
En la aventura inicial, asistimos a la reaparición del clon defectuoso de Superman, conocido como Bizarro. Tras haberle dicho Kal-El que no eran iguales, decidió irse de la Tierra. Gracias a un aumento de sus poderes, debido a la exposición a un sol azul, construyó su propio planeta y a todos los habitantes como una réplica del nuestro, aunque con una apariencia deforme. Sin embargo, cuando casi todas sus creaciones se vuelven en su contra, el clon decide regresar y secuestrar a Jonathan Kent, del que se considera hijo, para que le ayude a destruir Mundo Bizarro. Enterado por Martha de lo sucedido, Superman acude a la Fortaleza de la Soledad para pedir a Jor-El que le indique el camino a seguir y parte en busca de su padre adoptivo y de su captor. Cuando los localiza, los habitantes del planeta se escandalizan al ver que su aspecto no es tan imperfecto como el de ellos, por lo que deciden denominarlo como Bizarro Bizarro,y lo atacan. La exposición al sol azul altera los poderes de Superman igual que los del clon y, cuando la vida de su padre peligra, le sale de los ojos un rayo multicolor que alcanza por accidente a Jonathan y lo dota de las mismas habilidades especiales que su hijo adoptivo. Finalmente, es él quién da con la solución y le dice al kryptoniano que utilice sus poderes para arreglar el aspecto deforme de Mundo Bizarro, lo cual no hace felices a los habitantes. Todo esto es una pantomima ideada para que el clon de Superman se enfrente a él y vuelva a ganar el afecto de sus creaciones. Cuando Kal-El y Jonathan regresan a la Tierra, al volver a estar expuestos al sol amarillo, los poderes del kryptoniano vuelven a ser los de siempre y los de su padre adoptivo desaparecen.
La historia está correctamente guionizada por Geoff Johns y Richard Donner (que, gracias a la película protagonizada por Chistopher Reeve, todos sabemos lo bien que se maneja con Superman). Los dibujos de Eric Powell resultan algo caricaturescos, pero encajan en una trama que tiene a Bizarro entre sus personajes principales.

Los excelentes guiones vuelven a correr a cargo de Geoff Johns, que nos demuestra que sabe desenvolverse bien con el hombre de acero, sea cual sea la línea temporal en que se encuentre, y se compenetran perfectamente con los correctos dibujos de Gary Frank, cuya caracterización de Kal-El es muy similar al rostro de Christopher Reeve en la película de Richard Donner.
El tomo mide 17×26 centímetros, está publicado a color, en tapa dura, tiene 240 páginas y cuesta 23 euros. La edición es tan correcta como cabe esperar, incluyendo en su interior los números #855-863 de Action Comics USA.
Aunque no se trate de una obra maestra, este volumen gustará a todos los fans del último hijo de Krypton.
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