Si echamos un vistazo al checklist que aparece en el número 1 de la primera edición española de la miniserie Legends, editada por Ediciones Zinco en 1987, rápidamente te das cuenta de la Edad de Oro que vivía la editorial barcelonesa y, por tanto, DC Comics, a finales de los 80: Ronin, Crisis en Tierras Infinitas, Watchmen, el Superman de Byrne o el Año Dos de Barr, Davis y un novato llamado Todd McFarlane que también dibujaba el Infinity Inc. de este mes. McFarlane revolucionaría el mundo de los cómics a principios de los 90 y se convertiría en uno de los personajes más antipáticos de la historia del medio, pero ese es otro tema. En fin, Ronin, Crisis, Watchmen, Batman, Superman… básicamente, el plan editorial de ECC Ediciones en los últimos meses. Y no es para menos. El papel se estropea y todos queremos obras de esta categoría luciendo como nuevas en nuestras estanterías.
Legends ha contado con varias ediciones en el mercado español. Zinco la editó, junto con un par de especiales, en grapa en el 87, Norma en tomo caro con sobrecubiertas y Planeta dentro de su colección dedicada a las grandes Sagas DC que se inauguraron con Crisis, continuaron con Legends y Millenium y fueron perdiendo impacto, con excepciones, durante toda la década de los 90. Aunque en España llegaron a convivir las dos series el mismo mes, originalmente Legends se publicó varios meses después del final de Crisis a finales de 1986. Pese a lo que pudiera parecer, Legends no era una secuela de Crisis. Era, más bien, la presentación del nuevo universo DC después de la crisis y en sus páginas se sentarían muchas de las bases de este nuevo universo tal y como lo conoceríamos hasta 2011. Con el tentativo título de Crisis of The Soul, se quería seguir jugando con el concepto de “crisis”, tan importante para DC, desde las primeras citas de la JLA de Tierra-1 y la JSA de Tierra-2 en los 60 hasta las posteriores Crisis: La de Wolfman y Pérez en 1985, la de Identidad (2004), la Infinita (2005-2006) y la Crisis Final de Grant Morrison (2008). La propuesta original de Dick Giordano, entonces vicepresidente de DC, consistía en una miniserie de 8 números protagonizada por los más importantes héroes de DC, que sirviera, no solo como escaparate de las nuevas versiones de algunos heróes, sino como plataforma de lanzamiento de otros nuevos así como prolongar el éxito cosechado por los 12 números de Crisis en tierras Infinitas. Casi nada. En las primeras sesiones creativas quedó claro que se limitaría el número de protagonistas, entiendo que pare evitar la sobredosis de personajes de Crisis a aquellos que tuvieran condición de leyendas: Superman, Batman, Wonder Woman, Capitán Marvel, Flash y Green Lantern. ¡Ah!, y Jack Kirby, a través de su creación más importante para DC, Darkseid y Apokolips.
Escrita por John Ostrander y Len Wein, Legends describe una situación que ya habíamos visto en Watchmen y que años después se repetiría en Los Increíbles (Brad Bird, 2004) y la Civil War de Marvel. La prohibición de las actividades superheroicas y una verdadera crisis de identidad para los héroes. Es cierto que en Legends todo está orquestado desde Apokolips por Darkseid que ha enviado a Glorious Godfrey, su Goebbels particular, a incendiar a la opinión pública contra los superhéroes. El poder de los medios es ilimitado y la abrumadora voz y los extraordinarios poderes de persuasión de Godfrey, en la personalidad de tertuliano y telepredicador, hacen que los sentimientos contra los héroes se extiendan como la pólvora. El propio Reagan, en uno de sus múltiples cameos en los cómics de superhéroes de los 80 (no nos olvidemos de El Retorno del Señor de la Noche (Frank Miller, 1986)), le pide a Superman que cese su actividad. Aunque el kriptoniano acepta a regañadientes, muchos otros , Batman o Guy Gardner incluidos, continuarán con su actividad por eso de que las calles no se van a limpiar solas y los accidentes no van a dejar de suceder. Pero donde antes encontraban apoyo y agradecimiento, ahora, las “escenas del crimen” se llenas de ciudadanos insultando y reprochando a los héroes. La típica escena de la masa con antorchas y horcas. De no ser por ellos, las ciudades no se destruirían de tanto en tanto, ni mucho menos seríamos objetivo de invasiones extraterrestres o planes demenciales de pequeñas dictaduras medievales centroeuropeas. La verdad es que tampoco les falta un poco de razón. El Capitán Marvel también sufre de la manipulación de Darkseid que observa su plan desde Apokolips acompañado de un Fantasma Desconocido que le adelanta que nunca podrá ganar. Eso ya lo veremos, dice Darkseid.
La serie, que pasó de 8 a 6 números tras el OK de Byrne, que andaba completamente desbordado entonces, serviría para presentar al nuevo Superman del propio Byrne, al Batman post-Miller y a la Wonder Woman de George Pérez. El reparto de “leyendas” tampoco sería circunstancial y, poco después, Guy Gardner, Blue Bettle, Canario Negro, J’onn J’ozz y el Doctor Fate formarían la nueva Liga de la Justica de América, “más fuerte y mucho más divertida”, de Giffen, DeMatties y Maguire. Las páginas de Legends también servirían para presentar a Wally West como nuevo Flash tras la muerte de su predecesor Barry Allen en el antológico número 8 de Crisis. Y finalmente, también serviría para la creación del grupo de supervillanos “rehabilitados” que actuarían en todas aquellas misiones secretas en las que ni los superhéroes ni las Fuerzas Armadas, pudieran participar: El Escuadrón Suicida de Amanda Waller y Rick Flag había nacido.
A nivel artístico, estamos ante una gran obra, con un John Byrne en estado de gracia entintado por un Karl Kesel que, después de Terry Austin, es el entintador que, a mi gusto, mejor ha entendido los lápices de Byrne. El guión, excelente, sugiere ideas interesantes acerca de qué es y cómo se crea una leyenda y, más allá, el poder de la manipulación de los medios y la opinión pública. La presencia de Darkseid, el mal personificado, es el villano por excelencia pese a que su participación aquí es entre bastidores y se limita a mirar un monitor con las manos colocadas detrás de su espalda. Más allá, la obra sirvió para definir el universo DC durante 25 años hasta la llegada de los Nuevos 52, donde muchos de los conceptos de Legends tendrían, también, su reinicio. ECC Ediciones, ¡toma nota! [xrr rating=4.5/5]