300: El origen de un imperio, nos cuenta la historia que transcurre antes, durante y después de la heróica hazaña de Leónidas y sus 300 espartanos. Temístocles, el general ateniense que mató al padre de Jerjes, se enfrentará a él y a sus fuerzas invasivas persas que, guiadas por su bella y vengativa comandante, Artemisia, concentraran todo su poder en el mar. Temístocles deberá reunir toda la fuerza navía de Grecia y convertirse en la única esperanza de derrotar las nombrosas flotas persas.
Esta precuela a cargo de Warner Bros. Pictures de la aclamada 300, está dirigida por Noam Murro (Gente inteligente) y escrita y producida por Zack Snyder, entre otros. La película se basa en la novela gráfica de Frank Miller llamada Xerxes y está protagonizada por Sullivan Stapleton (Animal Kingdom), quien da vida al valiente Temístocles; también destacable es la aparición de Eva Green (Sombras tenebrosas), dando vida a Artemisia, y la recuperación de actores de la primera entrega, como es Lena Headey (Juego de tronos) como Reina Gorgo de Esparta, David Wenham (Australia, El señor de los anillos) como Dilios o Rodrigo Santoro (Love Actually) en el papel de Jerjes.
Después de ver el film, nos podríamos plantear si los estratagemas de Warner Bros. Pictures de dar a Snyder el papel de productor y a Noam Murro, un director casi amateur, la responsabilidad de la dirección escénica han acabado en desgracia. Bien es cierto que esta segunda entrega grita a voces la necesidad de igualarse a su predecesora. También es cierto que tal empresa resulta árduamente difícil, ya que 300, estrenada hace ya ocho años, se ha convertido en un mito dentro de las películas mitológicas (valga la redundancia). Así, El origen de un imperio, nos da cantidades ingentes de fotografía retocada, efectos especiales, escenas de lucha en slow motion, etc. intentando suplir con ello las deficiencias existentes a nivel de guión y dirección.
Aun así hay que reconocer un cosa: nuestra predisposición ante la película. Personalmente, fui al cine pensando que vería todo esto en la pantalla y la pantalla no me soprendió. Warner Bros. no ha sabido vender la novedad y, 8 años después de 300, no se puede pretender crear otro éxito taquillero mediante convertir el formato cinematográfico que tanto gustó en una especie de fachada digital de última generación. El espectador queda abrumado por el 3D y cansado de las repetitivas batallas y los discursos pseudoépicos que nos ofrece el guión.
Todo ello aderezado con la interpretación vaga y falta de fuerza de Sullivan Stapleton, a quien el equipo no hace ningún favor intentando convertirlo en el Leónidas de segunda generación. Por su parte, Eva Green aparece crecida y en todo su esplendor, levantando la película ella sola con sus pequeños bracitos, será la única sorpresa de la película. Siguiendo con las interpretaciones, también veremos a una Lena Headey mal aprovechada y a un Jerjes que nos cuenta su historia, en un momento perfecto para darle profundidad al personaje, que acaba siendo simplemente otra muestra pictórico-digital sin más vuelta de hoja.
Los paralelismos con la primera entrega en el trasncurso de la historia son más que evidentes. A parte de el ya mencionado papel de Temístocles como macho alfa de los pocos que quedan en pie para morir por la libertad y por Grecia; también repetimos en momentos que yo llamo “amor de macho” entre hijo y padre que luchan en la misma batalla; momentos creepy con ermitaños arrugados en una cueva y tullidos varios; momentos de discurso épico, etc.
En definitiva, si lo que Snyder y la Warner pretendían era crear una versión extradigitalizada y de fachada de la primera entrega, lo han conseguido. La película no aporta nada nuevo y, mientras tratamos de entrever qué nos cuenta, nos ahogamos entre imágenes de alta definición.
[xrr rating=2/5]