mejores series superheroicas que se publican en la actualidad.
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