Hoy en día crear algo original en el mundo del cómic superheroico es prácticamente imposible. Todo está ya inventado, todos lo sabemos. Pero parece que al señor Mark Waid nadie se lo ha dicho, así que ha hecho algo nuevo. Hemos visto muchas veces la historia en la que una versión de Superman se convierte en un supervillano, pero Irredeemable no es sólo eso, sino que va un par de pasos más allá profundizando en la esencia del superhéroe. Waid parece haber cogido alguna cosita de Kurt Busiek y alguna cosita de sí mismo para esta receta, pero le añade nuevos ingredientes.
Desde que comenzó esta serie, hemos visto (a través de flashbacks, un recurso que el autor usa con mucha pericia) como el Plutoniano, otrora el superhéroe más grande de todos los tiempos, ha evolucionado hasta ser la peor versión posible de sí mismo. Y también hemos visto su contrapartida en la vida de Max Damage (en Incorruptible, el spin-off que transcurre simultáneamente), el villano que recorre el camino inverso y pasa a convertirse en el héroe. No sólo el tratamiento de los personajes es excelente, sino que la enrevesada trama, los giros argumentales y los desconcertantes cliffhangers han hecho que los lectores hayan esperado durante todo este tiempo mes a mes la salida del siguiente número para descubrir qué es lo próximo que ocurre.
Y así llegamos a este tomo, el noveno volumen de la colección, que lo deja todo preparado para el final de Irredeemable y de Incorruptible, ya que en esta ocasión se nos presentan en este tomo cuatro números, dos de cada colección. Puede que a los más puristas no les guste la intrusión de Incorruptible en el tomo (yo soy el primero que aboga porque las editoriales españolas tiendan a respetar lo más posible el formato de edición original) pero en este caso está más que justificado al relatarse aquí un arco argumental (titulado Redención) que no tendría sentido si nos olvidamos del bueno de Max.
Al final del volumen anterior pudimos ver como el gobierno estadounidense, ya contra las cuerdas ante la amenaza del Plutoniano, toma la decisión de liberar su última arma, de la que se venía hablando tiempo atrás pero cuya naturaleza desconocíamos, salvo por el hecho de que liberarla acabaría con la vida de un tercio de la población mundial por sus efectos radioactivos. Y este arma definitiva no es ni más ni menos que…los padres alienígenas del Plutoniano, unos seres gigantes antropomórficos y casi omnipotentes con los que nuestro superpoderoso villano se las tendrá que ver.
El encuentro del Plutoniano con estos seres nos permite conocer el origen de este, desde su concepción hasta su infancia (incluso sabremos de dónde salió su nombre, ya que este tipo no nació precisamente en Plutón). Aquí tenemos alguno de los mejores momentos del cómic, como es la historia de la madre adoptiva de nuestro protagonista, bastante dura y no apta para mentes sensibles. De igual manera asistimos también a la infancia de Max Damage y su formación como un poderoso criminal, así como a la obtención de sus poderes. Curiosamente, podemos apreciar como durante la niñez de los protagonistas se plantan las semillas que posteriormente en su vida adulta originarán el cambio de la percepción que tienen del mundo en el que viven, dando como resultado que el héroe se convierta en el villano y viceversa. Parece que Waid se ha dejado estos hechos para este punto tan cercano al final de ambas colecciones de forma premeditada, pensando que desvelarlos antes hubiera desvirtualizado de alguna forma el espíritu de las obras. Y es que, a pesar de que los motivos del resposicionamiento de los dos personajes principales se van mostrando aquí y allá brevemente en tomos anteriores, el autor siempre ha sabido jugar muy bien con ese halo de misterio que lo envolvía todo.
Por otra parte, resulta muy interesante ver al Plutoniano enfrentarse por primera vez a unos rivales (aparentemente) muy superiores a él. Las intenciones de estos padres con conciencia universal no parecen muy claras al inicio, pero irán revelándose a medida que avanza la historia. Aunque para ver como se resuelve esta situación, tendremos que esperar a leer el siguiente tomo de la colección.
El guión de Mark Waid es muy sólido (aunque más en los números de Irredeemable que en los de Incorruptible, cuyo status de hermana menor siempre se hace patente) y, como nos tiene acostumbrados, no hace concesiones de ningún tipo al lector. La única pega que se le puede poner, siendo muy rigurosos, es que a pesar de ser fantástico y muy disfrutable, no está a la altura de anteriores números. No quiero decir con esto que la serie haya pegado un bajón o que ya no merezca la pena, pero hay que reconocer que los mejores momentos de Irredeemable han quedado atrás. La culpa es del propio Waid, que puso el listón demasiado alto.
En cuanto al dibujo, Diego Barreto (que hace los dos números de Irredeemable) cumple con su labor muy correctamente, aunque tal vez esta colección se merezca un dibujante con más tablas. En cuanto a Marcio Takara (al cargo de los dos números de Incorruptible), creo que sin ser mal dibujante, sí se puede decir que está por debajo de su colega de profesión. Sus viñetas resultan en ocasiones demasiado simplistas y vacías, con un trazo demasiado grueso y poca atención a los detalles y a los fondos. En definitiva, creo que el dibujo no está a la altura del guión.
Este noveno volumen presentado por Norma Editorial mantiene las mismas características que los anteriores, siendo así de formato de tapa blanda con un tamaño de página de 17x26cm. El tomo contiene 108 páginas e incluye los números 32 y 33 de la edición americana de Irredeemable así como los números 25 y 26 de la edición americana de Incorruptible. Al final se incluyen las portadas originales con sus versiones alternativas de todos los números incluidos. El precio de venta recomendado es de 13€.
[review]
[note]¿Y si el mayor superhéroe del mundo se convierte de pronto en el mayor supervillano? El Plutoniano se encuentra por primera vez desde su nacimiento ante sus creadores. Es el momento de descubrir cuál es su origen y la raíz de su comportamiento reciente. Pero en su pasado está muy involucrado Max Damage, quien también nos descubre su origen.¿Cuáles son las intenciones de los padres del Plutoniano?¿Cómo obtuvo sus poderes Max Damage?¿Cual es el destino de ambos?
Autores: Mark Waid, Diego Barreto y Marcio Takara.
Este volumen recopila Irredeemable 32 a 33 e Incorruptible 25 a 26 USA[/note]